Survivants

Capítulo 2

Tomé aire lentamente antes de ingresar a la oficina del Coronel Rocks. Levantó la mirada al instante en que sintió mis pasos y frunció el ceño.

"¿Qué sucede, Capitán?"

"Necesito hablar con usted, señor. Hay algo que necesito comunicarle."

Asintió y me hizo seña para que me sentara frente a él. Me acerqué a su escritorio y me acomodé en el asiento. Dejó lo que estaba haciendo para prestarme atención.

"Adelante, Lexa."

Tomé aire y me concentré en hablar claro, con la ansiedad aflorando en mi garganta.

"Señor, voy a casarme con Clark."

Vi cómo fruncía el señor sin comprender hasta que pareció hacerlo.

"¿La civil que salvaste? Dejé bien en claro que no puede quedarse."

"Con todo respeto, Coronel. Esta base fue creada para la protección de los sobrevivientes humanos. Aquí hay lugar de sobra y no estoy quebrantando sus leyes. Por ley, puedo casarme con quien yo desee y ella está de acuerdo."

Se cruzó de brazos, muy enojado. Sabía que no podía impedírmelo por mucho que deseaba.

"¿Estás pensando claramente lo que quieres hacer? Estamos hablando de matrimonio. Según tengo entendido eso no está entre tus planes."

Tragué saliva y no dije nada, lo miré sin mover un solo músculo de mi rostro. Por dentro estaba muriendo de los nervios. Se acomodó en su silla y me miró.

"¿Y si es una traidora?"

"Me haré cargo de las consecuencias pero le aseguro que es completamente inocente."

Se tomó unos segundos para pensar y suspiró mirándome.

"¿Estás decidida a llevar esto a cabo incluso si lo prohíbo?"

Le asentí y lo vi tensar la mandíbula. Él siempre me había visto como una hija, desde que murió mi padre se encargó de cuidarme y por eso tengo un cariño enorme por él. Es un padre para mí pero como cualquier soldado no expreso mucho mis emociones.

"No puedo hacer nada si te casas pero debes enfrentar las consecuencias de la decisión que estás tomando."

Lo miré sorprendida. ¿Consecuencias?

"¿Cuáles consecuencias?"

"Tienes que hacerte cargo de ella. Debes darle tu apellido y no dejar que le falte nada. No dejaré que te divorcies tan fácil. Si sigues con esta locura tendrás que hacerte responsable y sentar cabeza. ¿Estás preparada para eso?"

Tragué saliva. Me haría la vida imposible con esto, estaba segura. Tenía que cumplir mi promesa de protegerla y si para eso debía hacerme cargo, lo haría.

"Ya tomé una decisión, Coronel."

Puso muy mala cara ante mi respuesta y me hizo un gesto para que me retirara. Enviaría los papeles de matrimonio con un alguien en un rato. Le hice el saludo militar como corresponde y me retiré. Luego de caminar varios pasos y estar lejos de su vista me apoyé contra la pared de hierro. ¿Qué rayos estaba haciendo? ¿Desde cuándo rompo las reglas por una desconocida? ¿Qué me estaba sucediendo? ¡Acababa de ir en contra del Coronel! ¿Cómo pude hacer esa locura? Ahora ya no tenía vuelta atrás, escondí el temor que me inundaba cada vez más y regresé al hospital sin pensar demasiado.

Cuando me asomé en la puerta del hospital, noté que le estaban dando de comer. Me miró y no dijo nada. Regresó su mirada al plato de verduras y aproveché para ingresar en la habitación. Me acerqué a su lado y la miré con mis manos en la espalda.