Prólogo

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VOTO DE SILENCIO 

Prólogo

Desde tiempos inmemorables, los Nueve Mundos han coexistido en guerra y armonía. Por períodos las batallas se han prolongado décadas, e incluso algunas se han heredado de padres a hijos, de reyes a príncipes, de dioses a semidioses, pero jamás se ha alterado el orden natural.

Odín, padre de Todo, soberano de Asgard, había establecido el balance desde sus inicios y junto con Frigga, su esposa, habían procurado el bienestar del pueblo. Su lucha había conducido a crearse tanto aliados como enemigos, y de éste grupo destacaban los gigantes de hielo, en el reino de Jötunheim, liderados por Laufey, quien despiadadamente había roto los acuerdos de paz, masacrando casi en su totalidad al pueblo de los elfos de luz, Alfheim. Odín había acudido al llamado de sus aliados, exterminando a todo aquel gigante que pretendiera quebrantar sus órdenes.

La batalla se extendió por semanas sin tregua. El número de supervivientes, tanto de un bando como de otro, no rebasaba un cuarto de la cantidad inicial de guerreros. No hubo piedad para rehenes o negociaciones hasta que Laufey finalmente fue derrotado con la lanza de padre de Todo, atravesando su helado corazón.

Éste encuentro terrible y agónico fue bautizado como el Tercer Holocausto.

Los asgardianos que regresaron sólo tuvieron un momento de gloria, pues las pérdidas en batalla los superaban, dejando una desolación general para todos los civiles de la enorme ciudad arcoíris. Odín perdió un ojo en esa ocasión, pero con la bendición de los dioses había regresado a su reino y hallado la mayor felicidad que pudiera tener: un primogénito varón, al que nombró Thor, que posteriormente sería educado en el arte bélico para convertirse en el dios del Trueno y tormenta.

Para los jotun, sólo existieron desgracias a partir de ese fatídico día. Muchos de los jötnar enloquecieron a consecuencia de las mutilaciones vividas y pesadillas que asaltaban a todos los gigantes, dando como consecuencia una histeria colectiva que los condujo a sacrificios, suicidios, asesinatos en medio de alucinaciones y convertir cada día en una prueba por la supervivencia.

Farbauti, la olvidada reina de ese mundo oscuro, había perdido a dos de sus hijos y solo mantenía la cordura gracias a su único descendiente vivo. Loki apenas era un bebé, del tamaño de un humano, pero Farbauti lo protegía amorosamente por ser el precioso recuerdo del difunto Laufey. No poseía sirvientes ya, así que el cuidado maternal era directo.

El reino estaba en decadencia; los suministros de alimento no bastarían para alimentar a todos, los cristales de magia fueron arrebatados; el frío era su clima habitual, pero sin magia, moría su fuente de vida.

Cuando Farbauti intercedió para recobrar un tratado de paz, todos los mundos se negaron, incluso los que proclamaban ser sus aliados. Fue cuando los gigantes se vieron sumidos en la miseria pura, cada día con hambruna, con matanzas, con hordas levantándose contra la reina, exigiendo soluciones donde ya lo existía nada. Su extinción estaba cerca de cumplirse. Los dioses les habían dado la espalda.

La poderosa gigante tuvo que huir en cuanto un grupo de jötun enardecidos amenazó con derrocarla, entrometiéndose en los escombros de lo que alguna vez fuera un palacio y servía como hogar para ella y su hijo. Al otro lado del muro de hielo que había construido como barricada, escuchó golpes, blasfemias y gritos desgarradores. Ella sabía que su pueblo moría lentamente del dolor, sabía que no podría escapar hacia ningún mundo sin que fuera el equivalente de suicidio, pero debía sobrevivir por el bien de Loki.

Como los cristales de magia habían sido removidos, usar un conjuro tan poderoso como la teletransportación la dejaría casi sin fuerzas, pero ella estaba decidida a que, al menos, un jötun sobreviviera. Tomó todo ropaje que pudo, llenó una bolsa hecha de la más ligera tectita con alimento, envolvió a Loki entre mantas y pieles para mantenerlo cálido, sosteniéndolo contra su pecho con la misma tela para que no cayera, pues necesitaba sus dos manos para un conjuro.

Voto de Silencio [Thorki, R+18, Mpreg] COMPLETAWhere stories live. Discover now