Veinte

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Jungkok y Yoongi caminaban por el centro comercial. Jungkook había comprado ropa para su hijo, de colores blancos y amarillos.

           

Yoongi empujaba la carriola de su hijo, SeokGi llevaba un gorrito de tortuga y un mameluco que simulaba el mar. Llevaba zapatitos azules. Tenía un oso abrazado, el moreno había tardado diez minutos en sacarlo de una máquina fuera del local de ropa. Perdió 3 mil wons pero valió al ver la sonrisa de su bebé.

—Parecemos mujeres, ¿dónde quedó nuestra hombría?—se quejó el morocho.

—Habla por ti, tu "hombría" quedo entre las piernas de Seokjin.

—Idiota.

—Vamos a comer, quiero un burrito.

—Yo quiero una hamburguesa.

—¡Eche!—el grito de SeokGi hizo que carcajearan. Yoongi le dio su biberón con leche y el pequeño se acomodó para tomarla.

Se dirigieron al área de comida, Jungkook fue primero y tardó unos minutos. Después fue Yoongi, Jungkook empezó a comer. El moreno llegó con el ceño fruncido y se sentó.

—Esa babosa no quería darme más kétchup—dijo Yoongi, aún tenía el ceño fruncido —¿Qué quería que le pusiera a mis papas? ¿Mierda?

—Venga Yoongi, mi burrito tiene frijoles, no seas asqueroso.

El moreno rió y llenó la cajita de las papas con kétchup, le puso a su hamburguesa y empezó a comer con una sonrisa.

—¿Quieres una papa?—Jungkook negó—bueno, pero igual dame una mordida—tomó el burrito de la canasta que hacía de plato y le mordió, lo puso de nuevo en su lugar—me gusta más el de picadillo, gracias.

—Pareces un niño, Yoongi. Madura un poco, estoy seguro que SeokGi es más serio que tú.

—Y una mierda. Hablemos de lo que importa. ¿Qué harás con Taehyung?

—No lo sé—suspiró y tomó de su refresco—el asunto me está haciendo mierda. Quiero gritar y llorar, estoy demasiado confundido.

—Te entiendo, recuerdo cuando empecé a salir con Seokjin. Me daba tanto miedo el qué dirán.

—Cuando olvidaste tu cartera en su casa y el pobre caminó en el frío para llevártela y tú lo tachaste de ladrón.

—Mi mamá le golpeó con una escoba. Sí, fui un hijo de puta.

Jungkook rió y siguió comiendo.

—Entonces... ¿te darás un oportunidad con Taehyung?

—No es tan fácil como parece, Yoongi. Está Jimin y el bebé. Si no fuera por él yo jamás me hubiera vuelto a encontrar con Taehyung.

—Amigo, seamos sinceros. Ese bebé no lleva nada de Minnie en los genes, no pudieron usar sus óvulos, por lo tanto el niño es de ustedes.

—No lo entiendes.

—Sí lo entiendo. Te sientes mal al dejarlo, es obvio. Pasaron muchos años juntos pero las cosas cambiaron ahora.

—Entonces, ¿dices que si hay alguien más para ti, dejarías a Seokjin?

—No hay nadie más para mí, él y yo tenemos el hilo rojo, ya sabes. Somos almas gemelas.

—Dios, amigo. Y-yo... no creo que funcione, no sería feliz.

—Habla con Jimin, dense un tiempo. Te presto mi antiguo departamento y te llevas a Taehyung, tienen mucho sexo y al final decides con quien quedarte.

¿ME PRESTAS TU VIENTRE?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora