TRECE

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Han pasado casi tres semanas desde que me entere de mi embarazo... no he tenido ningun sintoma del mismo. Ayer cumpli mis 17 años, decidi no celebrar nada pero Matias insistio y le deje que me hiciera el pastel.

Samuel no opino nada, la verdad el va mas acorde a mis gustos... y me trata bien. Las peleas entre el y Matias disminuyeron a tal grado que solo tenian una o dos peleas a la semana.

Los vampiros aumentaron en numero ultimamente y muchos estan vigilandonos a la distancia. Sabiamos que vendria una guerra muy pronto.

Tocaron la puerta y solo respondi un "pase".

-Amor... puedo sentarme.- Era Matias y yo le permiti que se sentara.

-Que necesitas?... estoy muy cansada.- Dije recordada en la cama cubrierta por la fina sabana. El embarazo ya se notaba un poco.

-Nada... solo queria verte, te he visto muy demacrada ultimamente.- Dice preocupado.

-No tengo nada, solo... es el cansancio del embarazo.- Respondi harta de la conversacion.

Ultimamente no sentia lo mismo por Matias... ya no lo amaba como antes, es como si nuestro vinculo se estuviera desvaneciendo. Siempre lo pasaba mas con Samuel que con Matias. Matias siempre se la pasaba en su despacho trabajando y Samuel siempre a mi lado, apoyandome en el embarazo.

-Amor, que tienes dime? Se que algo esta mal con nosotros.- Me dice de manera insistente.

-E-Es que... siento que algo malo pasara muy pronto... no lo se, como si la muerte estuviera cerca.- Le dije... y la verdad tenia razon, desde hace dos dias siento como si mi fin estuviera muy cerca. Mas de lo que quisiera.

-No pienses en eso...- Me da un beso tierno en los labios.- Estaras bien... duerme, estare en mi despacho.

-Claro, como todos los dias. Estas en tu despacho siempre.- Dije y el simplemente se retiro, tenia la razon.

El insomnio me volvio a atacar y parecia un alma en pena caminando por la habitacion. Tenia ya dos meses sin transformarme debido al embarazo... y porque no lo lograba, al parecer Maise estaba muy molesta conmigo. Ademas si me transformaba corria el riesgo de que pierda el sentido de mi misma por ser rogue.
   Me acerque al balcon de la habitacion, la luna llena estana en lo mas alto e iluminaba la habitacion oscura. El viento era mas frio de lo normal para la epoca... el invierno estaba terminando pero el frio era extraño, sentia miradas por doquier y derrepente escuche algo romperse en la planta baja.
  Estaba por salir se la habitacion cuando me pusieron una daga en el cuello.

-A donde crees que vas?...- Pregunta una voz masculina. Me gire y vi a cinco hombres contando al dueño de la voz.

-Voy con los mios.- Dije molesta por su presencia.

-No puedes... o Matias y el idiota de Samuel moriran.- Dijo con una sonrisa en su rostro.

-Igualmente si no voy con ellos van a morir.- Dije sin mas... sabia que era cierto.

-Niña lista.- Dijo y este procedio a clavarme la daga en el vientre.

-Ahhhhg!.- Dije lanzandome al suelo con la mano en la herida. La sangre empezo a hacerse presente haciendo que los vampiros presentes enloquezcan.

-Me presento... soy Ethan... Lider de los Vampiros.- Me acaricia la mejilla.- Y tu seras de mi mayor tesoro.

El llamado Ethan procede a tomarme del cuello y lanzarme a la cama, que empieza a teñirse de color rojo por la sangre. Estaba llorando del dolor y sabia que mi bebe ya no vivia porque la daga se clavo directamente en el.

-Esto sera rapido rogue de guerra.- Ethan sabia lo que era...

Me clavo sus colmillos en el cuello y senti un liquido que me prodicia un dolor insoportanble. Me habia inyectado veneno.

Rogue | #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora