Devil In The Sky [Kailu]

3. Segundo encuentro

LUHAN

Entre a mi recámara y nuevamente note las cortinas abiertas, ahora que teníamos jardinero, no podía dejarlas así todo el tiempo, así que me apresure a cerrarlas.

Cerré todo perfectamente, pero justo antes de cubrir la última rendija, Baekhyun apareció en escena, enrollaba la manguera de agua que estaba suelta por ahí, realmente es un chico muy guapo, ¿Cuántos años tendrá? Le calculo unos 18, se ve bastante jovencillo... me muerdo el labio, es una costumbre mía. Y me le quedo viendo...más bien espiándolo por la rendijita, que vergüenza Luhan.

—Hijo, ¿Qué estás haciendo? — mi madre había entrado en la habitación sacándome de mis productivas actividades.

—¡Mamá! —Pegue un salto — estaba, yo...pues, es que la cortina se atoro y no podía cerrar — dije torpe, si seré tonto. — ¿Qué sucede?

—Vine a avisarte que cenamos en 5 minutos

—No tengo hambre — dije desganado y era la verdad

—¿seguro? ¿Estas enfermo? Tu nunca le dices que no a la comida

—Lo sé, pero hoy de verdad no tengo hambre —me tire sobre mi cama inocentemente

—Bueno, descansa hijo

—Si

Y en cuanto mamá se fue, Salí de un brinco de mi cama, ¿Baekhyun seguirá ahí? Volví a abrir la cortina de una esquina solamente, apenas mis ojos se asomaban, no vi a nadie, probablemente ya se había id......

—¡Ahh! —me asuste cuando Baek apareció frente a mí, pegado al vidrio pero obviamente por el lado de afuera, decía algo que no pude escucharlo al estar cerrado, pero su cercanía era demasiada, no me quería imaginar que habría pasado si ese bendito vidrio no estuviera entre nosotros.

Cerré la cortina ¿Luhan, que te sucede? ¿Por qué de pronto espías al jardinero? ¡Ubícate Lu! ¡Ubícate! — di golpecitos en mi cabeza.

...........................

— ¿Vienes a mi casa esta tarde? — abrace a Yixing por detrás cuando lo vi caminando en los pasillos.

— ¡Lu!, no puedo esta tarde — me miro.

— ¿Por qué no? Hoy no tienes entrenamiento — claro que yo me sabia su horario de memoria.

—Tengo trabajo con Jongdae

— ¿ese nerd? — Me queje —lo quieres más que a mí

—tu eres más demandante que una novia celosa — me dijo sonriendo

—Eres mío, tengo derechos — le abrace con fuerza mientras reíamos

—Lo sé, lo sé, soy tuyo, pero en verdad necesito terminar este trabajo — se volteó mirándome y tomo mi barbilla.

—Deja eso, me haces sentir incomodo— quite su mano y el rio.

—Me gusta, te sonrojas siempre que lo hago — se reía de mí el muy grosero.

—Eres un granuja — le solté

—Nadie usa la palabra granuja — rio mas y me contagio su risa.