Capítulo 1

58.3K 2.9K 556
                                    

Abrí los ojos quejosamente al escuchar la molesta alarma que me indicaba que tenía que ir a la universidad. Me levanté a regañadientes pero vuelvo a caer en la cama por pereza, pero decido levantarme nuevamente para ir al baño y cambiarme por ropa que cubra todo mi cuerpo hasta las muñecas, aunque hiciera bastante calor que me hará sofocar.

Y el porqué uso este tipo de ropa todos los días sin importar si haga frío o calor... es una simple persona: Mi padre.

Mi padre es la razón del porque cubro mi cuerpo lleno de golpes y heridas. Siempre que llega ebrio a casa, comienza a golpearme a mi y a mi madre... siempre fue así... toda mi vida hasta mis veintisiete años...

Suspiro cansada y decido cepillarme los dientes, el cabello y luego bajé rápidamente para que mi padre no me viera. Salí de casa sin desayunar como es costumbre, mientras menos tiempo paso en aquella casa, mejor.

Agarro mis auriculares y me los coloco, elijo una canción y camino escuchando música. Llegué sin darme cuenta por estar prestando atención a la música y lo que me hizo reaccionar fue ver a mis amigas Raquel y Sofi de espaldas y decido ir hacia ellas.

- ¡Hola! - Grito tras ella quienes saltan del susto.

- Estúpida, hola - Dicen riendo un poco y me abrazan efusivamente.

Me aguanté el dolor de mi cuerpo mal herido hasta que nos separamos.

- ¿Qué estaban haciendo? - Pregunté.

- Nada, solo escuchábamos rumores sobre que vendrían chicos nuevos - Dijo Raquel, yo asentí pero en ese momento suena el timbre de inicio de clases.

- ¿Nos vamos? - Pregunta Sofi, nosotras sonreímos y empezamos a caminar hacia nuestras clases las cuales nos toca separadas.

Voy a mi casillero para guardar mis cosas, ya todos estaban en sus salones así que no había nadie más.

Guardo mis cosas pero saco los libros de mi clase de ahora. Pero en ese momento siento mi cuerpo ser dado vuelta con algo de dureza a la vez que un antebrazo golpea los casilleros por sobre mi cabeza.

Su mano me tomaba por el cuello, pero aunque no lo pareciera... su tacto era suave y... cálido...

- Mía - Gruñe consiguiendo que mi piel se erizara, su voz era profunda y dominante que me hizo sentir un leve temblor por todo el cuerpo.

Pero... no me puedo permitir dejarme reclamar por un desconocido por más guapo y sexy que fuera.

- ¿Y tú quién se supone que eres? Como sea, es mejor que me sueltes ahora, tengo clases - Dije intentando escapar de su agarre pero él golpea su cuerpo contra el mío y los casilleros a la vez que su mano en mi cuello bajaba a mi cintura para apretarla levemente.

Pero aún así... sus acciones hicieron que sintiera un dolor muy agudo por todo mi cuerpo e hiciera una mueca de dolor.

- Claro que no... no puedo permitirme soltarte... eres mía... - Dice nuevamente en un gruñido y contra mi cuello.

Esto me asustaba... por un momento la sombra de mi padre apareció frente a mi y temía porque me golpeara nuevamente.

- S..Suéltame... por favor... - Dije aguantando cuanto podía las ganas de llorar - Me duele... -

Él parece reaccionar ya que levanta la mirada y me mira el rostro para luego apartarse.

Yo me aparto y me abrazo a mi misma, siempre mantuve la cabeza agachada.

- Sé que eres el nuevo, pero... no seas violento conmigo... por favor... - Dije.

Él se quedó inmóvil, y yo aproveché para dar media vuelta e irme de ahí rápidamente y poder llegar a mi clase. Pero lo miré por encima de mi hombro.

Él se pasa las manos por el cabello pareciendo frustrado y después sigue caminando por la dirección contraria a la mía.

Dejé de mirarlo y seguí mi camino hasta que entré al salón y después del sermón por parte del profesor y sobre de que no debo de llegar tarde, me senté.

Pero por alguna razón no podía dejar de pensar en ese chico...

Se me hace interesante y me intriga ro hecho de que me haya dicho que era suya... No entiendo porqué...

Además... era muy guapo...

- Megan - Mis pensamientos fueron interrumpidos por Adam, mi amigo, es gay - ¿En tus pensamientos de nuevo? - Dice sonriendo.

Asentí sonriendo apenada y apoyando mi mano tras mi cabeza.

- ¿Qué sucede? - Pregunté.

- Sucede que ha sonado el timbre y tú ni cuenta - Dijo, yo reí un poco apenada - ¿Qué te tiene tan pensativa? - Pregunta.

- Te lo diré, pero no le cuentes a nadie ¿Bien? - Dije en un susurro y él asiente emocionado - Bueno... hoy un chico... o más bien un Dios Griego, me dijo que era suya contra los casillero ¡¿Puedes creerlo?! Por más guapo que sea... ¡No soy de nadie! - Dije molesta, pero éste me mira serio.

- ¿Es enserio... ? - Pregunta sin creérselo y yo asentí - Bueno... quiero verlo ¿Enserio está tan guapo como dices? - Pregunta entrecerrando los ojos y cruzándose de brazos. yo sonrío.

- Siendo sincera... Está buenísimo, así como el pan, pero su comportamiento... - Dije dejando la frase a medias pero ambos nos reímos.

- Mm... Me lo imagino, bueno vamos al receso - Dice.

Asentí y ambos nos levantamos para salir del aula, pero, estando fuera, siento una mirada pesada detrás de mi y al voltear me encuentro con el chico quien me miraba... ¿Molesto? ¿Qué le pasaba ahora?

- Ey... voltea disimuladamente y vas a verlo - Dije susurrando hacia Adam.

Él asiente y lo hace, voltea a verlo discretamente pero al segundo casi parece tener un ataque al corazón y me mira sorprendido.

- Dios mío... Esta buenísimo, seguro y lo hace excelente en la cama... - Dice y yo golpeo su hombro levemente, ambos reímos un momento pero en ese momento siento que apartan a Adam de mi y cuando abro los ojos veo la musculosa espalda del chico nuevo quien sujeta a Adam del cuello de la camisa.

- Te alejas de ella, imbécil. No quiero que la toques - Dice el chico furioso y con la mandíbula tensa.

Yo apoyé mi mano en su hombro para que me mirase.

- Suéltalo. Ahora - Dije de forma demandante y fría.

Cuando intentan lastimar a mis amigos es cuando no puedo controlarme.

El chico nuevo me mira de reojo pero suelta a Adam y me toma a mí en su lugar pero con delicadeza y enrollando sus brazos en mi cintura apenas tocándome. Esconde su rostro en el hueco de mi cuello y lo sentí aspirar mi aroma.

- Hueles muy bien mi Luna - Dice en un susurro contra mi piel a lo cual yo me estremezco.

- N..No... No soy tuya, y no me llamo Luna - Dije.

- Eres y serás siempre mía - Dice él y disimuladamente muerde mi cuello haciendo que soltara un jadeo involuntario que me hizo avergonzar.

¡¿Qué mierda me pasa?!

- S..Suéltame, me lastimas - Dije al poder sentir mis heridas doliendo, Adam lo nota y se tensa.

- Déjala ¿No ves que la lastimas? - Dice Adam.

El chico me suelta pero me mira... ¿Preocupado?

- ¿Qué pasa? ¿Estás bien? Apenas te tocaba... - Pregunta muy preocupado.

- N..Nada, no te preocupes, solo... déjalo así - Dije, agarré a Adam y nos fuimos corriendo hacia donde las chicas quienes estaban mirando y apartando la mirada de unos chicos que ni disimulan que las veían a ellas.

- Hola - Decimos Adam y yo al mismo tiempo, ellas nos ven y nos sonríen.

- Hola - Dicen ellas, nosotros nos sentamos juntos y empezamos a charlar de los nuevos, son raros... pero guapos.

- ¿No pudo venir un cuarto al que le interese yo? - Se queja Adam haciéndonos reír.

MY POSSESSIVE ALPHADonde viven las historias. Descúbrelo ahora