Parte 6

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VI

Antes

Resulta que Ian es muy agradable. Están a mitad de semestre y Lotta e Ian trabajan juntos en un ambicioso proyecto que Ian está poniendo en marcha. Tiene que ver con utilizar los recursos naturales de cada región de manera efectiva para frenar el éxodo masivo al que han de enfrentarse los países del norte de Europa a diario.

―Lo que más afecta a los países del sur es la elevada temperatura ambiente. Eso contribuye a que la calidad del aire empeore ―dice Ian, mostrándole los planos de lo que parece una ciudad subterránea a Lotta.

―¿Cómo has solucionado el problema de la purificación del aire?

―Esta ciudad no es una cueva, Lotta. Fíjate.

Ian le muestra las diversas aberturas que ha imaginado para su ciudad subterránea. Son gigantescos conos que se esparcen sobre la superficie de la tierra y que van a morir al centro de la ciudad soterrada, pasando por sus diferentes pisos.

―Es impresionante... ―se sincera Lotta―. ¿Es por esto por lo que te dieron la beca?

Es una pregunta incómoda y Lotta lo sabe. Se arrepiente al momento de haberla formulado. Pero Ian no se molesta. Simplemente, no contesta.

―Necesito tu investigación sobre los corales ―dice―. Uno de los inconvenientes principales de estas ciudades es la falta de luz, y como bien he aprendido de ti, los bosques coralinos son capaces de reflejar y dispersar la luz. ¿Me equivoco?

―No.

―Estaba pensando en rellenar estos conos que facilitan la dispersión del aire con agua marina y corales de diversos tipos. Los corales tienen la asombrosa capacidad de adaptarse a circunstancias extremas y viven con pocos nutrientes. Eso también lo he aprendido de ti.

Lotta sonríe levantando sus pecosos carrillos. Le gusta sentirse útil.

―Si los corales consiguieran dispersar la luz hacia el interior de la ciudad, tendríamos luminosidad natural ilimitada.

―No es una mala idea...

Ian sabe que no lo es. Está orgulloso de su utópica ciudad y cree que algún día podría ser una realidad. Un nuevo tipo de reimaginación.

―Fundamental, incluso, para que las plantas crezcan también en los pisos inferiores. Entonces ¿te unes al proyecto?

Lotta le golpea en el hombro de forma amistosa. Es obvio que va a unirse a un proyecto tan ambicioso y lleno de ilusión.


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