Capitulo 3

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Elegidos

Corriendo, solo unos cuantos, algunos impulsándose con el fuego para avanzar más rápido, mezclándose en el bosque, dejando huellas que pronto desaparecían como magia, cada Elegido buscaba al enemigo. Uno de ellos se aleja del grupo y se detiene por un momento para olfatear el aire, no dice nada, se arrodilla y toca la tierra, la saborea y frunce el ceño, observa las copas de los árboles, escucha un ruido entre las hojas y se pone en guardia, sus manos se encienden en flamas y trata de concentrarse en el ruido. –¡Sal de ahí!–Grita. Nadie responde, comienza a sentirse nervioso y algo ataca por sorpresa su espalda, cae al suelo y trata de levantarse de nuevo, pero algo lo sigue atacando, intenta usar el fuego, pero es difícil defenderse de algo que no puede ver, entonces, logra divisar una sombra escondiéndose en los arbustos, se pone de pie y observa fijamente las hojas en movimiento dentro de ese arbusto, se acerca y del arbusto comienza a salir una sombra que va creciendo y cada vez es más grande, se asusta, pero no retrocede, decide enfrentar la sombra, pero la misma parece estar hecha de un fuego oscuro y negro desvaneciente, se mueve como una flama de voluntad propia y ataca al Elegido, los demás escuchan un estruendo y buscan a su compañero, todos aparecen y ven a su amigo lastimado. –¿Qué sucedió?, ¿fue el dragón?–Pregunta uno de ellos. –No—Responde con dificultad—Fue algo que nunca había visto, era como una sombra y me atacó, el fuego no parecía asustarle y de alguna manera me quemó, parece que también manipula el fuego. –¿Estás diciendo que podríamos tener otro enemigo a parte de los dragones?–Pregunta inseguro. –Eso creo. Respondió.

Los Elegidos olfatean algo, se preparan, todos encienden flamas en sus puños cerrados y observan a su alrededor, le piden al Elegido herido que se aparte, hace caso y se aleja un poco. De pronto, una Elegida siente la presencia de alguien más, voltea y ve una sombra acercarse hacia ella, de forma ruda aumenta las flamas de sus puños y pelea contra la sombra la cual logra con dificultad esquivar los ataques, la Elegida se enfurece y sigue luchando, incluso el fuego en su cuerpo aumenta, la sombra se ve algo insegura y se desvanece en el aire, la Elegida gruñe y mira al resto pelear con otras sombras que igualmente desaparecen y aparecen de la nada queriendo atacar, ella suspira con fuerza y acompaña al resto. Uno de los Elegidos tiene dificultad para defenderse, así que usa el fuego para impulsarse hacia el cielo y querer acabar con todo de una vez, él se eleva luego de impulsarse con las flamas y aterriza dando un golpe en el suelo que incendió todo a su paso, piensa que es suficiente y apaga el fuego, observa la situación y no ve ninguna sombra. Otro Elegido está peleando con tres sombras al mismo tiempo, con las flamas en cada golpe evita que las sombras le hagan daño al tocarlas, puesto que son de fuego, uno extraño y peculiar que es negro y logra quemar a los Elegidos.

Todos se están esforzando para deshacerse del enemigo, pero se sienten cansados y están perdiendo energía, tratan de mantener su fuego con fuerza, pero es casi imposible. –¡No pueden rendirse, si nos rendimos, moriremos!—Exclamó la Elegida—¡Olvidemos nuestros nombres, somos guerreros, no se rindan!–Gritó. Los Elegidos comienzan a sentirse motivados, siguen peleando con el sudor en la frente y las flamas más incandescentes que nunca. –¡Eso es, no se rindan!–Vuelve a gritar.

Una ráfaga de viento aparece y sacude los árboles con fuerza, hojas se desprenden de las copas de los árboles y el cielo se nubla. Las sombras que seguían atacando, de pronto dejan de hacerlo y desaparecen. Los Elegidos están cansados, pero no están seguros si las sombras realmente se fueron o no. Comienza a llover y todos apagan el fuego que habían encendido. –¿Qué fue eso?, se fueron cuando empezó a llover–Comentó un Elegido. –Podrían ser débiles al agua–Mencionó otro. –Sea lo que sea, definitivamente no eran dragones y eran algo más peligroso que eso–Dijo la Elegida. –Pero, ¿por qué nos atacaron?, nunca habíamos visto algo como eso, el Gran Elegido tampoco ha dicho nada al respecto, ni siquiera en el entrenamiento nos advirtieron de algo más a parte de los dragones, es escalofriante. Todos se miran entre si, están preocupados y no les importa estarse mojando bajo la lluvia. –Tenemos que avisarle a todos sin que haya pánico, hasta hace poco se eligieron a los nuevos Elegidos, la gente aún debe estar celebrando, no podemos arruinar la emoción, además, si hay una amenaza a parte de los dragones, pienso que sería bueno que los nuevos Elegidos se prepararan para esto, obviamente lo hablaremos con el Gran Elegido primero, es peligroso y como guerreros que somos, no podemos permitir que exista otra amenaza–Explica la Elegida. Nadie dice nada, todos se mantienen serios y callados, entonces, asienten con la cabeza y se esparcen rumbo de nuevo a la aldea.

Discretion (fanfic)Where stories live. Discover now