Capítulo 3

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Capítulo 3: " Margaritas correctas"
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Me encontraba entre la espada y pared.

¡Maldición!

Todas mis expectativas se fueron al carajo. Me esforcé como nunca para conseguir el empleo y ascender a lo que realmente amo. Pero casi 6 meses de soportar sonrisas falsas, inversionistas hipócritas, modelos con cerebro de maní e incluso soportar a la mierda hipócrita que tengo de jefe, se fueron al demonio en menos de una hora.

No lo puedo creer, me siento tan impotente. Trabajé duro, de verdad que sí, y ahora es historia.

Tengo unas terribles ganas de llorar y golpear a Galloway. Es que ¡Por Dios! Se cree amo y señor del puto mundo, sin embargo, ahora se pasó de la raya.

Vamos, Roma.  No seas tan exagerada, cariño; ya verás que las cosas se solucionarán.

Mi subconsciente intenta darme ánimos, pero es inútil. Cerré la puerta de la oficina de mi jefe. Necesito pensar, necesito que esto se arregle.

Analicemos las cosas.

El contrato estipula que una vez terminado el periodo de prueba de asistente se me ascendía inmediatamente a publicista, sin embargo, también hay una cláusula -que como dice Galloway- menciona que debo hacer todo lo que mi jefe considere necesario o no hay trato.
Y en esta ocasión, pues, Galloway considera de extrema urgencia que lo acompañe a Canadá.

Por mí  no hay mayor complicación en terminar mi período de prueba en aquel lugar. Es más, siempre he querido viajar a Canadá, el problema es que, si voy a ese viaje, sí o sí tendré que mantenerme como su asistente personal durante 6 meses extra.

Maldito idiota, pensó en todo.

Camino a mi puesto como el zombie viviente que me siento ahora. Una vez sentanda veo  ante mí  el perfecto y aburrido ramo de margaritas.

¡Valerie!

Me vuelvo a incorporar del asiento y, con las flores en mano, me dirijo al ascensor dispuesta a encarar a Valerie Heghers.

El recorrido en esa cosa se me hace eterno todo el tiempo, pero una vez en suelo fierme, voy hasta el módulo de Vale. Para mi suerte ella se encuentra allí.

__Valerie__ Llamo su atención, pero está tan consentrada en el florero vacío que no se percata de mi presencia hasta que la sarandeo con ''amor y delicadeza''.

__Valerie, ¿Qué demonios te sucede?__ Le hablo en tono de regaño.

__No es nada__ suspira__ ¿Y a ti?

Oh por Dios
Oh por Dios
Oh por Dios

Por favor que no sea lo que estoy pensando.

__Luego te cuento. Te mandaron esto__ señalo el ramo de margaritas y ella en respuesta alarga sus brazos y con una sonrisa bobalicoba las resive.

Por Favor

Las abraza en su pecho y susurra

__Al fín llegaron. Sabes, las esperé ansiosa. Muchas gracias, Roma__

La Admiradora Del JefeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora