15.

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Benedict POV

Cuando salí del estudio me dirigí a la cafetería donde solía pararme a comer. Al entrar, la campanita anunció mi llegada y varios empleados y comensales levantaron la vista para mirarme cruzar el lugar y llegar hasta la barra.

-¡Hola Benny!- saludó la chica rubia detrás de la caja.

-¿Cómo estas Ali?- pregunté cordial.

-Mucho trabajo, pero bien.- sonrió abiertamente.- ¿Te sirvo lo de siempre?

Casi todas las tardes, de lunes a viernes, venía a comer a la cafetería, desde que encontré trabajo en el estudio de grabación gracias a mi mejor amigo Mike. Por esa razón conocía a todos los que trabajaban ahí. Además de que me quedaba de paso y era mucho mejor que comer sólo en el departamento de mi madre. Desde que se internó voluntariamente en esa clínica no me era grato pasar mucho tiempo sólo.

-Esta vez me lo llevo Ali, gracias.

-Una pena, me hubiera encantado tenerte aquí.- dijo sonriente y le respondí el gesto.

-¡Benedict!- saludó Christy que salía de la cocina, le sonreí a modo de saludo.- ¿Te quedas a comer?

-No Chris, tiene una cita.- terció Ali con una sonrisa un tanto picara.

-¡Oh! ¿Tienes novia ya?- se asombró Christy y yo solté una carcajada.

-Aún no cariño, pero no es una cita.

Ambas chicas soltaron un gritito entusiasmado y sólo provocaron que los colores se me subieran a la cara. ¿Tan notorio era?

-Ya mereces que alguien te haga feliz.- dijo Christy con tono solemne.- Desde que Diana te abandonó no te he visto una novia.

-Si, gracias por recordarlo.- dije un poco irónico.

Diana había sido mi novia por tres años, pero cuando se enteró que mi madre usaba drogas decidió dejarme. Nunca fue una novia muy comprensiva de cualquier modo.

Una vez que mi orden estuvo lista, pagué y me dispuse a salir pero Ali me detuvo.

-Sólo quiero que sepas Ben que aquí te queremos mucho y... ojalá todo salga bien con esa chica.- me sonrió de lado y yo me limité a abrazarla.

-¿Cuál chica?- pregunté fingiendo demencia.

-Ambos sabemos que existe una chica que te ha robado el sueño, Ben.- Guardé silencio mirándola a los ojos y me sonrió de lado.-Si ella, en la que piensas ahora mismo.

-Gracias Ali, sabes que yo también las quiero muchísimo.- le besé la coronilla y me separé después. Me despedí de las otras chicas y salí a la calle con la bolsa de mi orden balanceandose con cada paso que daba hasta mi departamento.

Yo sabía que Alison intentaba ligarme desde hace bastante tiempo, y tal vez le hubiera respondido si cierta chica no se hubiera metido en mi mente.

Giovanna me volvía loco. Desde la primera vez que la vi, cuando recién nos mudamos al edificio, su hermano Jake y yo solíamos juntarnos por las tardes a jugar juegos de video, éramos unos adolescentes. Y cuando la conocí, ella no supo quien era yo en realidad, nunca hablamos, nunca nos presentaron formalmente porque era la hermana de mi mejor amigo. Estaba prohibido ese tema entre nosotros.

Después crecimos, Jake tomó un rumbo diferente al mío, mi madre se volvía más peligrosa para ella así que yo no pasaba mucho tiempo en casa, conocí a Diana y salimos un tiempo pero cuando mi madre se internó me abandono porque tenía miedo.

No le di importancia, de todos modos nunca llegué a sentir algo profundo por ella.

Y ahora Giovanna ya no era una niña, ya era toda una mujer y yo quería estar con ella, quería protegerla porque a pesar de su fachada de chica dura sé que por dentro es en realidad frágil y vulnerable. Me volvía loco.

Cuando llegué a mi piso en el edificio, me pareció escuchar gritos en la casa de Giovanna, me asusté al principio pero después recordé que Jake había vuelto y seguramente estarían discutiendo por cualquier tontería. Entré a mi departamento y colgué mi abrigo en su percha, puse la bolsa en la encimera donde Gio y yo habíamos platicado antes y me dirigí al baño a lavarme las manos.

Una vez que regresé a la cocina, saqué la comida para calentarla mientras ponía música desde mi iPod. Seguía dándole vueltas a lo que me había dicho Alison más tarde, deseaba que todo saliera bien entre Giovanna y yo... y la verdad yo también deseaba lo mismo. Nuestra manera de relacionarnos había avanzado un poco, por lo menos ya no peleábamos tanto y había crecido aunque sea un pelin la confianza entre los dos. Sin duda alguna pronto la invitaría a salir.

A lo lejos escuché un portazo, seguro Giovanna había hecho una de sus rabietas y se había marchado al parque, a donde le gustaba ir a pensar. Sonreí al imaginarla enojada, con las mejillas coloradas y frotando su frente con desesperación. Serví mi comida en un plato, un poco de jugo en mi vaso y me dirigí a la sala a ver la televisión.

Mi teléfono sonó, era Mike.

-¡Hey! ¿Qué sucede?- respondí.

-Benny, Benito. Necesito un favor.- pidió mi mejor amigo.-Mañana tengo unas cintas que grabar en el estudio pero el cliente es un pedante, ¿podrías llevártelo y darle un paseo por la ciudad?

-Emmm... no lo sé Mike, sabes que no es mi fuerte.- en ese momento tocaron el timbre y me dirigí a la puerta.-¿por qué no se lo pides a Stan?- abrí la puerta y me llevé un susto de muerte al ver a Giovanna con gesto extraño y el labio hinchado y rojo, tenía manchas de sangre seca en la barbilla.

-Benedict...- logró decir antes de caer a mis brazos.

-Mike te llamó luego.- colgué y sostuve a Giovanna llevándola hasta el sofá sumamente asustado.-¿Qué sucede? ¡Giovanna háblame!

-Ben...- decía en un susurro y con la mirada perdida.-Lo siento tanto.- y comenzó a llorar.

Me puse de pie y me dirigí rápidamente hasta su departamento, la mesa estaba puesta intacta, fui a su habitación pero todo estaba en orden, cuando pasé por el cuarto de baño la gaveta de medicinas estaba abierta. Entré temiendo lo peor, había un frasco de somníferos vacío y entonces lo comprendí todo. Corrí hasta mi departamento mientras pedía una ambulancia.

Tomé a Giovanna semi inconsciente y la llevé al baño metiéndole dos dedos en la garganta para obligarla a vomitar.

-¿Por qué lo hiciste Gio?- pregunté con un nudo en la garganta mientras ella vomitaba una gran cantidad de pastillas.-¿por qué te haces daño?

-Estoy sola, Benedict.- decía cada vez más lento, el efecto de las pastillas empezaba a presentarse.-Soy una mierda.

-No digas eso,- seguía intentado hacer que vomitara mientras el miedo se apoderaba de mi, no sabía cuantas había tomado y tenía miedo de que cayera inconsciente. -Aquí estoy yo, cariño. No estás sola, me tienes a mi.- me puse frente a ella para obligarla a mirarme pero sus párpados cada vez eran más pesados.-Giovanna mírame.- intentó hacerlo pero sus ojos se perdían. -Maldita sea, te amo.

-Lo sabía.- dibujó una dolorosa sonrisa y se desvaneció.

-¡No!- grité mientras la abrazaba.-¡Giovanna por favor despierta!- le di unas palmaditas en la cara para obligarla a despertar pero no cedía.-¡Gio por favor! Quédate conmigo. Despierta.

En ese momento llegaron los paramédicos y entraron al baño tomando a Giovanna para revisarla. No me di cuenta de que había empezado a llorar, no podía perder a Giovanna, no ahora que me había dado cuenta de lo que sentía por ella.

Un paramédico me preguntó qué había pasado y sin decir nada le tendí el frasco de las pastillas, entonces lo entendió todo.

Procesaron a Giovanna y la subieron a la camilla saliendo de mi departamento, yo iba detrás de ellos con un nudo en la garganta y el terror creciente en mi interior.

Doin' it right (Benedict Cumberbatch Fan Fic)Where stories live. Discover now