Daniel

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A mí que me pongan una pelota y ya. Hasta en la fo to aparezco con la pelota. Pero estoy chico, chico de edad digo porque en esa foto soy el más alto del curso y el más ancho de espaldas y soy el atleta del colegio y me pongo la medalla hasta para salir (muy vanidoso, es que era chico de la mente y me las creía todas).
Me ponen una pelota y se me olvida el mundo y también en el tenis y en cualquier deporte y creo que por eso no me han echado del colegio, porque he ganado varios trofeos con el curso, porque los empujo, porque los lidero y el profesor de educación física me tiene buena y sé que me ha defendido delante del Consejo de Profesores, es que la pelota es otra cosa. Por suerte me ayudaban la Marta y la Claudia en matemáticas, pero digo me ayudaban porque de pronto descubrí a la Marta (que nadie la miraba) y también la descubrió el guatón Cárcamo, mi compañero de fútbol, y empezaron lo líos, era como si todos hubiéramos llegado de nuevo al curso, y entró el Julio que parece que es medio raro (pero corre bien) y también le gusta arrancarse en el recreo a la cancha del fondo del colegio y no le importa que dar entierrado. Por todo esto el año antes de que nos pasara lo que nos pasó les dije a mis papás que por qué no me llevaba a un colegio especial para deportistas, yo soñaba con jugar por el Real Madrid o el Barcelona o ser tenista profesional o correr en las Olimpíadas, pero mi papá que es contador y le ha costado pagarme todo y a mis hermanos llevarlos a estudiar a la universidad (paga no sé qué fortuna en las privadas) casi me mata. «Quiero profesionales» me dijo, y yo le dije «lo único profesional que puedo ser es ser deportista» y me cruzó la cara con una bofetada y mi mamá se puso a llorar y mis hermanos, el Ángel y la Loly, saltaron de sus camas y trataron de explicarle, «Daniel es otra cosa, Daniel se la puede» y yo me ponía algodón en la nariz porque me sangraba y juré que igual iba a practicar y practicar y practicar y practicar hasta que mi padre entendiera, hasta ser de los mejores y creía que todo iba a ir bien pero me tocó el corazón la Frida y las palabras se me abrieron en la boca y la pelota fue menos importante y me puse raro, muy raro, todos nos pusimos muy raros.

El año que nos volvimos todos un poco locosDove le storie prendono vita. Scoprilo ora