15: El Comienzo del Fin

9.7K 748 59
                                    

Andrew

Han pasado dos meses desde la Luna de celo. Dos meses desde que Paul por fin me marco como suyo. Dos meses en los que nos volvimos uno y ahora puedo decir que la vida es hermosa, que todo ha valido la pena. Pero ha pasado un par de semanas desde que he estado experimentando unos extraños síntomas y la verdad es que creó que estoy enfermo.

La mayoría de las cosas que como me causan asco o nauseas por eso he optado muchas veces por mejor no comer, me he sentido más cansado de lo normal, quiero dormir todo el tiempo y he sufrido de uno que otro mareo, aunque no le he querido decir nada a Paul para no preocuparlo, él ya tiene muchas cosas en la cabeza con lo ocurrido en la manda BlackNight.

Al parecer un vampiro entro a su zona y secuestro a uno de sus omegas, y no a uno cualquiera, se llevó al hijo del alfa líder y hermano de Max el alfa de Sofía, así que como imaginaran la manada BlackNight esta vuelta loca buscando hasta por debajo de las piedras al dichoso vampiro que se llevó al chico. Paul se ofreció a ayudarlos informando si se avistaba a un vampiro por la zona además de mandar a varios de sus mejores centinelas y rastreadores a ayudar con la búsqueda.

— Buenos días, mi cielo, por fin despiertas — entra diciendo Paul, distrayéndome de mis pensamientos.

— Buenos días, amor — respondo.

— El desayuno ya está listo, venía a despertarte para que comieras un poco — dice sentándose en la cama a la vez de dándome un amoroso beso.

— Enseguida bajo amor, hoy desperté con mucha hambre — digo acomodándome en el borde de la cama, bajó de ella pero solo basto que diera un paso para que todo mi mundo diera vueltas.

Todo pasa tan rápido y solo cierro los ojos esperando el golpe contra el suelo, pero nunca llega, en cambio siento unos fuertes brazos sosteniéndome por la cintura con firmeza evitando que caiga.

— ¿Amor que pasa?— pregunta preocupado, no sé qué responderle, trataba de evitar esto mismo y ahora lo he arruinado — Respóndeme, esto ya no es normal crees que no me he dado cuenta que casi no comes y que muchas de las veces lo poco que llegas a comer lo vomitas, además de que este no es el primer mareo que sufres, ¿verdad? — me confronto en preguntas.

Podía ver la preocupación en su rostro además de cierto reproche en su voz por ocultarle lo que me está pasando, no quiero que me mire así.

— No sé que tengo— dije apenas con un hilo de voz — Pero desde hace un par de semanas he estado teniendo estos extraños síntomas, casi todo me causa asco por eso no como y lo poco que como después de un rato me provoca náuseas y vómito, al igual que todas las mañanas, me he estado sintiendo más cansado de lo normal además de los constantes mareos —no puedo más que mirar al suelo avergonzado.

Paul no dice nada, solo me mira por unos segundos para después olisquear el aire cual perro en busca de una pista, solo después de hacer eso me ve fijamente frunciendo el ceño, eso me asusta, no quiero que se enoje conmigo. Justo cuando estoy pensando en lo que haré para contentarlo su expresión cambia a una de asombro, y de asombro cambio a una de total felicidad, no entiendo nada, ¿Qué pasa?

Sin más se levanta y sale rápidamente de la habitación. Yo rompo a llorar. ¿Qué esta pasándome?

Unos segundos después lo oigo gritar...

¡¡Que alguien llame al doctor de la manda, lo quiero aquí en cinco minutos!!

Mi llanto acrecienta y me sumo en el miedo, -tan grave es lo que tengo-, pero entonces, ¿Por qué Paul parecía feliz?

Mi DestinoOù les histoires vivent. Découvrez maintenant