DESEO DE MEDIA NOCHE (CITRUS)

CAPÍTULO XXXIV: QUERER ENCONTRARTE

Nota: De aquí en adelante Yuzu se vuelve a teñir el pelo rubio. He puesto la imagen para que no lo olviden y de paso yo no lo olvide xD

Eran alrededor de las seis de la mañana cuando Yuzu llego a Transilvania. El frio era insoportable y la nieve estaba al máximo. Tomo un periódico y encontró renta cercas del sur de la capital, se movió rápidamente y el dueño no le pregunto el nombre simplemente obtuvo la firma y dinero con gusto.

-Solo quince días. –dijo Yuzu en inglés.

-De acuerdo. Solo no desordenar el lugar. –el señor no sabía muy bien inglés. –cuando usted ir deje llaves con Vlad.

-Gracias señor Higgies.

El macizo hombre asintió y salió de allí, era rubio y fornido como un carnicero. Yuzu tomo su mochila de alpinismo y entro en la única habitación que tenía el departamento, cerró la puerta tras de sí y acomodo la habitación como la que tenía en Dinamarca, Noruega, Alemania, Irlanda, Venecia y ahora en Transilvania. Cuando termino varios tomos de cuero viejo estaban abiertos en distintas páginas y se sentó de manera que cada uno de los cinco libros estaban en su vista.

-Liz... pronto volveré no solo a oír tu voz, sino a tenerte en mis brazos. –murmuro con una sonrisa torcida. –Pronto. Si encuentro el libro que busco podría... tal vez pueda acceder a ese portal.

Las velas que encendió alrededor de la habitación se agitaron suavemente y un cálido aire le rodeo como un abrazo delicado de mujer. Cerró los ojos y respiro el aroma channel pero ese hermoso olor se volvió putrefacto y asqueroso, abrió los ojos y las hojas estaban cambiadas.

"Para poder reanimar las almas se debe ofrecer un sacrificio de carne y sangre"

"Para recuperar lo perdido se debe ofrecer algo a las fuerzas"

"La naturaleza llamo al plano astral, pero este plano astral puede abrirse con un sacrificio"

"Un ritual a la luz de la luna llena, la sangre virgen sin pecado sacia la sed del ser que tiene el poder oscuro"

"Para renacer la carne muerta se debe obtener el huevo de un dragón de fuego, los huesos del fallecido y sangre de inocente creatura pura".

Yuzu leyó y se levantó. Cerró la puerta y coloco las cintas de precaución. Miro el reloj y eran las doce del mediodía, se dejó caer en el sofá y se quedó dormida.

Su descanso se vio interrumpida por golpes en la puerta, sin decir nada se asomó por el pequeño hoyo en la pared, una señora con un pastel en mano esperaba mientras daba pequeños brincos. Yuzu suspiro y abrió la puerta.

-Buenas noches nuevo vecino. –saludo la mujer. –Vengo a darle la bienvenida al edificio y a traerle este regalo. Mi nombre es Mihaela.

Yuzu antes de arribar había cambiado su aspecto. Tiño su cabello de rubio y se puso pupilentes cafés, con un poco de botox cambio su cara para hacerla parecida a la de un rumano del norte.

-Un placer señorita Mihaela. Mi nombre es Nicoleta. –dijo sonriendo y acepto el pastel. –Pero no era necesario, estaré aquí quince días solamente, vengo de vacaciones.

-El castillo de Drácula le ha traído para acá. –dijo bromeando. –Todos los visitantes vienen por eso y por la biblioteca oscura.

- ¿biblioteca oscura? –cuestiono conteniendo la sorpresa y la necesidad de sacarle la información a la mujer. –Eso no estaba en mi itinerario...

-Oh... pues es una gran colección de un brujo de la edad media. Se dice que él logro resucitar a una niña, pero la santa inquisición lo desolló en vida y arrojo a aceite hirviendo. Él maldijo a los que lo ejecutaron y sus almas custodian su hogar en las montañas, quien se atreve a ir no regresan. –su voz sonaba rasposa y dio aires teatrales.