ESPECIAL HALLOWEN

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Tarde (demasiado) pero aqui esta... 7u7.



Era treinta y uno de octubre, el frío otoñal estaba presente y los arboles estaban tintados de naranjas y amarillos sumamente hermosos. Dentro de la mansión, un pequeño Benjamin de nueve años se encontraba esperando a uno de sus tíos que le iba a acompañar a pedir dulces en la ciudad.

-Tio Jano! APRESURATE!.- grito el niño recostado en el sofa de la recepcion.

-Espera!.- respondio mientras bajaba por las escaleras.

-Porque te tardas tanto? Solo pediremos dulces...- pregunto curioso.

-No me tardo para hacerte esperar, dragoncito.- dice.- Estaba hablando con tu padre. Quiere que no interactues mucho con los humanos.

-Porque?.- pregunta sin saber.

-Porque pronto se empezara a manifestar la sed de sangre...- se agacha para quedar a su altura.- Y no quiere que mates humanos por eso...

-Para que mataría humanos?.-era normal su curiosidad. Jano suspira, se supone que su padre le explicaria esto, no el.

-Porque son nuestro alimento. Mira, la sangre de los humanos es nuestro alimento principal... pero solo tomamos la sangre animal.- explica.

-Bien.- dice simple.- ¿Iremos a pedir dulces?.

-Claro, dragoncito.- se incorpora.- Vamos.

Al salir de la mansión, Benjamin sube al auto de su tío. Jano enciende el auto y emprenden el camino. El trayecto hacia la ciudad dura exactamente cuarenta y cinco minutos de trayecto... pero ha Benjamin no le importaba mucho.

-Tío... ¿porque todo se disfrazan?.- pregunta.

-Porque a los humanos les gusta pretender ser cosas que no son.- dice.- Por ejemplo, se disfrazan de brujas porque creen ser una.

-Asi que esos trajes ridiculos son la representacion para las brujas en el mundo humanos.- Jano rie y asiente.

-Nos llaman mitos, Benjamin. Creen que los vampiros solo somos seres muertos en vida y que solo matamos y convertimos humanos... pero lo cierto es, que no es así.- habla feliz de poder pasar tiempo con su sobrino.- Creen que los hombres lobo son solo personas con mucho pelo... pero la realidad es que son perros gigantes.

Benjamin escucha atento a su tío. Es muy interesante escuchar sus palabras, su padre había estado muy ausente y no podía adquirir tanta información como el quisiera.

-Asi que solo somos mitos y leyendas para los humanos.- asiente.

-Ya llegamos.- estaciona y ambos bajan del auto.

Habían llegado al centro de la ciudad, donde una gran cantidad de casas y negocios daban dulces a los niños. Jano empezó a caminar junto su sobrino... ambos miraban los diversos disfraces que tenían tanto los niños como los adultos. Pasaron por una tienda de música... donde había un señor disfrazado de -lo que aparentemente era- un vampiro.

-Tio ¿que se dice?.- pregunto.

-Dulce o truco.- sonrio. Y Benjamin se acerco al señor.

-Dulce o truco.- repitio. El señor le observo y le dio dulces.

-De donde eres niño?.- pregunto curioso.- Nunca antes te había visto por aquí.

-Tan pequeño es el pueblo?.- dijo inocente. Jano solo observaba. El señor rie.

-Lo siento si no nos ha visto por aqui.- se disculpo amablemente con el señor. El y sus hermanos saben como son aquellas personas.- Vivimos en las montañas del este, y ademas viajamos mucho.

-¿Las montañas del este?.- pregunta un poco temeroso.- Dicen que en aquellas montañas se han visto todo tipo de seres sobrenaturales... he incluso se dice que habitan dragones.

Jano sabia que las personas eran muy curiosas... y que si descubrían algo accidentalmente, matarían lo que no conocen... como siempre ha visto a través de los siglos.

-En las montañas no hay nada de esas cosas, no hay nada que temer.- dijo sonriente calmando al señor.- Lo maximo que podrian encontrar son osos...

-Eso es un alivio.- suspira.- Las personas se rehúsan a ir porque tienen miedo.

-Bueno... espero que pase buena noche.- dice, el señor asiente y le da un par de dulces a Benjamin para luego seguir caminando.

De puerta en puerta fueron pidiendo dulces, cada vez habían mas en su bolsa y se estaba divirtiendo... olvidandose así un poco del dolor de la perdida de su madre. Jano tambien se divertía, observar a su sobrino sonreir le hacia feliz. Las horas pasaron y era hora de regresar...

-Tío...- dijo al no verlo por ningún lado.- Tío Jano... Tío Jano ¿Donde estas?.

Podía sentir el aroma de su tío en el aire, era tenue pero lo empezo a seguir. El aroma lo guió hasta un callejon sumamente oscuro... pero escucho voces.

-Que haces aquí?! Que te trae por aquí bestia!.- grito uno de los desconocidos.

No sabia que pasaba... pero ocurrió que, un grupo de vampiros menores que vivían en la zona conocían a los Morgan... y eso era malo.

-T-tu que crees?.- pregunto forzosamente el estar siendo ahorcado.

-Espero que no hayas venido a matarnos denuevo!.

-SUELTAME! DESGRACIADO!.- grito el purasangre.

-ARDERAS EN EL INFIERNO!.- expreso el hombre que le estaba ahorcando.

Jano miro a su sobrino... no quería que viera lo que el haría.

-B-benjamin...- susurro.- Corre...










































































I'm a bad guy...
Dah~

Adios.

Rogue | #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora