Hold Me Tight ➸ MYG; BTS

p r o l ó g o

Me he hartado de ti. De tu puta depresión, de tus ataques suicidas, de todo que sea referente a ti, a Jeon Miyeong.

Haré mi vida desde cero, sin impedimentos, sin ti, ya no me atrás a ti como lo hacías, ya no te tengo lastima. Si lastima. Eso era lo que sentía por ti, por que mi amor, ya hace tiempo que se murió. Desde que comenzó tu depresión por culpa de la muerte de tu padre, todo lo que sentí por ti era una simple lastima, y fue por eso que no te deje, hasta el día de hoy. Así que ahora te jodes, y te mueres en tu puta depresión.

No me busques más, no me llames más, mi envíes mensajes, de eso de los que acostumbras enviar para ablandar el corazón a las personas, conmigo ya no funcionaran más. Da por terminada nuestra relación desde ahora, ya no quiero noticias de ti, y si algún momento de llegas a morir, que bien por ti, y por mi. Me alegraría bastante de que sucediera en este momento.

Estábamos bien, éramos la pareja más feliz del mundo, y tu mas que nadie lo sabia, pero todo lo que está pasando ahora es culpa tuya, solo tuya.

Lo vuelvo a repetir. No me busques más.

Muerete, Jeon Miyeong. Pudrete, maldita.

Las lágrimas de Miyeong se hacían interminables a medida que iba leyendo la carta que el ahora ya su ex novio había dejada sobre el escritorio de su salón de pintura.

Llego con pasos torpes hasta su habitación y se tiró bocabajo en la cama; ahogando su terrible llanto que amenazaba con romperle la garganta y déjale sin lágrimas. Comenzó a maldecir contra las sábanas ya mojadas, pensaba que si no huviera entrado en la depresión que tenia, nada de esto estuviera pasando ahora mismo, él no la hubiera dejado.

Se levantó de su cama hipando y regañandose a sí misma. Busco su celular y llamo a su hermano menor, su mejor amigo, su confidente.

En cuanto el menor contesto la llamada de su hermana mayor, ella comenzó a sollozar aun mas fuertemente que antes.

— Jungkook... —fue lo único que pudo decir.

El llanto se hacía casa vez, más y más grande que antes, aun no podía creerlo.

— ¿hermana?, ¿que pasa?, ¿por que lloras? —hablo el menor al otro lado de la linea, preocupado por su hermana mayor. Se oía más que peor que otro días anteriores.

Un nudo se había formado en su garganta, impidiendole hablar, solo podía soltar algunas palabras.

— M-me ha... me ha dejado. Él se fue.

Miyeong lloro aun mas fuerte al recordar las palabras escritas en aquella carta. Era inevitable hacer, aquel chico era persona que había estado a su lado en el momento que adquirió la depresión. Ella pensaba que él, a pesar del pésimo comportamiento que empezaba a mostrar, aun la seguía amando, tal y como el primer día de conocerse.

Aun no comprendía como todo había terminado de esta manera.

— Miyeong. Ya, tranquila, ¿si? Ahora mismo voy para allá. —hablo su hermano con aires de protección.

Ella asintió, aunque su hermano no pudiera verla ahora, mientras soltaba un débil "gracias". Dejo caer el teléfono y se sentó en el piso. Recorrió toda su habitación con la mirada hasta que esta se centro en un portaretratos. Trato de pararse, pero fue inútil, estaba tan triste, que al parecer sus defensas se había bajado. Gateo hasta el pequeño escrito dónde se encontraba aquel objeto, y lo sujeto entre sus manos. Una foto de ellos; era lo que llevaba dentro. Una foto feliz... de ellos. Acarició el rostro del chico con recelo, nuevas lágrimas se hicieron presentes y abrazo el portaretratos con toda sus fuerzas.

— Abrázame fuerte...