Naruko como hombre

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—¡Papá, detente, por favor!-suplicó el blondo pegándose contra la pared.

Resultaba cómico y a la vez una situación de vida y muerte. Minato, un atractivo hombre de cabellos rubios y ojos azules llevaba en sus manos un bate de beisbol con claras intenciones de herir al chico que vestía el camisón de su hermosa hija. Y Kushina, acompañando a su esposo, armada de una enorme sartén.

—¡Papá, cálmate!

Milagrosamente esquivó el tercer movimiento del bate que estampó en la pared muy cerca de su rostro. Tragó en seco, su padre iba en serio, iba a morir.

—¡Yo tengo una hija! ¡Y tú, estúpido mocoso llevas puesta su ropa!-se pegó a la cama para tener más puntería al golpear.

—Cariño, creo que estás exagerando. El chico está realmente asustado-habló la pelirroja al observar cómo le temblaban las piernas a Naruko.

—Tú...-Minato lo miró detenidamente unos instantes, principalmente su cara. Quedó sorprendido con el parecido, bajó el bate—Luces igual a cuando yo era niño. Y tienes las marcas, las marcas de Naruko.

—I-imposible-Kushina dejó caer la sartén al piso y se llevó las manos a sus labios.

—Mamá, papá, de verdad soy yo Naruko.

—¡¿Qué?!-exclamaron al unísono.

—Lo sé, soy un chico. Lo acabo de notar apenas me desperté. Yo también estoy asustada.

—¿Estoy soñando?-preguntó el blondo mayor.

—¡Por supuesto que no!-frunció el seño. Se dejó caer en la cama ya más aliviado de la reacción de sus padres.—¡No sé que me sucedió! ¡Pero no puedo ir así a la escuela!

—¿De verdad eres tú?

—¡Que si papá!

—¡Kyaaa! ¡Siempre quise tener un varoncito!-corrió a abrazar al menor refregando su mejilla contra su cabello—¡Tengo un hijo!

—Madre... me estás asfixiando.

—Mi princesa se volvió un chico, que tragedia-sollozó.

—Amor, no exageres. A pesar de todo, sigue siendo nuestro hijo.-se apartó del menor—Naruko, sea lo que te haya pasado anoche, a partir de ahora las cosas cambiaran y mucho.

—Eso lo sé muy bien-murmuró—Créeme, no me siento a gusto con esta nueva experiencia.

—Has algo útil, cariño, contacta con el colegio y di que Naruko no irá más al colegio.

—¡Mamá, espera! Eso es muy precipitado. No puedo desaparecerme del colegio así como así, mis amigas se preocuparan.

—Oh. Olvidaba ese pequeño detalle-meditó unos segundos—¡Lo tengo! Minato, dile al director que Naruko se irá de viaje a acabar sus estudios en el extranjero porque desea explorar nuevos formas de aprendizaje y conocer el exterior.

—Eso es...-Naruko estaba sin habla.

—Bien, buena idea, Kushina-sonrió a su esposa y abandonó la habitación para comunicarse con el instituto.

—Mamá no podré ver más a mis amigas-se lamentó.

—No como Naruko, hijo, pero puedes empezar de vuelta. Quién sabe, tal vez vuelvas a la normalidad pronto o de aquí a un tiempo. De igual forma, tenemos que estar preparados.-tomó el rostro de su niño entre sus manos—No llores, hijo-le quitó las lágrimas que comenzaban a amontonarse en sus ojos—Todo pasa por una razón. Lo sabrás a su debido tiempo.

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