Mi cumpleaños era justo la noche más larga del año porque cambian a horario de invierno y hay una hora de más, yo estaba tan contenta y le pedí la casa a mis papás y se armó una fiesta preciosa y mi papá hasta compró cotillón y yo no sabía la que se iba a armar, no sabemos cómo entró el trago pero entró y no sé por qué me echan la culpa, yo no voy a estar vigilando, y ya no somos niños chicos para andar tomando jugo as y mi mamá y el novio de mi mamá dijeron «hagamos una parrillada» y yo les dije mejor regálenme un equipo de luces, arrienden un D.J. aunque no sea el mejor ni nada y que cuelguen del living una bola de espejos y todo parezca una disco de verdad y el novio de mi mamá dijo que no había plata pero él pondría unds altavoces y bastaba con un amplificador y un computador y las luces, sí, porque él trabaja en teatro y eventos, y ahí arreglamos la casa y empezamos tarde, sí, porque nadie es tan nerd de llegar a las nueve de la noche así que empezaron a llegar a las doce y no sé qué tanto lío arman si ya el año anterior se tomaba y se llegaba tarde y nos pasaban a buscar como a las tres y era un lío es tirar la hora y los papás dale que a la una de la mañana y yo les decía y les dije esa vez prométanme no dejarme en ridículo y la fiesta vino con todo, nadie andaba con nadie en el curso antes de la fiesta (¡lo juro!) y creo que no es tanto problema que se haya mareado la Marta si era de las más nerd ldel curso y se le pasó con el pisco y no me echen la culpa, yo no soy su niñera, yo estaba hablando con el Julio (el nuevo) y bailando mucho y estaba mareada, sí, todos lo estábamos pero bailábamos y bailábamos y bailábamos no más, eso no más.
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El año que nos volvimos todos un poco locos
Teen FictionEl año que nos volvimos todos un poco locos, más que la historia de un grupo de amigos, nos habla del mundo personal de cada uno de ellos construido a través de monólogos internos, haciéndonos partícipes de las más intimas contradicciones e inseguri...