Voto de Silencio [Thorki, R+18, Mpreg] COMPLETA

Te deseo

VOTO DE SILENCIO 

Capítulo 8. Te deseo

Aunque no hubieran consumado la unión, ambos amanecieron de buen humor. Thor había insistido en dormir desnudos para aprovechar al máximo el principio de la conexión que tenían. El grandulón despertó primero, mirando con ternura los mechones azabache regados en la almohada y besando el hombro de su consorte, quien se removió ligeramente.

Salió de la cama con sigilo para no despertarlo. Necesitaba un baño revitalizador. No había tenido tanto ejercicio como otras noches en su juventud en medio de orgías, tres de ellas invitado por Fandral; pero estaba agotado. Tenía mucho que meditar en medio del relajante vapor.

Loki era su mundo, eso quedaba claro. No se atrevía a nombrarlo "amor" porque era estúpido y dos, jamás se había enamorado. ¿Cómo podía darle nombre a algo que nunca experimentó? Aunque era muy obvio. Sin ir más allá, había aceptado someterse a las exigencias de su consorte con tal de tener el derecho de tocarlo.

¿Cuándo se vio al hijo de Odín ser controlado con tanta facilidad?

Su atención fue captada por las ondas del agua perturbando el silencio. Thor miró estupefacto la figura desnuda de Loki nadar hasta él y rodearlo con sus brazos. Fue tanta sorpresa que no pudo preguntar nada cuando el hechicero estaba besándolo, metiendo su lengua como si no hubiera un mañana.

El rubio lo tomó por la cadera para sentarlo sobre su regazo y continuar con el mojado beso. Sonrió de lado cuando sintió una escurridiza mano bajar por su abdomen, a las orillas de su mata de vello. Lo detuvo por la muñeca, interrumpiendo el beso.

—Buen intento, Loki —dijo contra sus labios.

Podía doblegarse, pero en las competencias era el mejor. Así que había acordado un pacto implícito consigo mismo para obligar a Loki a revocar sus palabras, o mejor dicho, señas. Y que terminara siendo él quien sucumbiera en su propio juego.

El ojiverde lo miró confundido.

Thor volvió a besarlo. —Eres exquisito, pero no eres mi esposo. Reconocería al verdadero donde fuera. —Anda Loki, entra. No muerdo

El hechicero, el verdadero, se manifestó en el umbral de la puerta, mirando con diversión a su copia disfrutando el toque del rubio. Una parte de él moría de ganas por ser tocado, pero no se daría ese lujo aún.

Thor permanecía con el clon de su esposo sobre él. Aprovechó para morder el cuello de éste, provocándole un jadeo de dolor y excitación.

—Con lo caliente que estoy, debería follarte aquí mismo, ¿te gustaría? —sonrió pícaro en la oreja de la copia, mordiendo el lóbulo. —¿Qué pasaría si te toco justo aquí?

El rubio había masajeado cerca del culo del impostor y hubiera continuado por diversión, pero Loki chasqueó los dedos desapareciendo la visión y echando la cabeza hacia atrás en señal de obstinación.

"¿Debo recordarte que prometiste eterna fidelidad?"

—Soy fiel. Es una copia tuya, ni más ni menos

Loki bufó, acompañando al otro en su relajación termal. Nadó hasta él y lo escudriñó con la mirada para que no intentara nada raro.

—Pero el verdadero Loki no tiene comparación —aseguró con satisfacción.

"¿Cómo te diste cuenta?"

—Tu amuleto —el de su madre. —La copia no lo traía puesto. Veo que la joya es única y exclusivamente propiedad tuya, incapaz de ser replicada