Un beso de consuelo.

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-Me parece bastante curioso verte aquí, larva.
-Me pregunto lo mismo de ti, Zim.

Ambos chicos se encontraban sentados en u sillón de terciopelo negro, de brazos cruzados y ceño fruncido,mirándose de reojo y aveces soltando rabietas. Zita los miraba a lo lejos con una cara de confusión.

La música, las luces y las voces eran lo que más llamaba la atención del lugar. Los cuerpos rozándose y sacudiéndose al ritmo de la música provocaba que Zim se sintiera atraído por tal nueva experiencia y deleite.

Por un momento,el alienígena olvido por completo la presencia de Dib, quedando completamente intrigado por el entorno, se sentía diferente a aquel baile escolar que había pasado, le habían dado ganas de poder moverse como los demás, de poder seguir el ritmo y girar en varias ocasiones para mirar aquellas luces que le llamaban tanto la atención... pero, prefirió quedarse sentado.

Por alguna extraña razón estaba experimentando por primera vez lo que era la " vergüenza" , no podría llegar a sentirse más ofendido y apenado,si al momento de bailar, se equivocara.

Zita los miraba, y luego miraba a Dib. Las ganas de bailar con él le generaba ansiedad. Recordó qué cuando solían hacerlo, sus cuerpos solían juntarse tanto, aveces se tropezaban por los nervios, cuando eso ocurría ambos se reían y se besaban en el suelo.

-"¿Es algún tipo de beso de consuelo Dib?"
-"Quiero que me mires solo a mi Zita..."

La voz de Dib sonaba en su cabeza como aquellos días cuando empezaban a estar juntos. Despejó su mente cuando vio a Zim levantarse, dispuesto a irse.

-¡Espera Zimmy!- Le gritó lo más alto que pudo para que le escuchará su voz entre la musica de alto volumen.

El otro volteó extrañado. Se acercó a gran velocidad.
Sabía que si Dib no era para ella, quizas lograria comprender por que Zim lo era.
Le tomó del brazo haciendo que volteara extrañado por el acto tan precipitado de Zita.
-¿Bailamos?- Fue lo que salió de su boca mientras sudaba frio de los nervios.
-¿Tú, humana... quiere bailar con Zim?
-Perdón por entrometerme, pero vi que no estas bien con Dib y como te vi tan decidido a irte, pensé, "Yo lo invite a mi fiesta para que se la pasara bien conmigo, no por él "- Se encogió de hombros esperando un no por respuesta.
Zim le miro de arriba a bajo, parpadeo varias veces simultáneamente- Enseñale a Zim- Ella sonrió y ambos tomados de la mano fueron al centro de todo, donde la gente bailaba sin hacer caso a los dos que recien se incorporaban.
Zita comenzo a mover sus caderas de lado a lado mientas agitaba sus brazos de igual manera.
Zim la miro, rio un poco para después seguirle el pasó.

Dib quedó atónito, mil y un preguntas pasaban por su cabeza al verlos bailar juntos.
Hizo una mueca de incomodidad. Se removió de su asiento, levantándose le hizo señas a Zita sobre una habitación a lo cuál ella asintió con la cabeza para después seguir bailando con el Alien.

A paso rapido, caminó hasta uno de ellos metiéndose, era una recámara bastante amplía, su cama tipo matrimonial, ventanas grandes de piso a techo, una comoda no muy grande frente de la cama, una mesa y su silla y dos repisas arriba de esta. Parecía muy sencillo y cómodo.

Después de contemplar un rato, dejó caer su trasero aburrido en la cama, junto las piernas para ponerlas de lado y mirar la noche que se reflejaban en las ventanas, soltó un suspiro y junto sus manos.

Pensó en Zim.

Pensaba en él y en su pequeña figura, el como llegaron a todo lo que tienen y todo lo que son ahora.

-"¿Qué pasara en un futuro?"- dijo en su mente mientas ponía sus manos sobre su cara- "¿Qué pasa si descubren su identidad?... y, ¿Sí se va?¿Qué hare yo?¿Cómo es que me fui a enamorar de alguien como él?"

Zim seguia bailando, sus antenas estaban levantadas,más de lo habitual, realmente se sentia bien, podia sentir la música en su cuerpo. No dejaba de sonreír y Zita tampoco dejaba de dar vueltas. Ambos se tomaron de las manos para luego alejarse sin soltarse dando el pasó final al baile. Se miraron, soltaron una pequeña risita para despues soltarse.
-No eres tan mala humana.
-Ni tu tampoco Zim.

El alien volteó al sillón dónde antes estaba Zim, al no encontrarle, volvió a su semblante serio.
-Si lo buscas, esta en una de las habitaciones de mi casa.
-¿Y tú por qué creés qué lo estoy buscando?
-Zim, eres muy obvio...- sintió una sensación incomoda- tal vez deberías hablarle. Eso hace que los problemas sean más fácil de resolver.
-Zim no tiene porque buscarlo... Zim no causo nada malo. Él tiene la culpa.
-¿Sí no dices lo qué te incomoda, cómo podras estar feliz?
-Zim lo buscará, pero no por que se lo pediste...

La chica sonrió. Quizás comprendía ahora,un amor tan sincero pero a la vez tan frágil.

Desde muy lejosWhere stories live. Discover now