Capítulo 11

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Corría cuán rápido mis piernas me lo permitían, no podía dejar de llorar, el dolor continuaba allí y no me dejaba en paz. Odiaba esto.

¡Él la separó! ¡¿Por qué no deja de doler?!

Por fin me detuve al estar frente a un estanque con aguas cristalinas, era... hermoso... me acerqué al borde y me permití caer de rodillas al suelo y llorar en la orilla, abracé mis piernas y escondí mi cabeza entre mis rodillas.

Lloraba desconsoladamente, quería dejar de sentir este dolor insoportable, quería que se detuviera la imagen que seguía repitiéndose en mi mente.

Escuché ramas romperse y me giré rápidamente, pero me tranquilice al ver a Alex en su forma lobuna, yo volví a apartar la mirada.

- Quiero estar sola... - Dije con la voz rota - Vete Alex - Dije un poco más firme, pero sigo con la voz rota y con lágrimas saliendo de mis ojos sin parar.

Alex chilla como si mi comentario lo hubiera herido, me dio una punzada en el pecho pensar ahora solo me dolía más el pecho al verlo.

~Megan... por favor, dejame explicarte...~

- No necesito una explicación, solo que me dejes sola... - Solté un sollozo más y lo miré, recordé la sonrisa de esa estúpida y sentí tanto enojo - ¿A caso no querías que viniera para poder estar con ella? ¿Era eso? - Ya solo estaba diciendo cualquier mierda que se me aparecía en la mente.

~No, yo jamás haría eso, Megan jamás te traicionaría de esa forma... ~ Dijo.

Sabía que lo decía enserio... una parte de mi quería que se quedara y que me abrazara... pero la otra aún quería estar sola para calmarme mejor...

- Alex, déjame sola... por favor - Dije volviendo a esconder mi cabeza entre mis rodillas, escuché el chillido de Alex y luego sus pasos alejarse.

Cerré los ojos con fuerza y clavé mis uñas en mis brazos para no retractarme y llamarlo para que se quedara. Pero al saber que se había ido me quedé allí tanto tiempo hasta que me dolía el cuerpo por quedarme en esa posición.

Levanté la cabeza y miré el estanque suspirando, un lágrima más escapa de mis ojos pero ya me sentía más calmada como para poder enfrentar a esa estúpida, el dolor había disminuido hasta solo ser una molestia en el pecho.

Decido en levantarme después de varios minutos, limpio el rastro de lágrimas en mis mejillas y comienzo a caminar pero no recuerdo hacia donde era el camino de regreso, solo camino en línea recta esperando a que este sea el camino correcto.

Después ya no se ni donde queda el lago, escucho búhos, grillos y... ramas romperse, me doy la vuelta pero no veo nada.

- ¿A..Alex? - Pregunté por si era él, pero no aparecía. Entrecierro los ojos mientras me abrazo a mí misma, pero en ese momento aparece un lobo desconocido que me gruñía y se acercaba a mi - Mierda... -

Retrocedí asustada y sin dejar de mirarlo pero él salta sobre mi, yo agarro la primera rama que veo para defenderme, la coloco entre ambos y el lobo muerde la rama.

El lobo la suelta pero antes de que me haga algo yo lo golpeo en el costado haciendo que él salga de encima mío, me levanté lo más rápido que pude y comencé a correr a cualquier lado.

- ¡Alex! - Grité con las esperanzas de que apareciera pero no - ¡Lionel! ¡Marco! ¡Alguien por favor! - Grité desesperada.

Sentí que el lobo me hace caer y muerde mi pie para estirarme hacia él. Grité asustada y por el dolor pero pateo su hocico con el otro pie consiguiendo que me suelte y se sacuda la cabeza, me atrastré hacia atrás tratando de alejarme, el dolor en mi pie es muy fuerte.

Mi espalda choca contra un árbol y el lobo camina hacia mi gruñendo y mostrando sus colmillos.

- P..Por favor... Alex... - Susurré apenas audible, doy la vuelta mi cabeza mientras él acerca su hocico a mi rostro, yo cierro los ojos con fuerza mientras siento su aliento en mi piel.

Estaba por saltar sobre mí cuando escuchó un rugido y abrí los ojos rápidamente mirando hacia el otro lado pero en ese instante Alex aparece en forma lobuna saltando sobre el lobo y alejándolo de mi.

Alex se coloca frente a mi gruñendo hacia aquel lobo, la diferencia de tamaño era bastante, en cuanto el lobo salta para llegar a mi, Alex lo sujeta del cuello y lo lanza al suelo para luego morder su cuello tan fuerte que termina matándolo.

Intenté moverme pero el dolor en mi pie se hizo tan fuerte que me sostuve la pierna mientras cerraba los ojos y hacia una mueca de dolor.

Sentí el hocico de Alex en mi rostro y yo levanté la mirada, solté un sollozo y lo abracé con fuerza.

- Alex... - Dije en un susurro.

Sentí como su suave pelaje se convirtió en la tela de su camisa, la cual apreté en mis manos mientras escondía mi rostro en su cuello.

- Lo siento, Alex, lo siento de verdad - Dije mientras una lágrima resbalaba por mi mejilla.

- Tranquila, princesa... está bien... - Dice mientras acaricia mi espalda.

Luego de unos minutos estando así, logré calmarme de nuevo, suspiré y lo separe para verle el rostro, él tenía una mirada preocupada, feliz, triste y esperanzado.

Me moví un poco pero un dolor punzante en mi pie hace que me quejara e hiciera una mueca. Cuando los abro veo a Alex mirando mi pie con preocupación y enojo, vuelve a mirarme y se relaja un poco.

Se acerca un poco más a mi y me carga, al levantarse empieza a caminar.

Yo no digo nada, solo abracé su cuello y escondí mi rostro en el. Su aroma me relajaba demasiado y eso era lo que necesitaba más.

MY POSSESSIVE ALPHAWhere stories live. Discover now