-Capítulo 8- Pánico.

4K 559 34
                                    

Oups ! Cette image n'est pas conforme à nos directives de contenu. Afin de continuer la publication, veuillez la retirer ou télécharger une autre image.

Sus ojos agotados entre el monótono y brillante tono de color blanco de esa habitación, sus manos entrelazadas, afirmando sus rodillas contra su pecho. En el rincón de ese cuarto viendo la puerta, completamente alerta a cualquier sonido y movimiento.

No sabe cuanto a pasado, no sabe si es de día o de noche, no tiene apetito, no tiene ganas de moverse. Sus parpados agotados bajaban lentamente queriendo dormir, negándose a ese placer ante la angustia que tenía en ese instante.

Se sobresalto al escuchar el pestillo ser retirado, su espalda se pego fuertemente contra la pared buscando protegerse, viendo como el alfa desconocido se abría paso completamente solo, los zapatos lustrados resonando en la loza brillante del suelo. El alfa se detuvo a un par de pies de distancias, manos en los bolsillos y ojos fijos en su persona, se negó a levantar la cabeza, mirando la suela de los zapatos.


El alfa chasque su lengua obviamente molesto, sintió un tirón de pelo nuevamente y su rostro fue levantado de golpe viendo directamente al alfa el cual se agacho tomando su altura, manteniendo su firme agarre y viéndolo fijamente a los ojos, su rostro antes decorado por una mascara en forma de pico ahora es cubierto por una mascarilla clínica de color negra.




—Bien, ahora omega —Hablo, siendo su voz opacada por la tela oscura —Me vas a explicar como es que has conseguido esa mordida —Ordeno en un tono duro y frío que solo hizo que se encogiera en sí mismo. Apretó sus labios fuertemente, cerrando los ojos, negándose a responder; el alfa gruño molesto, una punzada de dolor en su mejilla hizo que gritara, sus ojos se humedecieron ante el ardor —Mira mocoso, más te vale hablar ahora o simplemente me desharé de ti —Sus ojos se desviaron incomodo, una nueva cachetada se estrello contra su rostro —Cuando te hablo más te vale mirarme ¿entendiste omega? —Ahogando un sollozo asintió, su cuerpo comenzaba a temblar y podía sentir como el otro comenzaba a enfurecerse —Tú, un simple omega, un estorbo al igual que esa mocosa, queriendo ponerse al nivel de un alfa —El castaño gruño, sus dedos apretujaron más las hebras atrapadas — Me vas a decir como conseguiste esa maldita mordida en el brazo —Sintió su cuerpo temblar ante aquello, su cuerpo tenso callo laxo ante la orden, sus piernas fuertemente apretadas en su pecho se deslizaron, relajándose en el suelo.

—Fue un infectado —Su voz escapo monótona, su vista estaba fija en un punto muerto —Estábamos buscando víveres, no revisamos, Iba a morder e Kaminari-Kun, lo empuje, mordió mi brazo —Relato sintiendo su cuerpo agotado repentinamente. Satisfecho el alfa soltó su cabello dejándolo deslizar en la pared.

—Así está mejor —Asintió levantándose, sacudiendo los guantes con calma, los ojos dorados vieron su cuerpo inmóvil en el suelo —Un infectado, eso es bueno, si no te has trasformado significa que eres resistente a esa cosa, has sacado algo bueno mocoso, puedes llegar a serme de utilidad —Con calma el alfa abandono la habitación dejándolo nuevamente solo.




Su cuerpo volvió a reaccionar, se estremeció aterrado, sollozo aterrado abrazándose a sí mismo, enterrando sus dedos en las mangas de su chaqueta sintiendo el pánico crecer, sentía su nuca picar, el sudor deslizarse de su frente y las lagrimas humedecer sus muslos ante su posición doblada.

Miedo, es todo lo que sentía, miedo, pánico, angustia, tristeza. Apretujo sus ojos llorosos al momento de sentir los recuerdos venir nuevamente. La única vez que se sintió igual de vulnerable fue una pelea con Kacchan cuando eran jóvenes; el alfa se había descontrolado cuando discutieron, sin querer uso su voz para mandarlo a callar y su cuerpo se congelo por completo en ese momento.

Es la segunda vez que un alfa usa esa voz en él, ya había olvidado esa sensación. Lloro deseando que Katsuki estuviera con él en ese momento.




Oups ! Cette image n'est pas conforme à nos directives de contenu. Afin de continuer la publication, veuillez la retirer ou télécharger une autre image.




—Así que, una mordida de infectado —Hablo calmadamente su mano derecha, retirando su mascara en su oficina con total calma, el rosto de piedra de Hari mientras retiraba la capucha del impermeable blanco mostrando el cabello liso, celeste hasta su barbilla —¿Se supone que haremos lo mismo que con la mocosa inútil? —pregunto tomando asiento en uno de los sillones de la oficina.


—Así es, aunque puede ser de más utilidad, no es precisamente un niño como Eri —Aclaro tomando asiento en el escritorio, sus codos se apoyaron en la madera lustrada y sus manos se entrelazaron en su boca con calma —Puede llegar a serme de más utilidad que solo sacar una cura.


—Es un mocoso aun así Chisaki —Hablo con la voz plana —Con una manada encerrada en una de las celdas, no se que tienes en mente realmente, pero comienza a pensar que haremos con esos cinco de la celda, no será tan fácil como la mocosa, estos no son del todo inútiles.


—Una bala en la cabeza arregla todo Kurono —Afirmo con calma, el peli celeste levanto los hombros desinteresados.


—Cómo quieras Chisaki, mientras no se te olvide lo principal todo estará bien.


—Mañana comenzamos con los estudios, puedes encargarte tú o a otro subordinado más, no me interesa —Hablo con calma, Kurono resoplo cruzándose de brazos.


—¿No puedes encargarte del omega tú? Al fin y al cabo, es más tu responsabilidad que mía o de cualquiera de nosotros.




La oficina nuevamente quedo en silencio, suspiro agotado, paseando su mano en su frente molesto, sintiendo un tic crecer en su ojo derecho. Resoplo asistiendo a las palabras del beta el cual se levantó, colocando su máscara y despidiéndose, marchándose de su oficina.

Mañana tendría que revisar si el omega no se había ahorcado con las sabanas, aunque es probable que este aún demasiado entorpecido por la orden anterior.

Se echo en el respaldo de la silla escuchándola rechinar, con calma vio el techo fijando su mirada en la luz del techo. Pueden llamarlo anticuado, pero prefería mil veces un buen omega que no levantara la estúpida voz, pero claro, ah llevado un tiempo desde que los omegas dejaron su papel, molesto.

Aunque, si podía mantenerlo igual de sumiso como hace un rato, puede que incluso considere no deshacerse de él cuando deje de servirle para sacar un suero.




—Continuara—


●Desertic days and rotten meat● 〚Katsudeku〛Où les histoires vivent. Découvrez maintenant