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-Benedict, ¿Me enseñarías a manejar?- le pregunté una tarde mientras veíamos películas por netflix.

-¿No sabes manejar?- fingió un tono asombradisimo. Sonreí y me recosté sobre su pecho.

-No, nunca me interesé en hacerlo.

-¿Y si chocas mi coche?

-No lo haré, te lo prometo.- levanté la vista y agité las pestañas en modo de súplica. Benedict soltó una carcajada y comenzó a hacerme cosquillas.

-¡No! ¡Para, para!- me retorcí en sus brazos carcajeandome mientras él se ponía sobre mi con una gran sonrisa, lo miré fijamente mordiéndome el labio inferior y él se acercó para besarme. Comencé a acariciar sus fornidos brazos mientras el me besaba el cuello. ¿Realmente lo haría con él? Después de todo nunca había estado con alguien más y estar con Benedict me llenaba de nervios pero a la vez de deseo. Un súbito escalofrío recorrió mi espina y me aparté de él alejandolo con una mano sobre su pecho.

-Lo siento, lo siento.- dije con los ojos cerrados.- Es demasiado pronto, no puedo... debo superarlo.

-Perdóname.- se detuvo en mi cuello y sentí su aliento, yo negué con la cabeza en silencio y tomé su cara entre mis manos.

-Sólo dame tiempo,- lo miré fijamente a los ojos.- todo esta bien, necesito un poco de tiempo. Por favor.

Asintió en silencio sonriéndome de lado y besó mi frente con dulzura antes de ponerse de pie y tenderme la mano.

-Es hora de comenzar las clases.- anunció feliz y lo miré asombrada, tomé su mano sonriendo de oreja a oreja y salimos al frío londinense.

-Gio, en verdad lo lamento.- dijo sin mirarme mientras bajábamos las escaleras tomados de la mano.

-No, Benedict. Todo esta bien no te preocupes.- apreté su mano fuertemente.- No sabias que aún no estoy lista para... eso.

Guardamos silencio otra vez, observé nuestras manos entrecruzadas con una sonrisa, se sentía tan bien estar así con él.

-Aquella noche no pasó nada.- dijo mientras abría la puerta de entrada al edificio para darme salida.

-¿Cómo dices?

-Con Scott, no paso nada aquella noche por eso volvió, para que ahora si pasara algo. Maldito enfermo.- soltó por lo bajo con desprecio en la voz

-Tranquilo tigre, sigo pura para ti.- dije burlona y me miró con gesto cansino que me provocó una ligera carcajada.- En realidad tuve miedo de que pudiera llegar mas lejos con él.

Se detuvo en seco para abrazarme y mi cara quedó cubierta por su pecho, respirar su aroma era embriagante.

-Jamás dejaré que alguien más te haga daño. Sólo yo puedo hacerlo.- dijo con picardía y yo solté una carcajada.

-No sí puedo evitarlo Cumberbatch, tú eres el principal en mi lista de peligrosos.

-Te sorprenderás de cuán peligroso puedo ser cariño.- dijo con voz ronca mientras retomábamos el camino hasta su coche y me abría la puerta del piloto.

-De acuerdo, espero que lo hayas dicho de broma porque empiezas a asustarme.- lo observé con los ojos abiertos de par en par y se limitó a sonreír de lado.

***

Varios meses después, yo seguía viviendo con Benedict a pesar de que mi departamento ya había sido limpiado y re decorado.

En cuanto la decoradora me entregó las llaves de mi departamento le pedí a Benedict que me acompañara a conocerlo.

Las paredes las habían cambiado del amarillo muy claro al blanco inmaculado haciendo ver la estancia mucho más grande e iluminada, los muebles los cambiaron por unos más nuevos aunque el sofá de mi padre seguía ahí, varios cuadros de aspecto alegre adornaban la pared e incluso había colocado varias plantas para alegrar la estancia.

-Se ve muy bien.- dije con lágrimas de asombro y Benedict me abrazó de lado. Recorrimos las demás habitaciones, la cocina era más moderna y elegante, el baño lo equiparon con una bañera e incluso lo conectaron con mi habitación. Cuando entré a ella me dieron ganas de tumbarme en la cama y brincar como niña pequeña, pero en vez de eso giré la cabeza para encarar a Benedict.

- La cama es nueva, ¿Quieres estrenarla?- pregunté en voz bajita esperando que captara mi indirecta.

Me miró extrañado y le sonreí pícaramente. Lo jalé del cuello de la camisa y lo tumbé en la cama poniéndome sobre él y comencé a besarlo mientras le sacaba la camisa de sus pantalones. Me separé de él para retomar el aliento y quitarme la blusa. Me miró asombrado.

-¿Estas segura de esto?- preguntó en un susurró tomando mis caderas y asentí vigorosamente.-¿Completamente?

-Si, lo he deseado desde hace mucho.

Entonces con un ágil movimiento se giró y se posicionó sobre mi mordiendo mis labios con insistencia mientras acariciaba mi estómago. Mis manos se fueron hasta su pantalón y lo desabroche para poder meter mi mano entre sus bóxers. Soltó un jadeo en mis labios y sonreí lascivamente mientras sentía sus manos subir mi falda para acariciar mi muslo y deshacerse de mis bragas.

Fue dulce conmigo, todo un caballero para hacerme sentir bien al momento de hacer el amor.

-¿Te lastimé?- preguntó con preocupación una vez que terminamos y nos quedamos recostados en la cama fundidos en un abrazo.

-No, fue maravilloso.- dije acariciando su pecho y sonrió tiernamente. Sentí entonces un nudo en la garganta y por más que tragaba saliva no se deshacía. Quería decírselo pero la voz no me salía, respire profundemente y me aclaré la garganta.- Te amo.

Benedict se quedó en silencio e inmóvil. Alcé la vista y lo vi con la mirada perdida y la boca ligeramente abierta parpadeando numerosas veces.

-¿Qué sucede?

-Shhhh, no...- dijo aún sin mirarme, iba a decirle otra cosa pero al fin me miró con brillo en los ojos- ¿puedes repetirmelo?.

-Te amo.- repetí mirándolo a los ojos y me sonrió abiertamente. Era la primera vez que le decía que lo amaba, después de todo...

-Cinco letras, dos palabras, ahora soy tuyo y tu eres mía...

-Hasta el final de los tiempos.- dijimos al mismo tiempo y nos reímos ante la referencia a Game of Thrones y me estiré para besarlo de nuevo.

Él lo había dicho, era mío y yo era suya. Mi vida la sentía completa ahora, ya nada podía detenernos.

***

Pocas semanas después, Benedict me anunció que su madre estaba por salir de la clínica, estuvo ahí un año y cuando él iba a visitarla siempre le hablaba de mi y de nosotros. Yo estaba nerviosa porque la conocería al fin a pesar de que mucho tiempo atrás ya la había visto una que otra vez pero jamás cruzábamos palabra porque yo solo era una niña.

Preparé la comida favorita de Lily*, Benedict me indicó cual era, limpié la casa y compré unas flores para adornarla y darle la bienvenida.

Benedict fue por ella dejándome en casa para prepararlo todo, terminé antes de tiempo y me dirigí a la cocina para checar que la comida no se quemara. Estaba sumamente nerviosa que se me revolvió el estómago y fui al baño a vomitar varias veces.

Me senté en la barra para esperar y cuando escuché que abrían la puerta me puse de pie rápidamente y alisé mi falda.

-Huele delicioso.- escuché la voz de Lily emocionada.- Hola linda, tu debes ser Giovanna.- asentí y fui hasta ella para saludarla de beso y un gran abrazo.

La madre de Benedict y yo nos hicimos buenas amigas esa misma noche, en poco tiempo la llegué a ver como una segunda madre y ella me aceptó de inmediato. Regresó a su antigua habitación y yo a mi departamento para darles su espacio. Sabía que tenían que ponerse al corriente con todo lo que había sucedido en su ausencia y yo me aparté encantada.

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N/A Le cambié el nombre Wanda porque no podía y me rehuso a ver a mi suegra como ex drogadicta :) espero no les moleste demasiado <3

N/A dos: Si chicas, el siguiente capítulo es el final u.u mi cabeza ya no da para más.

xoxo

MRLolita.

Doin' it right (Benedict Cumberbatch Fan Fic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora