7: Dulce despertar

10.3K 895 106
                                    

Andrew

La luz que se colaba por las puertas del balcón daba justo en mi cara despertándome de mi maravilloso sueño, nunca había dormido mejor, sobre una suave y acolchonada cama, así debe sentirse el cielo después de dormir en el suelo durante cuatro años.

Me senté en la cama y estire mi cuerpo mientras bostezaba. (Bostece cuando escribí esto, siempre me pasa)

— Mi cuerpo se siente increíble— dije, me levante de la cama y camine al baño lave mi cara y dientes, el baño contaba con todo lo básico para mi limpieza personal, estaba por quitarme la ropa para bañarme cuando recordé que no traje más que la ropa que traía puesta aunque bueno que podía haber traído apenas y tenía un par de cambios de ropa y los tenis que traje.

Salgo de la habitación con la intención de pedirle a Paul de favor si puede prestarme algo de ropa, solo mientras la que traigo puesta se seca después de lavarla.

Anoche después del paseo descubrí que es el quien duerme en la habitación contigua a la mía. Camine esta su puerta pero justo antes de tocarla vinieron a mi mente los sucesos de anoche, recordé como llore en su pecho mientras él me abrazaba y decía que todo estaría bien y de cómo beso mi frente diciendo que cuidaría de mí.

Sin darme cuenta de mis acciones ya tenía una mano sobre el lugar que él besó, mi corazón comenzó a latir muy rápido y mis mejillas se cubrieron de rubor con solo recordar la suavidad y calor de sus labios en mi frente, lo protegido y bien que me sentí entre sus fuertes brazos.

— No puedo, como lo veré a la cara después de lo de anoche, ¡No puedo! — dije dispuesto a huir y encerrarme en mi habitación pero una grave y adormilada voz me lo impidió.

— Buenos días, Andrew— dijo Paul abriendo la puerta de su habitación dejándome en shock, traía puesto solo el pantalón del pijama dejando al descubierto sus bien formados brazos, abdomen y pecho. Dios creo que estoy babeando.

— B-buenos d-d-días P-paul— maldición soy tan tonto.

— Pasa algo Andrew te oí venir, pero no tocaste la puerta— no pude evitar bajar la mirada no sé cómo verlo a la cara sin recordar lo que paso anoche y más aun teniendo su torso al descubierto —Ya te dije que no hagas eso, si bajas tu mirada no puedo ver tu rostro y eso no me gusta— dijo acariciando mi mejilla.

Este hombre enserio quiere matarme, levante la vista como me lo pidió y ahí esta él a tan solo unos cuantos centímetros de mi cara sin poder evitarlo di un salto hacia tras totalmente avergonzado, lo escuche reír por lo bajo.

— Y bien Andrew, necesitas algo— preguntó dejando ya de reír.

— Mmm... Sí, lo que pasa es que no tengo ropa que ponerme más que esta y quería saber si podías prestarme algo mientras lo que traigo puesto se seca después de lavarlo— le explique mirándolo a la cara.

— No, no te presto mi ropa— dijo totalmente serio, ¿Lo he hecho enojar? Pero si tan solo le pedí algo de ropa que hay de malo en eso.

Paul

— No, no te presto mi ropa— sé que suena cruel pero entiéndanme ya de por si es difícil contener los deseos de mi lobo de marcarlo como mío, no quiero siquiera imaginar que pasaría si veo su pequeño, sexy y lindo cuerpo usando mi ropa — No me mal entiendas no es que no quiera prestarte de la mía solo que creo que es mejor que tengas tu propia ropa así que saldremos de compras— dije al notar una mirada triste y confundida en su rostro.

— No hace falta, además yo no tengo dinero para comprar— lo escuche susurrar.

— Nadie está diciendo que lo pagaras tú, ahora eres parte de mi manada y yo me haré cargo de ti y de todas tus necesidades así que no se hable más, baja a desayunar yo bajare en un momento y después iremos de compras— dije antes de cerrar la puerta.

Mi DestinoWhere stories live. Discover now