Un Hombre Bonito

El Resto de la Semana

Pov. Stiles

Durante los días que le restaban a mí contrato, resultaron tranquilos. Divertidos pero tranquilos.

Derek se veía más relajado y con más ánimos de los que le hubiera visto nunca. Siempre era reservado y hosco con las personas que lo rodeaban incluso se podría decir que les tenía asco al resto de la población humana.

Pero era por estar en constante estrés y no tener la confianza se permitirse un día de descanso, pensando que en todo lo que ha trabajado de repente se derrumbe.

Comprendía eso y el por que sus relaciones no duraban. Era un adicto al trabajo, por que no conocía otra cosa diferente a eso. Y su personalidad y carácter no le hacen mucha ayuda pues no puede ni expresar sus sentimientos.

Y lo se justamente por estos días.

Creamos una rutina express, que consistía en levantarnos temprano, bañarnos, desayunar juntos, el se iba a trabajar y yo hacía cualquier cosa en el hotel (desde estar en modo pereza total o leer, incluso una vez prepare la comida), comíamos juntos (iba a su empresa y luego nos dirigiamoa a algún restaurante que quisiéramos conocer), regresaba a su trabajo y yo realizaba actividades variadas ya sea dentro o fuera del Hotel, cenabamso juntos (ibamos a restaurantes o nos quedabamos en el Hotel) , teníamos sexo, nos bañábamos y dormíamos juntos.

Era grandioso, pero ya se terminaba mi estadía. Hoy solo esperaría a tener una noche linda con Derek y esfimarme para siempre en la mañana

Solo una noche más y la mañana del Domingo. No más.

Ahora estaba preparando algunas maletas y ordenando el lugar, en espera de la llamada para ir a comer con Derek.

El Loft se había vuelto nuestro refugio, en especial desde el día de descanso de Derek. Al parecer una bucama había entrado a hacer el aseo pensando que no había nadie. Pero nos encontró a nosotros desnudos y tumbados en la cama.

Y la noticia llegó a Scott y Scott nos la llevó la nosotros.

Derek habló con Scott y Scott ordenó que nadie fuera a hacer el aseo al cuarto. Pues queríamos privacidad. Por ende nos daba la sensación de que era nuestro y de nadie más.

Disfrutábamos de ello pues decidíamos si queríamos dejar las ropas tiradas, los dildos en la mesa del livin', o estar desnudos en el sillón.

Era nuestro hogar.

Hogar era una palabra tabú para ambos y era muy notorio pues de lo poco que hablamos sobre nuestras familias y relaciones, sabíamos que  todas fueron un total fracaso.

Ya no nos sentíamos tan cómodos rodeados de gente que espera tanto de tí o el tener que apoyarlos. Era un compromiso en cuál creemos que siempre fallamos.

Era muy grande y no sabíamos si valía la pena.

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Pov. Derek

Hoy me resultaba un día pacífico.

No había nada que me preocupara, y si no hubiera no supondría un problema. Pero no fue hasta que me percate en mi calendario el día que era, mi tranquilidad se derrumbo.

Sutiles se quedaría solo esta noche y se esfumaría el Domingo en la mañana.

Lo extrañaría en definitiva.