🗡¡Oh my pequeña y dulce asesina!🗡

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I

Su intensa mirada y su sonrisa cínica, causan cierto efecto hipnótico sobre mí, mis pies se mueven casi por sí solos y antes de darme cuenta ya estoy sosteniendo su mano. Miro al policía que se retuerce de dolor junto a él, cierro los ojos con fuerza... no quiero asesinar.

<<Sí quieres —dice una voz dentro de mí>>

No quiero ser una asesina.

<<Ya lo eres>>

— Linney –La voz de Angus me hace abrir los ojos, subo a la cama y me jala haciéndome entrar en contacto con la sangre de la mujer. Mi cuerpo se estremece al sentir la espesa textura en mi piel.

— Angus...

— ¡Hazlo! –Ordena poniendo su cuchillo en mis manos.

— No quiero hacerlo –Digo comenzando a llorar.

— Sí quieres... sé que lo deseas –Angus se acerca a mí y embarra en mi mejilla algo de la sangre de su víctima—. Siente —Vuelve a hacer lo mismo, pero ahora sobre mis labios—, saborea —Muevo mi lengua probando la sangre de la mujer, mi cuerpo vibra al momento y entonces lo siento, siento el deseo, la necesidad de ver más sangre y Angus se da cuenta, lo sé por la forma en que sonríe.

— Angus tengo miedo –Digo agachando la mirada.

— ¿De qué?

— De no poder detenerme una vez que inicie.

— No tienes que detenerte, eso es lo divertido. Cuando lo hagas serás libre.

— Libre... por fin seré libre, pero ¿En verdad deseo dejar libre al monstruo de mi interior? Siento que más bien seré su presa y viviré siendo esclava de tan depravado deseo. La duda viene a mí una vez más, la mano de Angus toma mi barbilla y me obliga a mirarlo.

— Sé que quieres ver sangre, sentirla, olerla, saborearla... no te resistas más –Sus labios se acercan a los míos—. Húndete conmigo en esta oscuridad –Susurra antes de besarme, el olor de la sangre y los labios de Angus sobre los míos me envuelven en un exquisito éxtasis, él se separa de mí dejándome deseosa de más, sus ojos que ahora están más oscurecidos me miran mandando corrientes eléctricas por todo mi cuerpo.

Paso mi lengua sobre mis labios saboreando su sabor y vuelvo mi vista al policía que mira con terror. No parece ser alguien que abuse de los demás, tiene la pinta de ser muy débil.

— Vamos Linn–Me anima Angus una vez más. Cierro los ojos e inhalo profundamente antes de colocarme a horcajadas sobre el policía que comienza a retorcerse y de inmediato Angus lo sujeta. Tomo el cuchillo entre ambas manos y lo levanto a la altura del pecho del policía, sus ojos llorosos conectan con los míos y entonces dudo una vez más.

— ¡No puedo hacerlo Angus! —Digo tratando de huir, pero me detiene rápidamente.

— ¡Quédate conmigo Linney! —Dice casi de manera suplicante—. No me dejes...

— Angus...

— Por favor –No sé qué es lo que veo en sus ojos, pero asiento rápidamente... yo no quiero dejarle.

— Quiero la libertad –Digo para mí misma—. ¡Quiero ser libre! No más ataduras... no más miedo... no más pesadillas –Cierro los ojos una vez más y me acomodo sobre el sujeto... levanto las manos rápidamente y sin pensarlo mucho dejo caer el cuchillo con todas mis fuerzas.

El metal atraviesa la piel mandando las vibraciones a cada parte de mi ser, siento como su cuerpo es atravesado y perforado... siento el crujir de los huesos y los órganos siendo destrozados. Saco el cuchillo y lo clavo una vez más y después otra y otra más, la sangre salpica mi rostro, mi ropa, empapa mis manos y es genial... es la sensación más maravillosa que he sentido en mi vida.

Hermosa Pesadilla 18+ ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora