Solo ella...

Soy la mas suertuda

Dormimos por un rato y al despertar, vaya tenía a la chica más hermosa del mundo recostada en mi pecho. En ese momento supe que era la persona más afortunada de tenerla. Se veía tan linda durmiendo que no quería despertarla. Espere un poco, con un beso en la frente y luego por todo su rostro la desperté. "Buenos días hermosa, ya despierta, tenemos que volver al cuarto antes que todos despierten. Anda flojita, te llevo cargando" Le dije mientras me vestía. Se sentó en la cama aún medio dormida y la ayudé a vestirse. La subí en mi espalda y la lleve en silencio a nuestro cuarto. Entré sigilosamente y las otras chicas estaban aún dormidas. Destendí la cama, la acomodé, la tape con las cobijas y la abracé para dormir otro rato. A mi parecer eran cerca de las 5am. Me costó volver a dormir, me encantaba verla, sentirla, olerla, acariciar su cabello... Todo de ella me tenía enamorada.

Estaba dormida cuando de pronto sentí unas manos entrar por mi espalda acariciándome tiernamente, abrí los ojos y Poche estaba jalándome hacia ella para abrazarme. "Buenos días hermosa, me encanta despertar a tu lado ¿sabías?" Me dijo mientras nos abrazábamos. Era el último día del viaje y no quería volver. Regresaríamos en la noche así que aún tendríamos el día para disfrutar. Las chicas pasarían la tarde con los padres de Juana, pues también estaban en Valle de Bravo por el puente e irían al centro a dar una vuelta. Poche bajó a preparar el desayuno mientras yo acomodaba mis cosas e iba comenzando mi maleta. Cuando bajé, la vi con una sonrisa enorme y una gran canasta. "Vamos a ir de picnic para el almuerzo Calle" me dijo tomando la canasta.