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Taehyung ajustó la maleta sobre su hombro, mientras a su alrededor todos se apuraban para salir. Ver matemáticas a última hora tenía que ser considerado tortura medieval o algo por el estilo. No podía decir que le desagradaba, pero estaba aliviado de que ya hubiera llegado a su fin.

Entre el mar de estudiantes que abandonaban las aulas, sus compañeros de equipo hacían su camino hacia las escaleras, rumbo al coliseo para las prácticas. Sus pies cosquilleaban, anhelando seguirlos, y aun así se contuvo. Castigado. En serio.

—¿Vendrás a casa por una partida? —le preguntó Hoseok, haciendo señas con sus manos.

Oh, bueno. Su madre no mencionó nada acerca de llegar temprano a casa. Taehyung dio una barrida al pasillo con la mirada y divisó a Jungkook en la puerta de su respectivo salón, matando el tiempo con algunos de sus compañeros antes de su propia práctica. La mirada del pelinegro conectó con la suya y luego ambos estaban apartando la mirada, riéndose. Ir a casa de Hoseok no sonaba como una mala opción. El problema era que, tal vez, ya tenía planes.

—Uh, tengo que quedarme —mintió rápidamente. Hoseok frunció el ceño.

—¿Acaso tu madre no te quería lejos de la cancha?

—Teatro —balbuceó con una sonrisa. Su amigo se quedó en silencio unos segundos y luego se alzó de hombros, despidiéndose con unas palmaditas en el hombro. No era una mentira en toda la regla. Después de todo, Jungkook también estaba en teatro, ¿no?

Bah.



[♥]



El sol brillaba en el horizonte con hermosos destellos naranjas cuando Taehyung entró a la piscina. El lugar era inusualmente silencioso a pesar del suave chapoteo del agua. Esperaba que ya no hubiera nadie indeseado en los vestuarios, porque explicar por qué estaba allí sería un poco difícil.

Jungkook alzó la vista de su teléfono cuando escuchó la puerta metálica de los vestuarios chirriar suavemente.

—No pensé que vendrías de verdad. —El peligris brincó un poco y luego suspiró al verlo. Su cabello estaba húmedo y ahora llevaba una sudadera negra. A juzgar por la pesada maleta junto a él en las bancas, estaba listo para partir.

—Eso acordamos, ¿no? —Taehyung dejó su propia mochila junto a la otra y mordió su labio al verlo levantarse. Jungkook sonrió alzándose de hombros.

—Quiero decir, no te vi en la práctica. Usualmente merodeas. —Dio un paso al frente y Taehyung uno atrás.

—Lamento decepcionarte, pero no se me dan bien las porras. Y eso tampoco —siseó poniendo una mano en el pecho de Jungkook cuando este trató de dar un paso más. Detrás de él estaban los casilleros y no, maldición, no le gustaba sentirse acorralado.

Jungkook apartó su mano con vergonzosa facilidad, sonriendo e inclinándose.

—Lo siento, entonces. —Taehyung cerró los ojos y sintió el roce de sus labios. Su boca gentil atrapando la suya, su piel cálida deslizándose contra la suya y el sofocante calor de la piscina subiendo y calando en sus huesos.

—¿Qué haremos? —preguntó el peligris en un susurro, a lo que Jungkook respondió:

—¿Qué importa?




[♥]

¡Capitanes! - KookVWhere stories live. Discover now