Capítulo XLVII

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Llegó el día tan especial para una azabache, cuando le aviso su amiga que le haría el trabajo, se puso tan feliz y contenta, algo que la ánimo demasiado después de ciertas circunstancias como que su padre se divorcie de su mamá y está este deprimida contando solo con ella. Su padre no solo se había puesto en contacto solo para mandarle avisar a la castaña que le llegarían pronto los papeles sin dar tiempo a contestarle, le extraño aparte que no quisiera hablar con ella siendo su hija.

Una vez quiso hablar no le contesto el celular, ni siquiera le devolvía la mensajes.

Pensó que estaba aún molesto, por eso lo estaba haciendo, todo por su hermano que ni siquiera se ponía a pensar que estaba destruyendo a esa familia por culpa de sus acciones y todo por estar con hombre que aparte de todo era maldito primo.

Un primo que tenía la desfachatez de vestirse de mujer para solo aparentar ser algo que no es, le daba rabia y se sentía muy insultada; entendía que a uno le gustase un hombre o una mujer, aún siendo del mismo sexo, pero, que aparentas ser algo que no eras ante todos, eso no lo toleraba.

Le daba pena, en cualquier momento podrían descubrirlo y se hablaría de ese tema, más siendo su primo modelo para acabar con la reputación de una familia.

Su plan saldría a la perfección, sin importar nada, saldría a la perfección como ella quería.

Solo faltaba encontrarse con cierta rubia que se salió y la dejo sola con todo sin importarle ya.

Una rubia de coleta se acercó a ella, reunió el valor suficiente y debía aparentar bien.

¡Hey Mikasa!-con su típico tono de siempre.-Sabes donde puedo encontrar a Hitch. Necesito hablar con ella de un proyecto.

Hitch se fue hace un momento-mirando lo hermosa que se veía la chica que le gusta.

Bueno, gracias-alejándose en dirección contraria.

Le empezó a gustar desde antes de entrar a la universidad, en aquel entonces era usual verla mucho tiempo con otros dos chicos, más altos y algo rudos, bueno uno de ellos, el otro era más calmado, pero, eran buena gente como amables.

Ambos se fueron a estudiar al extranjero, tomo por sorpresa a muchos que los conocían.

Nadie espero una decisión de esa magnitud, menos la rubia por lo que supo de su amiga, supo que se deprimió mucho y quiso ser su amiga de no ser porque el rubio con cabeza de coco o su examigo se le adelanto con el castaño.

Los dos solo se acercaron, ella mantuvo distancia y a los pocos días la veía con ellos muy tranquila como más animada.

Le dolió un poco ver por primera vez su sonrisa dirigida solo al castaño, le dolió y a la vez le molestó.

Le gustaba en aquel entonces por su forma de ser tan fría, tan poco amable y ser muy reservada, algo que cambió cuando se empezó a juntar con ellos. Ella de vez en cuando se encontraba con ellos por curiosidad y eso fue lo que hizo ver esas facetas diferentes de ella, que de poco a poco la enamoraron.

Solo quería ser más cercana, pero, siempre estaba de por medio el castaño.

Y llega su primo, el cual parece tenerla tan fascinada.

Eso la molestó mucho.

¿Cómo se atrevía el a estar cerca de ella?

Se preguntaba que derecho tenía, también le molestó descubrir que eran familia y que tenía el cariño de su propio abuelo.

Un abuelo que no quería verla, al odiar a su madre y no sabía el porque, ni su padre se lo quiso decir.

Por eso lo odiaba.

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