Capítulo 19

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Seguí con lo mío hasta que llegó mi horario de salida.

Camino hasta la oficina de mi jefe y abra la puerta ligeramente para poder meter solo mi cabeza

--Jefe-- hablo, pero William Galloway se encontraba demasiado ensimismado con... lo que sea que haya en su mente.--Jefe-- Vuelvo a insistir ahora sí entrando completamente a la oficina --Ya me voy ¿Necesita algo más?--

--Ah, no. Nada más-- responde liguero. Se ve relajado y sonriente ¿por qué?

--Bien-- ¿le digo o no? La cita que no es cita ¿era en serio o solo para evitar una conversación en el momento? 

Roma Curie, ¿qué diablos te sucede? tú no eres así. Eres segura de ti misma, así que vas a preguntarle, directamente y lo más claro posible, si acaso tendrán o no la cena. 

Y madura por el bien de ambas

Ok ok

¡Diooos, no  tolero a mi conciencia! 

--Entonces--me animo-- Nos vemos en Butcher a las 10.00-- Confirmo ¡Sí, señores, confirmo! Y salgo luciendo tan segura como siempre. Lo único que sé ahora mismo es que estaré en Butcher a las 10.15 de la noche dispuesta a comprender qué rayos está pasando entre nosotros. 

Llego a casa cerca de las 7.00 mientras me preparo mentalmente durante el camino. Sinceramente esperaba encontrarme con todo en casa, incluso con un astronauta usando tutú, menos a mi mejor amiga besándose con mi mejor amigo. Decir que mi boca cayó al piso no es exageración y queda pequeño frente a mi reacción

¿Acaso Katrina no lo toleraba?

--Buenoooo-- Hablo al aire y con una teatral actitud. ¿Qué se supone que se dice en estos casos? "Qué aburrición, y si mejor van a un motel?" Pues no, gente. No.

Me hubiera gustado decir que se detuvieron apenas pronuncié palabra y me miraron con sorpresa, pero no pasó eso. Siguieron en lo suyo, como si jamás me hubiera aparecido.

Qué hermoso saber que valoran mi presencia.

De cualquier manera, dejé a los tortolos besarse cuanto quisieran mientras que yo me dirigí a mi pieza.  ¿Qué más podía hacer? 

Me lancé a mi hermosa cama, deshecha como el costal de papas que soy y me quedé allí por bastante tiempo, analizando mi vida. Conclusión: Soy un caos andante

Cuando ya me dieron cerca de las 9.00 comencé a cambiarme y maquillarme un poco y no, no es porque quisiera causarle una buena impresión a mi jefe, sino porque quería estar... bueno, quería sentirme empoderada y segura de mí misma. O al menos demostrarlo. 

Cuando estuve lista salí a sala para conversar con los chicos antes de irme. ¿Debía contarle a Katt sobre este asunto?

--Amigos de mi corazón-- hablo con fingida sorpresa-- ¿Cómo estuvo ese beso?-- suelto sin más. Lucho con todas mis fuerzas para evitar reír al ver la cara de estos tontos. Cómo los adoro. 

Me siento de golpe en el sofá mientras disfruto del momento: Katrina luce agitada, con los labios rojos y las mejillas encendidas mientras que Akanni solo luce una  sonrisa victoriosa disfrazada de timidez. 

Cuando ya me hube burlado un buen rato de ambos me pongo en plan "Más te vale cuidarle porque de lo contrario te rompo las pelotas". Textualmente así se lo dije al hombre este. Puso cara de pánico y sentí como las carcajadas me raspaban la garganta amenazando con salir, pero mi deber de hermana es más fuerte. Obviamente que Akanni no fue al único que advertí. Oh no

La Admiradora Del JefeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora