Capítulo 5

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Thalía no se esperaba aquello para nada. Al principio se lo tomó como una broma de su amigo. Pero su semblante cambió cuando vio que él se volvía a sentar en el banco con las manos sobre su cara.

- "Ey.." - dijo sentándose a su lado - "¿qué te pasa?"

- "Lo siento.."

-"¿El qué sientes?"

- "yo... Quería que me gustaras.. No debería haber hecho eso"

- "¿como que querías que te gustara?"

Agoney no respondió. No encontraba manera de ordenar y expresar todo lo que le estaba atormentado dentro de su cabeza.

Thalia le conocía muy bien. Llevaba ya mucho tiempo a su lado para no saber o al menos intuir lo que ocurría.

- " Ago, mírame" - Dijo acariciando su mejilla y moviendo su cabeza hacia ella - "Sabes que no pasa nada por ser gay, ¿verdad?

-"Yo... no sé lo que soy..."

-"Venga ya Ago, si lo sabemos todos ya!"

-"¿Cómo...?"

-"Ago, nunca me has hablado de chicas. Y sin embargo, tienes al tal Raoul siempre en la boca. Me has hablado tanto de él y tan bien, que me lo imagino como un dios griego lleno de bondad y sabiduría"

Agoney sintió arder sus mejillas y desvió su mirada al suelo.

-"Ago, amor..." – Thalía le acarició la cabeza y movió con suavidad su barbilla hacia ella – "Dime una cosa. ¿Alguien del instituto se ha metido contigo por eso?"

-"Nunca"

-"¿Lo ves? Todos lo sabemos y no pasa nada. El único que no acepta eso de ti, eres tú mismo"

-"Thalia.. Llevo tiempo odiándome por ser así. He visto a mi hermano sufrir por ello. He visto lo peor de la homofobia personificado en mi padre. Tengo miedo. Tengo miedo de lo que siento. Tengo miedo de perder a Raoul si se entera de esto. Me siento solo..."

-"Ay, Ago" – La morena refugió al chico en sus brazos – "No estás solo. Y Raoul... Si realmente es tu amigo no va a irse. Tienes que sacar todo esto o te hará más daño. Y no te odies por ser o por sentir, ¿Me oyes? Eres la persona más bonita que conozco. En todos los sentidos."

Pasaron un tiempo más abrazados hasta que el moreno se calmó y se fueron a sus casas.

Esa noche Agoney no pudo dormir. Miles de pensamientos pasaban por su cabeza.

¿Realmente Raoul lo aceptaría? ¿Y su padre? No podía decírselo. A estas alturas, que su padre se alejara de él le daba igual. Pero Raoul... No quería que se apartara de él. Y tampoco que le tuviera lástima o que se sintiera incómodo por sus sentimientos. Tenía que hacer algo. Tenía que alejarse. Quizá así no haría daño a Raoul con sus gilipolleces.

Aquella estrella de alláWhere stories live. Discover now