Cuando Craig cerró sus ojos y luego los abrió, nunca se imaginó que de un simple paso a la inminente resignación de todos sus pensamientos, cambiarían fortuitamente en el instante en que observó a Tweek haciendo aquello. Su corazón dio un vuelco ext...
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—Tweek.. ¿p-puedo entrar? —cuando Craig se percató que el pequeño blondo estaba ausente en el comedor, se negó rotundamente a ser parte de la cena si su mejor amigo no acudía.
Tucker discernía a la perfección qué pasaba con Tweek. Cuando lo encontró discutiendo esta mañana con su hermana sobre algo que tenía que ver con un chico, no ha vuelto a salir de su cuarto en todo el día; y eso era muy frustrante porque en realidad Craig lo quería mucho y sufría más que el omega cuando lo veía melancólico y taciturno.
Era obvio que el alpha desconocía completamente el origen de dicha controversia de los hermanos, mas al escuchar que el rubio estaba enamorado de algún muchacho antes de intervenir la inminente y posible pelea, su lobo interno se ha sentido un poco preocupado desde entonces. No era que Craig era el dueño de la vida del rucio o simplemente su padre para aprobar si es equitativo que Tweek comenzara a fijarse por los alphas, tener cierto deseo sexual hacia ellos y sobre todo tener centenares de fantasías amorosas. Y lo peor de todo es que era de uno, uno que quizás él conocía porque Kelly se lo restregó en la pobre cara de su hermano en intento de abogamiento.
Y no quería saber que su mejor amigo se estaba enamorando de... de otro que no fuera él.
—Eh... ugh, sí... Puedes pasar Craig —se escuchó de forma queda. El rubio observó cómo la puerta que estaba entornada se abrió meticulosamente y de manera mecánica peinó un poco su cabellera dorada antes de encontrarse con los profundos ojos verduscos del alpha.
—Tweek, ¿te sientes... te sientes mejor? —Craig cerró la puerta cautelosamente y se dirigió al pequeño, quien estaba sentado en su cama y por lo visto estaba en el designio de concentrarse en lo que veía en la televisión, todo hasta que apareció Craig.
El moreno se sentó en su diestro y al instante recibió varios olores de impotencia e ira del omega que se impregnaron en sus fosas nasales a través de las feromonas.
—Sí, estoy bien —de inmediato silenció la tv con el control que tenía en su mano izquierda en el momento en que sintió la fuerte y suave mano del alpha por sobre su barbilla.
Y pudo sentir un estremecedor cosquilleo en su pecho.
—No parece, Tweek —le hizo mirar su rostro y cuando ambas miradas se reencontraron, el omega se ruborizó levemente—. Kelly habló con Wendy y ella me dijo que tu hermana está arrepentida de haber discutido contigo.
Bien, Craig quería ir directo al grano con respecto a ese tópico porque si se iba por otras ramas, sabía que podría terminar todo mal y no se solucionaría nada, Tweek no saldría del cuarto y quizás hasta se esté preparando para matar a su hermana a la hora de dormir o algo. Todo podría ser posible con lo rebelde que es, ¿verdad?
—También se arrepiente de haberte dicho esas cosas.
Tweek frunció el ceño y arrugó su nariz, escéptico con lo que manifestó el alpha—. No mientas, Craig. Si en realidad esa puerca se hubiera arrepentido de todo lo que pasó... pues... Hubiera venido ella a pedirme disculpa.
