o c h o

574 51 4
                                    

Me aburría en mi apartamento, así que decidí salir a dar un paseo en el parque que no visitaba desde arce tiempo.

Me sentía sola, vacía. Mentiría si diría que ya no extraño a Daeho. Extraño su presencia, su voz; aquella voz chillona, pero a la vez gruesa, extraño su aroma, extraño todo de el.

¿es malo que aún me siga aferrando al pasado?

Ya han pasado tres semanas, y en todo este tiempo he llorado, he roto cosas por rabia, hasta intente suicidarme, estoy mal, lo reconozco. Mis amigos y familiares intentaron todo en este tiempo para que vaya a un psiquiatra, pero lo único que hago en hundirme más en mi cueva, en mi sufrimiento. Incluso Yoongi, que era la persona que le importaba una mierda lo que le pasaba a los demás, me ayudó, y no se alejo de mi. Eso era algo que me reconfortaba un poco.

Me sentía vacía, mientras estaba a punto de llegar a aquel parque, mordí mi labio inferior, no por nerviosismo o algo más allá, si no por que me sentía extraña volver después de mucho tiempo.

Me senté en uno de los grandes y blancos bancos, cruce mis piernas y me abrace a mi misma, hacia frío, mucho frío. Nos encontrábamos en época de otoño, y me regañe a mi mismo por no haber traído más de un abrigo cubriendo mi cuerpo. Acomode un poco mi gorro que se encontraba de lado, frote mis manos y tape mi boca con ellas para después soplar y ver como salia el ligero humo causado por el frío.

— Cómo pude olvidarme de traer guantes. —gruñi. — Hace un frío de mierda.

Metí mis manos a los bolsillos de mi abrigo y comencé a mover los para poder calentarlos.

Mientras seguía en el plan de calentar mis manos contemplaba lo hermoso que se veía Seúl en la tarde. Las hojas marchitas caían de los árboles; una por una. Todo era realmente impresionante.

Las personas iban y venía; unas relajadas, otras apresuradas, otras sin interés alguno y viceversa. Pero de un momento a otro, una pareja, bueno, una de las dos personas, se me hizo conocida, muy conocida, así que le analice el rostro por completo -aunque trajese un cubre bocas-, en cuanto reconocí aquellos ojos pequeños color miel, era Daeho.

Se veía totalmente diferente, con otro color pelo; un rojizo oscuro. Tenia una distinta manera de caminar a la que recordaba, y lo veía más alto. A su lado veía una chica de estatura promedio, color de piel blanca, de un bonito cuerpo y color de pelo rubio, al parecer teñido, podía ver que sus raíces recalcaba bastante el color negro. Los dos venian tomados de las manos y riendo. Se veían felices.

Y eso a mi, me mato por dentro. Sentí a mi corazón encogerse y hacerse mil pedazos, que ni con un millón de cosas, volvería a volver a ser el mismo. Sentía una gran apuñalada en el corazón, una muy profunda.

Tenia tantas ganas de llorar en esos momentos. El dolor era bastante grande. Saque mis manos de mis bolsillos y sobe con fuerza mis ojos, así el cierto punto que me lastime. La presión en mi pecho no me dejaba respirar, jadeaba, mientras que sentía que mis ojos se llenaban de lágrimas, hice una gran esfuerzo para que no llegasen a salir.

No salí corriendo de allí ni nada de eso, solo los observe, se dirigían debajo del árbol que anteriormente estaba mirando, y comenzaron a jugar con las hojas que se encontraban tiradas en el piso. De pronto un gran viento hizo que las hojas con las que jugaban se eleven, haciendo que vinieran encima de la chica, esta grito y se abalanzó a el.

Retire los mechones de cabellos que se encontraban sobre mi rostro y apreté fuertemente los dientes por rabia y tristeza. De un momento a otro, y sin darme cuenta, me eche a caminar en dirección a ellos. No era consciente de lo que iba a hacer pero, creo que se lo merecía.

— Oh Daeho. —lo llame en cuanto me encontraba a unos metros de ellos.

Este volteo inmediatamente en cuanto oyó su nombre. Me miró con los ojos tan abierto y se quitó el cubre bocas.

— Miyeong...

Para ese entonces mis ojos ya se encontraban vallados de lágrimas. Lo único que hizo fue sonreí amargamente y el, aun, no quitaba su expresión de asombro de su rostro. Al parecer pensó que nunca más me volvería a ver, que se libraría de mi para siempre.

Hold Me Tight ➸ MYG; BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora