Noir Gray está perdidamente enamorado de Jin Berry, un profesor de su escuela que no lo puede ver ni en pintura.
En el pasado los dos tuvieron el tiempo de conocerse y darse cuenta de que ninguno de los dos se agrada y que se "detestaban", obviando...
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J I N
Era otro día lluvioso, me encontraba en mi auto observando como las gotas de lluvia caían suavemente sobre el techo. Sentí un pequeño dolor en la cabeza, los días lluviosos todavía me causaban migraña. Tomé mi sombrilla y la extendí sobre mi cabeza cuando estuve fuera del auto.
Hoy había sido un día cansado, era la inauguración de la nueva biblioteca y habíamos estado arreglando para la ocasión, después de terminar, cada uno se dispuso a ir a sus hogares a cambiarse y volver en la tarde. Los alumnos que acababan de llegar se estaban comenzando a reunir, entre ellos pude ver la cabellera de Noir. Tenía la misma expresión de siempre sobre el rostro parecía que Nadin les estaba diciendo algo. Cuando todos comenzaron a dispersarse, su mirada y la mía se cruzaron. Noir desvió la mirada y me dio la espalda para desaparecer dejando a Amelia aparecer en mi campo de visión.
-Jin - saludo sonriéndome.
Sonríe un poco.
-¿Estás bien? Te ves algo enfermo.
-No es nada, sólo que los días lluviosos me provocan migraña.
-¿Quieres que te consiga una pastilla? Puedo ir a la enfermería por ella.
-Pero tus padres, ¿ellos no van a venir? -pregunté.
-No te preocupes, ellos todavía no llegan -me sonríe-. Ya vuelvo.
Asiento y ella se va.
Saco mi celular de mi bolsillo y observo mi fondo de pantalla. Es una foto de Iliana y mía junto a Ivanna, debería de haberlas invitado. Tal vez así no me sentiría tan fuera de lugar y Noir se me hubiera acercado a saludar a mi hija.
Después de unos minutos esperando a Amelia comienzo a recorrer el lugar, tomó una copa de champán que están ofreciendo y sigo con mi recorrido. Me encuentro mirando a mí alrededor y husmeando en las vidas personales de mis alumnos cuando reconozco a alguien familiar. Lucas mira hacia todos lados nervioso y luego voltea a ver a su acompañante, que por supuesto no es Noir, es una chico más grande de estatura y más robusto, no puedo reconocerlo ya que me está dando la espalda. Lucas parece estar perdiendo la paciencia, se le ve bastante nervioso, eso solo me indica a mí que Noir no debe de saber algo sobre eso.
Una sonrisa se dibujó sobre mi rostro y alzó mi celular para tomarle una foto. Tomo un trago de mi copa y me voy sigilosamente de ahí. Se lo que sea que haya visto definitivamente era interés de ese mocoso, aun cuando este me estuviera ignorando.
Amelia me encuentra después de varios minutos, le agradezco por la pastilla y luego la acompaño con sus padres. Mientras hablo con ellos del trabajo de sus padres puedo ver desde lo lejos como entra Noir con una pareja. Fruncí el ceño al ver la manera en la que los veía, había una pequeña sonrisa sobre su cara y actuaba como si quisiera llamar su atención. Al ver el parecido que tenían ambos con Noir pude darme cuenta de que eran sus padres.
