Prólogo

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Martes 24 de enero de 2087

El cartel de «Al aire» se encontraba apagado, las cortinas estaban cerradas, un micrófono colgado y el otro aún sin salir de su pequeña escotilla de metal. Los auriculares estaban sobre la mesa. El aspecto era totalmente oscuro y abandonado. Jacob Evans fue el primero en ingresar, encendió la luz y observó el desorden, Arthur Collins fue el segundo pero antes apagó su cigarro arrojándolo al suelo y luego pisándolo.

Jacob era un hombre simple sin muchos secretos y sin miedo, en su cabeza llevaba una gorra al más puro estilo camionero, remera negra y camisa a cuadros por encima. Con ojos marrones, ojeras largas y una barba del mismo color de sus ojos, recién afeitada, lo hacían notar como una persona totalmente seria.

Su compañero Arthur, con el cual compartía su programa de radio hace más de tres años, era un poco más formal, con el cabello siempre bien peinado, pantalón negro con cinturón y camisa lisa por adentro del mismo, lo curioso era que no importaba lo que sucediera, siempre tenía una sonrisa en la cara y era el encargado de darle un toque de humor al programa.

Ambos se dispusieron a darle vida nuevamente al lugar, terminaron de encender todas las luces, recogieron papeles que se encontraban sobre la mesa y colocaron los auriculares en su respectivo lugar.

Ahora la radio parecía nuevamente con vida. Arthur miraba su reloj en espera del sonidista, el cual solía llegar entre cinco o diez minutos tarde. Teniendo esto en cuenta, Jacob y Arthur decidieron prepararse con antelación y así cuando llegara estuviera todo listo para comenzar el programa del día de hoy. Los dos se sentaron, colocaron todo en su lugar y Jacob apretó el botón del micrófono abriendo la escotilla que se encontraba en el techo y así suavemente el segundo micrófono bajó hasta la altura de la boca de Jacob.

-¿Dónde se habrá metido Adam? -Preguntó Jacob rascando su barba-.

-Buena pregunta -miró su reloj nuevamente- ésta vez está demorando más de lo normal. Finalmente Adam, el sonidista, llegaba. Con tropiezos y muy apurado, entró sin cuidado a la radio, llevándose puesto algunos muebles. Con velocidad llevó sus auriculares a sus orejas, oprimió un par de botones y en los auriculares de Jacob y Arthur, se comenzó a escuchar música dando aviso a los oyentes de que el programa estaba a punto de iniciar, Jacob encendió su holocomputador mientras su compañero le hacía señas con respecto a la hora al sonidista, éste le respondía con más señas intentando pedir disculpas, luego procedió a contar del uno al tres con su mano para que puedan comenzar a hablar.

-¡Bienvenidos nuevamente amigos y amigas! -mientras la música se desvanecía- ¿cómo estás Jacob?

-Me encuentro muy bien Arthur ¿Y tú? -Arthur logró percibir a Jacob más serio de lo normal-. -Excelente, me alegra escuchar eso, yo me encuentro de maravilla. Bien, hoy vamos a estar hablando del aumento del transporte, los supuestos rumores sobre las lujosas vacaciones que se dio nuestro presidente utilizando nuestros impuestos y sobre la nueva ley que nos está dejando a todos muy angustiados.

-¿Terminaste? -Interrumpió Jacob, Adam y Arthur lo miraron sorprendidos- todas esas noticias ya las hemos tratado con nuestro público, no es necesario volver a tocar estos temas, ahora, quiero dejar en claro a mis compañeros y a ustedes amigos, que hoy no será un programa más como los demás.

Adam por detrás del cristal miraba a Jacob haciéndole señas para intentar averiguar que pretendía, luego sus ojos se dirigieron a Arthur para tratar de entender que estaba ocurriendo, no hubo resultados. Esto obligó a Arthur a lanzar una pregunta no planeada. -¿Qué sucede Jacob? ¿De qué estás hablando? -su típica sonrisa desapareció-. Perdonen amigos tenemos que informarles que esto no estaba planeado y ni siquiera nosotros sabemos qué es lo que intenta decirnos Jacob -Jacob comenzó a escribir en su holocomputador-.

Pueblo MandaWhere stories live. Discover now