Conociéndose ambos en un día cualquiera y común, siendo amigos un tiempo después gracias a ella y prometiendo que sin importar el lugar o la distancia, seria amigos por siempre.
Al pasar el tiempo y siendo unos adolescentes un azabache y un castaño...
El azabache estaba nervioso, tuvo que dejar al castaño, no porque quisiera, en realidad por mas que quisieran estar juntos, el debía irse a trabajar y no podía llegar tarde. Le hubiese gustado acompañarlo, y debía haber dicho algo, en cambio, dejo que lo acompañarse a casa de su madre, ni siquiera su madre sabía que venía, ni le dijo nada a su padre, solo contacto su representante para decirle.
Su representante casi le da un infarto, lo entendió al saber sus motivos, solo que trabajaría desde allí, ya que el vendría y tendría una excusa con su padre, el problema era su madre.
Una vez que lo dejo, le dio un último beso en sus labios, seguido de uno en sus mejillas y en su frente.
➖Te dejo mi número-besando sus labios.- ¡Te aviso cuando llegue!.
➖Está bien-sacando su celular y con sus mejillas sonrosadas.-Ten, ¡anótalo tú!.
➖¡Estás seguro!-tomándolo.
➖Eren-uso su tono autoritario.
Lo hizo, causándole gracia, por suerte se lo desbloqueo para buscar y anotar de una vez su número de celular.
➖Ahora te toca darme el tuyo-mostrando su mano.
➖Claro que si-le dio un beso, saco su celular de su bolsillo de su pantalón para desbloquearlo y dárselo.
➖¡Tramposo!-agarrándolo y anotando su número.-Me debes mandar un mensaje, una vez que llegues.
➖Lo hare-notando lo adorable que veía y lo sexy que estaba.
Una vez que le devolvió su celular, se unieron de nuevo en un dulce beso, para separas e irse, mientras se tocaba los labios contento.
Ahora lo difícil se venía.
Toco el timbre, esperando a que abriera, y al abrirse dejo ver a una mujer de cabello azabache trenzados, vistiendo un simple vestido de color azul, que llegaba debajo de la rodillas, usando un ligero maquillaje y en sus manos se notaba que estaba cocinando.
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Ella al abrir la puerta se sorprendió de ver a su hijo, no solo vestido como mujer, si no más grande y hermoso, pensó que era un sueño, hasta que parpadeo y noto que no lo era.
➖Hola mama-no sabía que decir.
Ella solo lo abrazo, estaba contenta de verlo de nuevo, de poder estrecharlo entre sus brazos. Se dejó abrazar, ya le daría las explicaciones más tarde a su madre, se sentía bien estar de vuelta.
Separándose para pasar, cerrando la puerta y yendo directo a la sala.
➖Levi-sentándose y mirando ese hermoso vestido.-Tus gusto son iguales a los míos.
➖Gracias mama-contento.-¡Tu estas hermosa!.
➖¡Claro que no!-sintiéndose alagada.-¡Mi niño es más hermoso que yo!.
