Thomas Hardy es un joven cuya vida no ha sido del todo sencilla. Hijo de un padre alcohólico y una madre enfermiza. Tanto él como su madre se ven orillados a huir de esa vida de maltrato, pero no así de la miseria.
Pese a sus intentos de salir adel...
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Anthony observó a Claire y movió la cabeza con decepción, ¿a qué estaba jugando? Bien sabía que Ron era capaz de todo, incluso de hacer trampa. Pero estaba más que claro que todo ese teatro era un truco de Engström, parte de un sucio plan para terminar con la carrera de Tom. Su pupilo debía andarse con cuidado y no arriesgarse demasiado. Suspiró y miró el rostro de Hannah, ella, por el contrario, se veía tranquila y confiada; incluso sonreía. Tony la miró y su novia sólo se encogió de hombros.
-Alguien tiene que poner en su lugar al hijo de perra, ¿no lo crees? – Murmuró Hannah.
-Pero esa no es la manera – Comentó Barnes.
-Tony – Suspiró la chica – es la única manera... ¿acaso a ti no te ha hecho daño? – Preguntó abrazándolo y depositando un suave beso sobre sus labios.
Tony no respondió. Hannah tenía razón; muchas veces había estado a punto de partirle la cara a Ronald, pero se detenía por múltiples razones. Temía que, poseído por la ira cometiera una locura que le costara caro. Sabía que dentro de la jaula, las cosas funcionaban de una manera más restringida, con reglas y lineamientos que, de no seguirlos, le costarían la pelea. Suspiró y observó a Hardy y a Claire.
-¿Podemos hablar en mi oficina? – Preguntó a ambos chicos, los cuales asintieron y lo siguieron hasta la oficina.
Una vez en la habitación, Tom y Claire se sentaron junto a Anthony, quién tomó asiento detrás de su escritorio, cruzó los brazos y dejó escapar un fuerte suspiro.
-¿En qué estaban pensando? – Les preguntó.
-En que nos deje en paz de una vez por todas – Murmuró Tom – Especialmente a Claire, ella no tiene porque pagar las consecuencias.
-Pero sabes que tienes un combate muy importante a la vuelta de la esquina, Tom – Dijo Tony – Te enfrentarás a Koba, ¡me lo acaban de confirmar hace unos minutos! Sabes que con él, el triunfo no será fácil, tú deseabas ese enfrentamiento, ¿no? Me lo habías dicho y ahora... ¡esta pelea contra Ron viene a alterar todos nuestros planes!
-¡Sí, sí! – Exclamó Tommy - ¡Pero yo estaba harto! Tú sabes todo lo que Ron nos ha ocasionado... no sólo a mí, sino también a ti. Y ya es hora de ponerle un alto a sus burlas, a sus intrigas, a su maldad. Si Gustaf no lo hace, creo que nos corresponde a nosotros.
-¿Y tú crees que vencerlo en la jaula lo va a detener? – Preguntó Barnes con seriedad – Va a continuar, porque su ego herido terminará por los suelos. Si gana, las cosas se pondrán peor, ¿lo entiendes?
-¡Claro que lo entiendo! – Murmuró Hardy - ¿Crees que no lo analicé?
-Pero yo me precipité – Intervino Claire – Tienen razón, Ron no acepta la derrota, no sabe perder, no entiende razones.
-Ron jamás va a reconocer que está mal – Suspiró Tony – Pero bueno, ¡lo hecho está hecho! Y ahora debemos enfrentar esto, trabajar al 200%.
