Capitulo X

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Las cosas para las administración de Víctor se complicaban, muchos estaban cortando tratos con él, pensaba tal vez se debía a la muerte de Natasha, y era obvio, la mayoría de sus aliados estimaban a la estúpida de su...difunta esposa. 
Al menos creía que su relación con su querido yuuri había mejorado, y esa mañana se encontraba extrañamente amable con él, hasta cariñoso con él. 

Mientras su hijo dormía, hizo el amor de forma lenta con su hombre, le beso y abrazo, se embriago con su olor y desayunaron abrazados, quizás lo había logrado y por fin serian una familia feliz. Su hijo parecía especialmente apegado a Yuuri, balbuceando para él y pegándose como si no pudiera respirar sin el japonés, aunque quizás en eso era muy hijo de su padre. 

Aunque, sinceramente, todo aquello parecía la calma, antes de la tormenta.

La planificación del operativo fue rápida, eficaz y en busca de que no hubiera ningún vacío que pusiera la vida, de cualquiera de los involucrados

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La planificación del operativo fue rápida, eficaz y en busca de que no hubiera ningún vacío que pusiera la vida, de cualquiera de los involucrados. Sabían, que igualmente había un pequeño en la inmediaciones, aunque seguramente huérfano, pues no paso mucho antes de encontrar el cuerpo destrozado de quien era, la esposa de Victor Nikiforov, el Narcotraficante más buscado del mundo en ese momento. Christopher sentía su alma colgar de un solo hilo, rezando en silencio para que todo saliera bien y pronto pudiera tener a su pequeño japonés entre sus brazos. 

Agradecía haber podido ir con el gran pelotón, sabia que no debía ser una molestia, así que se mantenía en silencio mientras la camioneta avanzaba para tomar la posición estratégica que debían tomar para no ser descubiertos. 

Sabia que el operativo había comenzado cuando vio a todos comenzar a hablar por radio, algunos bajando de la camioneta para ver con un binocular, los hombres se movían sigilosos por al rededor de la mansión eliminado a quien debían para poder entrar con la mayor cautela posible.
Pero Víctor claro que no era tonto, había notado el extraño movimiento, y las cámaras de seguridad habían anunciado el ingreso de vehículos sospechosos cerca de su terreno, pero no tenia muchas opciones, estaban acorralados, por lo que envió a su familia a resguardarse, haciéndoles salir junto algunos hombres por las pampas del lugar. Sin dejar que yuuri se entere de nada, se quedo con él en el cuarto al menos 20 minutos, hablándole un poco, queriendo ver su rostro para tomar fuerzas y proteger a su familia. Porque si, aun cuando Christopher no se rindiera en buscar a Yuuri, aun cuando todo el mundo dijera lo contrario, aquel muchacho de cabello oscuro y otros angelical, y el pequeño retoño entre sus brazos, eran su familia. 

Yuuri se asusto ante los gritos que se escuchaban abajo, las sirvientas advirtiendo la llegada de gente armada, y Víctor no perdió el tiempo, usaría a Yuuri y su hijo para negociar una salida segura de aquel lugar. Tomando del brazo a Yuuri, siempre velando en no hacerle daño, subio con el hasta la azotea de la mansión.

El japonés parecía aterrorizado, pero internamente sabia que era lo que pasaba, y se sentía aliviado de que todo aquello, estuviera por terminar. No entendía muy bien lo que el ruso pretendía, estaban en la azotea, demasiado alto como para huir, es decir, para ser concretos, se podía decir que aquella mansión tenia 4 pisos. dos donde se vivía, un tercero que era como una terraza, el cuarto que era la azotea. Cubrió como pudo al pequeño en sus brazo, el viento que corría era demasiado, y Victor miraba por la orilla como un pelotón de hombres armados entraba al lugar, apretando sus manos enfurecido. arruinaban sus planes. 

Nikiforov ordeno al japonés alejarse de la puerta y quedar tras de él, mientras esperaban a que los hombres llegaran a su posición, pues parecía una eternidad, pudo ver como otros autos llegaban al lugar, saliendo para apuntar a la azotea, y pudo ver como quien fuera su mejor amigo en algún momento miraba hacia arriba expectante. Con una sonrisa cruel acerco a Yuuri para que le pudiera ver, y sin dar tiempo a reaccionar y siempre con cuidado de su hijo, tomo el rostro del japonés y le beso en los labios, disfrutando del contacto. Solo se separo para ver el rostro de impotencia del rubio, y luego ver como por la puerta que daba a la azotea, entraban y les apuntaban. 

Sin inmutarse, saco un arma desde su saco, y apunto un principio a esos hombres que querían encarcelarle. Pero luego para sorpresa del japonés, le apunto a la cabeza. Sentía como perdía el aire ante aquello...nunca pensó que Víctor le tomara de rehén para salir de aquella situación. 

– Se mueven...y se muere. – la voz siniestra de Víctor hizo temblar a yuuri, observando por vez primera, a aquel mafioso se suponía debía temer. Quizás fue el primer momento en el que se detuvo a pensar, si todo lo que había hecho, le había llevado al Ruso aquello, no quedaba nada de aquel hable y adorable hombre al que había amado, aquel que con una simple sonrisa y su alegría le podía sacar de la miseria. 

Uno de los agentes comenzó a hablar por radio, escuchándose distorsionada la voz de Christopher, quien solo quería que Yuuri estuviera a salvo. comenzarían a negociar. el japonés no prestaba mucha atención, por primera vez sentía la culpa carcomer su alma, sentía su corazón latir lentamente y no entendía la extraña tranquilidad que sentía, aun cuando tenia un pelotón frente a él apuntándole y a Víctor con un arma en su cabeza. 

– ¿Qué es lo que pides, Nikiforov? – La voz del agente saco al pelinegro de sus pensamientos, mirando al bebe en sus brazos, quien le miraba atento, pero tranquilo.

– Un carro, ropa, dinero para irnos de aquí – Indico el ruso, viendo la cara desencajada del agente, este simplemente sonrió, sabia aun tenia las cosas bajo control.

–Debes darnos algo, Víctor! entréganos a Yuuri y podrás huir con tu hijo! – El agente tan solo tenia encargada principalmente la vida del japonés, aunque obviamente se encargarían del niño. Yuuri pareció horrorizado. 

– No! – el grito de Yuuri asombro a todos, incluso a Christopher que podía escuchar aquella conversación por el radio – Yo me quedare, lleven al niño. – Victor parecía satisfecho con aquello, como si sintiera con ello que su japonés aceptara quedarse con él. Lejos de la realidad, Yuuri habia desarrollado un fuerte apego al pequeño, y necesitaba saber que él estaría bien, antes de que cualquier cosa ocurriera. 

Victor asintió, y todos comenzaron a moverse, pasando ahi al menos 30 minutos hasta que vio llegar una 4x4 metían maletas a ella, bajo el arma al fin para dejar que Yuuri entregara a su hijo, con cuidado de que el hombre que le recibiera como correspondía. vio como se llevaban al pequeño mientras Yuuri retrocedía con cuidado. pero entonces le vio detenerse. Levanto nuevamente el arma, viendo como el japonés se daba la vuelta para mirarle, y ver como los otros hombres también le apuntaban. 

– Yo los llame. – Dijo finalmente el japonés, viendo como el rostro del ruso parecía desencajarse, dejar aquella tranquilidad aparente. – Te ame, amo al Víctor que conocí cuando niño, al Víctor que me entreno y amo cada parte de mí...mas esta persona que me apunta, no es a quien amo. – Victor parecía furioso, pero perdido, lo supo cuando vio caer su mano con el arma. 

– Lo se – Dijo el Ruso comenzando a abrir sus brazos y subirlos, dejando ver el signo de rendición en su accionar. – Perdón. 

Christopher por fin sintió que su corazón podía estar tranquilo.

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Virgin Demon.Where stories live. Discover now