Capitulo 1

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Aquel día el sol se había ocultado mas tarde de lo usual, mientras el ultimo rayo de sol se perdía en el mundo de los mortales, el mundo de los muertos se iba llenando de luces y color solo por esos dias en los que se les permitia visitar a sus seres queridos.

Todos los habitantes de aquel pueblo sabian de las tradiciones que se hacían para recibir a sus seres queridos, hacerles un altar o llevar las cosas a su tumba, dependiendo del caso de cada uno de ellos. 

Sin embargo una vez que formaban parte del otro mundo lograban ver que algunas cosas estaban ocultas para ellos.

La Muerte

No era mas que una delgada linea, una frontera si la llamamos de algún modo, entre este y el otro mundo que erróneamente muchos creen que es el cielo o el infierno dependiendo de que tan "bueno" o "malo" hubieras sido en vida.

Mas no es asi, el mas allla se clasifica por el tipo de persona que fuiste en vida, por las lecciones que aprendiste y los recuerdos que dejaste en las personas.

Existe un lugar que es llamado como El paraiso de la lluvia a este lugar llegaban distintas personas que tenian algo en comun, sus muertes estaban relacionadas al agua, este era un lugar de reposo y abundancia.

Otro de los paraísos era un lugar de renacimiento, a este llegaban almas de niños pequeños y bebes que se les daba la oportunidad de renacer en la tierra nuevamente.

Pero de estos, dos eran los lugares mas importantes, eran como una dualidad emtre luz y oscuridad.

Omeyocan, el paraiso del sol, aqui yacían los bravos guerreros, grandes heroes, gente que era famosa, en este lugar la fiesta permanente era lo que los distinguía, una continua celebracion con musica y un sin fin de alegria, la luz bañaba todo este lugar.

Estos tres primeros formaban parte de una tierra mas grande conocida como La tierra de los recordados.

Sin embargo existia un lugar mas, uno que era totalmente lo opuesto a este.

Mictlan.

En este lugar estaban personas como Christopher, el murió cuando tenía 20, muy joven pero ese no era el motivo de su estadia en Mictlan.

Ese lugar era oscuro y lúgubre, sin ventanas o cualquier fuente de luz del cual era imposible salir, no había fiestas ni alegria, este lugar estaba destinado para los "olvidados" como les habian llamado, normalmente estaba lleno de extranjeros que no tenían familiares cerca del lugar en el que murieron o aquellos que ya no tenían familia que los recordará de alguna forma, cualquiera de esas circunstancias los llevaban a Mictlan.

Chris murió así, salió de su pais, Ecuador, hacia Mexico a una de las tantas fiestas que tenían, si le preguntan cual él no podría responderles, ya que pasó hace mucho tiempo, pero si recuerda la luz de aquellos faroles adornando las calles, se emocionó al ver los fuegos artificiales justo antes de ver la gran fiesta en la plaza, todos ahi bailando, riendo, cantando. Solo recordaba aquello y entonces despues deperto ahí.

Se asustó al ver todo tan oscuro fué como encontrarse en la mas densa oscuridad, se sintio sofocado como si la oscuridad fuera absorbiendo parte de su vitalidad, de su aire, hasta que alguien lo ayudo y le dijo que estaba muerto, trato de reir por aquella broma, como queria tomarla, pero se sintio casi sin emociones, vacio por dentro, como si estas le abandonaran poco a poco.

Con el pasar de los años Christopher se acostumbro a aquel lugar después de sus muchos intentos por encontrar alguna salida aunque fuera por unas horas, pero año tras año sus esperanzas iban desapareciendo al ver que de los otros tres mundos las personas podían salir una vez al año, al principio lo recordaba, era algo relacionado con sus familiares pero con el paso del tiempo lo fue olvidando.

Viendo y aguardando en la oscuridad y el silencio el momento en el que el pudiera abandonar ese mundo y poder ver algo del exterior incluso alguna pequeña luz, pero eso no pasaba.

Pero todo podia cambiar en cualquier momento.

Chris ya sabía que día era, aunque no tuvieran noción del tiempo, sabía que era esa parte del año en la que los muertos iban a visitar a sus familiares y para no perder la costumbre de todos los años se presentó ante la diosa la "Dama de la Muerte".

Ella era una mujer alta y delgada con un vestido antiguo, negro, ajustado y largo, tenia el cabello negro como de carbon y piel pálida como la nieve sus pómulos sobresalientes y ojos color zafiro le daban un aspecto lúgubre sobre todo con aquella expresión de frialdad ante el resto ocultando cualquier emocion y en su cabello tenia una orquídea rosada que desentonaba con su aspecto.

Debia ser tenebrosa ya que al ser la "Dama de la muerte" debia traer a las almas a aquel lugar y por eso tambien era la que estaba a cargo del lugar y año tras año le daba negativas al muchacho sobre su salida de ese mundo.

-Señora- Chris hizo una reverencia cuando la tuvo frente a él -Vengo para pedirle... -

-Lo lamento Christopher- le interrumpio -No puedo dejar que nadie salga de este lugar, ya te lo dije si nadie te recuerda... -

-No puedes salir de aqui- continuo Chris con una voz monótona -Lo se,  ya me lo dijiste- soltó un pesado suspiro -pero solo por una noche, quiero saber del mundo exterior, quiero ver lo que pasa lejos de aqui-

-Lo se Chris- uso un tono suave y dulce y soltó un suspiro -se que no perteneces  aqui, pero esas son las reglas, a menos que alguien te recuerde no podras salir de este lugar-

-Si ya lo se- respondió cabizbajo, estaba apunto de retirarse hasta que vio un ave que se acercaba hasta ellos, de plumas doradas y resplandecientes, como si fuera de fuego, la vio acercarse con un sobre que sostenía en el pico que la Dama de la muerte recibió en sus manos.

-Christopher- le llamo ella mientras leia la carta con un poco de asombro para que este no se fuera.

-¿Paso algo malo?- pregunto temeroso.

-Es un mensaje del que es dios del sol, Chris, es una invitacion para que cruces la frontera al mundo de los mortales-

Christopher se quedo perplejo ante la noticia, él yendo hacia el mundo de los mortales le parecia tan inverosímil que por un momento creyo que era un broma y decidio que era mejor preguntar.

-¿Como es posible?-

-Alguien te dejó una ofrenda en tu tumba, ya sabes que significa-

Inmediatamente una nueva duda habían invadido la mente de Christopher, quien era aquella persona que había puesto eso en su tumba

¿Acaso la conocía?

¿Porque ahora y no hace trecientos años?

A cada segundo mas preguntas llegaban a su mente sobre la persona que sin saberlo habia hecho su sueño realidad, o talvez si era consciente de que el podria volver si hacia eso.

Pero si había algo sobre lo que no tenia duda era que apenas saliera agradeceria a quien lo ayudo asi tuviera que romper las reglas porque nada de lo que hiciera podria ser sufiente para agradecer.

Por dos dias, sería liberado de aquel cautiverio que habia significado su muerte.

Just for today  |Virgato|  TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora