¿Enamorados?

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Llevaba una semana entera encontrándose con Kuroo a la salida de sus clases, algo que no había sucedido en el pasado en sus de amistad

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Llevaba una semana entera encontrándose con Kuroo a la salida de sus clases, algo que no había sucedido en el pasado en sus de amistad. Aunque, si era honesto consigo mismo, podría admitir que le gustaba verlo tan pronto terminaba la tortura de sus clases.

La energía que gastaba intentando anotar volvía a aparecer cuando Kuroo se deslizaba a su lado, tomando su liviano bolsón para llevarlo por él.

─¿Qué tal las clases de hoy?─ era la primera pregunta que soltaba al verlo.

─Tan terribles como siempre─ era su respuesta, pero ese día en específico tenía algo más que agregar─ ¿No deberías estar en tu última clase con...?

Presionando un dedo sobre sus labios, Kuroo abre los ojos en su máxima capacidad antes de continuar.

─Si realmente me quieres, no dirás su nombre─ pide, tomando al chico por los hombros para guiarlo a lo largo del pasillo, deseando con fervor salir por fin del edificio─. Terminé el laboratorio antes, así que me dejaron salir.

Girando los ojos, Kenma intentó ignorar la sensación cálida que le proporcionaban las manos de Kuroo. Resultaba, de cierta forma extraña, reconfortante luego de otro intenso día en la universidad, pero no lo diría, en su lugar continuó con sus cuestiones.

─Dime que no estás evitando a Oikawa─ silencio fue lo único que recibió, manteniéndose paciente hasta que por fin se encontraron caminando debajo de los últimos rayos del sol ese día─. Ha dicho peores cosas en el pasado, deja de ignorarlo, él en verdad cree que estamos saliendo.

Su mejor amigo soltó una carcajada entonces, esa típica risotada parecida al grito de una hiena que, años atrás, podría generar en él la impetuosa necesidad de golpearlo. Se sorprendió observándolo detenidamente, apreciando por primera vez aquel ruido escandaloso.

Por todos los infiernos existentes, ¿acaso se estaba tornando tan estúpido como Bokuto?

─Muchas personas creen que estamos juntos─ afirma sin ver a Kenma, los afilados ojos gatunos de Kuroo clavados al frente con terror─. He recibido más felicitaciones de que creí obtener con algo así.

─Las personas fantasean demasiado─ comenta, apartando su vista al fin para dirigirla en la misma dirección que la de Kuroo.

No, por todo lo que más quisiera. No.

─¡Kenma-san!─ la alta figura se acercaba a ellos con pasos desgarbados, cada zancada abarcando metros de distancia mientras una más pequeña daba lo mejor de sí misma para mantener su ritmo.

─¿Quieres saludar al presidente de nuestro club de fans?─ murmura Kuroo, aunque parecía divertirse con la situación.

Kenma intentó empujarlo para salir huyendo de allí, pero antes de siquiera mover un pie el alargado brazo de Lev ya se encontraba alrededor de sus hombros.

─¡Felicidades, Kenma-san! La noticia de que por fin formalizaron está motivando a muchos para confesarse─ palabras que marean un poco a Kenma.

─Sí─ la repentina intromisión de Hinata a la conversación atrae toda la atención de Kenma, el corazón latiéndole desbocado dentro del pecho al ser deslumbrado con la sonrisa del chico─. Creo que haré lo mismo pronto.

El sonido de trozos rotos cayendo en su interior impulsado por una sola frase, ni siquiera la belleza de su sonrisa consiguió hacer más llevadero ese dolor que casi le desbordaba los ojos. Hinata en verdad estaba enamorado de alguien más.

─Me alegro por ti, chibi-chan─ de un solo movimiento, Kuroo aparta a Lev de Kenma, sus brazos atrayéndolo de forma protectora contra sí.

Dejó que Kenma escondiera su dolor de la vista de aquel que amó con sus escasas fuerzas y, si hablaba con honestidad, él podía percibir el mismo dolor asomándose en su interior.

─En verdad, lucen tan enamorados─ Lev alabó.

Kenma dejó de prestar atención a la plática que se desarrolló durante unos cuantos segundos más, dejándose arrullar por los brazos de su mejor amigo mientras contenía las lágrimas. Terminó siendo un alivio cuando, por fin, Kuroo lo alejó de aquellos dos muchachos.

─Lo siento por eso─ se apresura a disculparse el mayor.

Canalizando sus emociones, Kenma simplemente absorbe el dolor, eliminando las lágrimas que le nublaban los ojos.

─Está bien.

─Está bien

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¿𝑸𝒖𝒊𝒆́𝒏 𝑫𝒊𝒋𝒐 𝑬𝒔𝒐? •𝑲𝒖𝒓𝒐𝑲𝒆𝒏•Where stories live. Discover now