Único ➳ Chrisdiel

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El castaño conectó sus labios al no soportar verlo de esa manera, besándolo suavemente mientras el menor se dejaba, al dejar de luchar contra sí mismo.

-Todo está bien -susurra sobre su boca, sacando bajo sus ojos- todo estará bien a partir de ahora.

Vuelve a besarlo.

Zabdiel siente que el alma le vuelve al cuerpo, y aunque no quiere demostrarlo, Chris sabe que lo necesita, así como él lo hace; no reclama cuando el mayor se sube a horcajadas sobre él, callando sus sollozos con su lengua, callando sus pequeñas quejas que intentan apartarlo débilmente. Logra acostarlo sobre la cama, llevando sus manos a los lados de su cuello para acariciar su piel.

-Necesitas mi calor -pasa sus dedos por los labios húmedos de Zabdiel, dejando un beso casto sobre ellos- ¿puedes dejar de negarlo?

-Chris...

-Te lo daré -sonríe con ternura- no debes preocuparte, volverás a confiar en mí. No volveré a lastimarte.

Zabdiel toma una bocanada de aire para que las lágrimas ya no salgan, rindiendo su cuerpo a las caricias que le proporciona el mayor, besándolo con dulzura, con pasión, recuperando el tiempo perdido.

-Te haré sentir bien, ¿de acuerdo, Zabdi? -acuna su rostro entre sus manos.

Zabdiel estaba tan ligado a él, que se sentía responsable de volver a ver esa sonrisa genuina que su pequeño desprendía cada día. Sabe que se encuentra agotado porque no está acostumbrado a esas situaciones, haciéndolo sentir culpable por las palabras que en su boca supieron a reclamo.

Christopher tomó posesión de sus labios con amor; las manos de Zabdiel sobre la cama justo a los lados de su cuerpo, permitiéndole subir la playera que llevaba puesta, acariciando su torso delgado pero firme.

-Te sentirás bien -asegura quitando su playera.

El menor correspondió a sus labios, en un beso febril hasta llegar a su cuello, con escalofríos por su cuerpo al sentir sus manos desnudandolo. La calidez extrema expandiéndose sobre su piel hasta generar sudor; Chris acaricia su rostro, besando su frente.

-Ven -con una mano en su cintura los hace girar, para así quedar debajo del menor.

Zabdiel apoya los codos a los lados de su cabeza, sorbiendo su nariz para luego mirarlo con las recientes lágrimas alrededor de sus ojos, el castaño mete sus pulgares en los bordes del bóxer del boricua, bajando estos con lentitud.

-¿Confías en mí? -le pregunta con voz suave.

Zabdiel asiente con sus ojos picando luego de vacilar.

-De acuerdo -le dedica una pequeña sonrisa, quitándose su propio pantalón junto a la ropa interior, arrojando las prendas al suelo.

Enseguida tira de la nuca del menor para besarlo de nuevo, suspirando al sentir por fin su piel contra la suya, enviando miles de escalofríos a su cuerpo que le permite disfrutar de él. Tira y muerde sus labios hasta dejarlos rojos, animando a Zabdiel a tocarlo, dejándose ser acariciado por todos lados.

El castaño va desprendiendo su camisa quitandosela como puede, girando de nuevo sus cuerpos, y tira su cabello hacia atrás con la respiración agitada, sentándose sobre el vientre del menor para obervar mejor su ceño fruncido.

-¿Algo anda mal?

-El hecho de que me pegaste la ceguera -dice entre susurros, pero sin la mas mínima intención de separarlo- ¿regresaste para esto?

-No, pero supongo que es una buena forma de reconciliarnos -sonríe pasando una mano por su mejilla- ¿no crees?

-No, no creo. No habrá reconciliación.

-Bien, no importa -se encoge de hombros- de igual forma no vamos a retractarnos ahora -arquea ambas cejas. En su mente teniendo claro que, después de eso van a cambiar las cosas.

Se mueve hacia atrás logrando tener un contacto algo brusco con la intimidad de Zabdiel, y mas temprano que tarde se encuentra meciendo sus caderas encima de las ajenas. Bajando hacia su pecho para dejar besos húmedos sobre la piel bronceada.

El menor corresponde a sus labios cuando sube por su cuello, llevando sus manos detrás de Chris para buscar su objetivo, sintiéndolo respirar fuerte.

-Esta vez yo no seré el que te soporte.

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