6/10: Místico

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Fate/stay night

Shirou y Sakura en una unforgeteable luncheon

Esa cosa que daba vueltas por todos lados, aunque casi nadie la viera.

Magia.

Sakura Matou era una maga; no de las mejores familias, o de las más poderosas, pero eso no quitaba que la magia fuera parte de su vida diaria. Tal vez fuera por eso que apreciaba las tareas mundanas que no eran necesarias en su casa. Cocinar, limpiar, cualquier tipo de labor doméstica lograba distraerla, y el único lugar donde le daba gusto llevarlas a cabo era en la pequeña casa donde vivía Shirou Emiya.

No sabía si se le daba bien hacer muchas cosas a la vez; al sentir el olor a quemado saliendo del horno, supo que no lo hacía, y corrió hacia él para revisarlo.

—¡A-ay! —Tampoco había notado que olvidó los guantes para sacar la bandeja de metal de allí dentro, y terminó con su mano quemada por el apuro. Dejando el horno abierto, no mucho humo saliendo de él, llevó sus manos a la canilla de agua fría esperando que la quemadura sanara.

—¡Sakura! ¿Qué sucedió? —La voz de Shirou venía de la puerta de la sala, y no entró a la cocina hasta que vio el horno abierto y el calor comenzó a propagarse en la habitación—. ¿Qué pasó?

—Senpai... fue mi culpa. —Sakura cerró la canilla, y dejó de darle la espalda para verlo a los ojos—. Me excedí en lo que creí que podía hacer y terminé arruinando... —Una zona de sus manos se veía roja; a pesar de que Shirou no fuera la mente más brillante, vio el horno y se le ocurrió lo que podía estar pasando.

—Me encargaré del horno, no te preocupes, debo tener vendas en alguna parte... —Tomó un guante de cocina para meter la bandeja dentro del horno y lo apagó. Sakura volvió a poner sus manos debajo del agua; cuando se volvió, Shirou traía las vendas consigo.

—No es grave, en verdad, no hace falta —susurró, mas el pelirrojo desenrolló una de ellas, tomando la mano izquierda de Sakura entre las suyas.

—Necesitas descansar un rato —comentó; ella estaba demasiado distraída como para haberlo oído.

En las manos de él no se veían tan claros como en las suyas, pero no dudaba de qué se trataban esas marcas.

Sellos de comando.

Fictober 2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora