Chico De Las Pantuflas Mojadas |+18| [BxB] |TERMINADA|

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[¿Mi golosina preferida?]
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Bonnie :

Me seguía cuestionando: ¿Cuál sería el nombre de ese chico de las pantuflas mojadas?.

¿Si acaso él era un secuestrador? ¿Me haría daño? ¿Me vendería a alguien? ¡Pues si me vendía eso lo convertiría en un traficante de órganos! Y si no... ¿¡Me viola!?.

–Ah... preferiría no pensar en eso– murmure cabizbajo ante mis agobiantes pensamientos –aah~, tengo hambre– me deje caer al suelo cansado, no es como si hubiera hecho el más grande esfuerzo ni nada, pero mi energía disminuía drásticamente al no recibir los nutrientes necesarios, y con nutrientes me refería a mis golosinas... – ¿Ah? ¿Golosinas?– me reincorporé de inmediato al darme cuenta de lo que había pensado sin darme cuenta –¿A mi me gustan las golosinas?– mi mirada seguramente reflejaba curiosidad e intriga, con algo de esperanza mezclada, y es que desde que he estado aquí no había recordado nada salvo que al parecer me gustaban las golosinas– Si me gustan las golosinas ¿Cuál será mi preferida? – me cruce de brazos pensativo al momento que miraba hacia arriba fijando mi mirada en aquella escotilla – ¿Será que el joven secuestrador sabe cuál es mi golosina preferida? – me cuestioné ladeando mi cabeza.

"Nha...no lo creo" pensé dándole la menor importancia "Además él ya debería haberme dado algo para comer, si me muero de hambre él no podrá venderme, o que sé yo lo que haga conmigo, y será su culpa" me volví a acostar en el suelo en posición dorsal mirando nuevamente el techo.

–¿Mi golosina preferida? – mis ojos inspeccionaron lentamente el gris techo –¿Cuál será?.

Existían un sinfín de variedades de golosinas, y encontrar mi preferida con tremenda memoria fallida seria un gran reto, uno muy entretenido.

Al menos había encontrado algo que aplace mi aburrimiento.

–¿Será...El chocolate?– y con chocolate me refería a todo dulce elaborado con este producto –mm...– murmuré no tan convencido.

Al pensar en el chocolate, sí, un leve sentimiento de placer llenaba mis papilas gustativas y mi imaginación, pero no, no sentía que ese fuera mi golosina preferida, más bien al pensar mucho en eso me ponía algo empalagoso.

–Nha... no creo que sea el chocolate– mis dedos se juntaron mientras colocaba mis manos sobre mi pecho –¿Las paletas? – y con paletas hacia nombramiento a todas las paletas y chupetes de todos los sabores que existían –mmm...– mis labios se contraen haciendo que la expresión de mi rostro formulará una mueca de desagrado – no...no me gustan las paletas– y podía asegurarlo ya que había sentido desagrado en tan sólo pensar en ese dulce.

–¿Los manjares?– mis pies empezaron a golpear levemente el suelo provocando un sonido relajante –...no.

–¿Los Chicles? – realmente era agradable hacer ese sonido con mis pies –no, hasta siento que se me romperán los dientes si comó chicle.

–¿Dulces ácidos?– mi cara volvió a formular una mueca de asco, definitivamente era un no.

–¿Y los picantes?– lo pensé un poco y otra vez negué –no– Esto ya era algo desesperante.

–¡¿El maní con sal?!– Pensé que esta vez acertara –no– pero me equivoque .

–¿¡Los helados!?– Enserio quería saber qué golosina era mi preferida– ¡Los helados ni siquiera son una golosina! –pero seguía sin descubrirlo.