Capitulo 2

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La ofrenda mas comun en ese tiempo era el cempasúchitl era una flor de color amarilla, algo naranja llamada tambien la flor de mil petalos que en ese especial dia adornaba altares y calles.

La leyenda detras de esta flor era muy conocida por todos.

Hace mucho tiempo, durante la epoca de los aztecas habia dos jovenes Xóchitl y Huitxilin, el romance entre ellos nació desde que eran muy niños, jugando juntos y paseando a los alrededores del pueblo, con el tiempo era natural que el amor entre ellos floreciera.

Se dice que todas las tardes subían a una montaña a llevarle flores al dios del sol, Tonatiuh, el parecia sonreirles desde las alturas a aquellos enamorados y ellos juraron amarse por siempre, incluso mas alla de la muerte.

Un dia llego la guerra y el joven Huitxilin tuvo que ir a pelear, tristemente poco tiempo después le llego noticias de Huitxilin a Xóchitl, diciendo que el había muerto, la bella Xóchitl sintio romperse su corazón ante ese dolor.

Por una última vez Xóchitl subió a la montaña para dejarle una última ofrenda a Tonatiuh y le suplicó al sol que le dejara unirse a su amor. El sol conmovido por aquellas lagrimas, brillo con intensidad sobre la joven haciendo que sus rayos la transformaran en una hermosa flor de colores tan hermosos como el mismo sol. La flor le permitió crear un camino para reunirse con su amado para siempre.

Esta flor se usaba para adornar las tumbas y los altares en el día de los muertos, ya que por la leyenda de su creación, era considerada como el resplandor del sol, que según se creia dió origen a todo, esta flor no solo adornaba los cementerios, tambien las casas, los caminos ya que estos eran los que guiaban a los muertos en su regreso a este mundo.

La gran leyenda del amor de Xóchitl y Huitxilin permitían a los muertos volver a unirse con sus seres queridos otra vez. Cada pétalo significaba una vida y le recordaba a los difuntos que aun eran parte del todo, que aun no habian sido olvidados por sus amigos y familiares.

Asi que  la mejor ofrenda que algún muerto hubiera podido recibir era una corona de flores de cempasúchitl.

Joel sabía eso perfectamente, de niño habia vivido junto a sus padres en Mexico, en la casa de su abuela eso hasta que cumplio 15 y tuvo que irse por sus estudios, pero ahora estaba de vuelta casi 5 años despues, siempre le llamo la atencion los festejos y la cultura mexicana, pero fué el Día de los Muertos el que más le llamo la atencion desde niño, sobre todo por el sin fin de leyendas que inspiraban dicha festividad, siempre preguntaba sobre el significado de cada cosa que veia en esa fiesta y su abuela gustosa le respondia.

Sabia que el cempasúchitl era la flor que guiaba a los muertos y les daba a entender que no habian sido olvidados.

Ese dia habia ido a visitar la tumba de su abuelo pero habian pasado tantos años que se podría decir que estaba perdido, aprovechando estar algo desorientado estuvo viendo todos los colores que le mostraba ese lugar relacionado con ese dia, pero que le sorprendio fue no encontrar nada en aquella tumba.

Cuando se acercó vió que no era reciente lo cual llamó aun mas su atención, se agacho para quitar un poco el polvo y las enredaderas que cubrían aquella lapida y con un poco de esfuerzo podía leer el nombre de la persona a la que le pertenecia.

"Christopher Velez"

Miró de forma triste aquella tumba que había sido olvidada, quien sabe por cuantos años, Joel sintio tristeza por el dueño de la tumba se levantó y tratando de memorizar ese camino logro encontrar una salida, apenas estuvo afuera se acercó a una de las florerias cercanas y pidió una corona de flores de cempasúchitl, siempre le pareció un nombre un poco complicado para algo tan requerido en aquellas fechas.

Con prisa volvió a aquella tumba recordando todo el camino que habia recorrido, volvio a agacharse dejando la corona de flores el pie de la lápida, sacó una hoja de la mochila que estaba cargando y escribió algo en ella dejándola al lado.

"Nadie merece ser olvidado

-Joel"

Se alejó sabiendo que al menos en ese lugar nadie iba a quedar olvidado, sonrió al saber que hizo algo bueno.


[…]


-Christopher no es tan sencillo- empezó la Dama de la Muerte al ver la emoción de Christopher por querer salir de alli -No puedes salir asi de fácil, primero debes ir donde Tonatiuh y solo con su permiso podras salir-

-Porque no nos evitamos tantos tramites y simplemente salgo y ya-

-Es su luz la que carga de energia el cempasuchitl y solo por medio de el es que las personas pueden pasar al otro lado, ademas de que él te envió la invitación debes acudir a su llamado primero ¿No crees?-

-Entonces ahora mismo ire y... ¿Como llegare si no puedo salir de aca?-

-Cuando tomes la carta esta te llevara a su palacio- vio que Christopher estaba por tomar la hoja lo detuvo con un ademán -Chris, si quieres salir acepta sus condiciones, no le des la contra ¿Esta bien?-

-Esta bien- aceptó, titubeo un poco al querer agarrar la hoja pero finalmente a agarro. Un pequeño destello de luz lo cegó un poco y al abrir los ojos supo que ya no estaba en aquel oscuro lugar.

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