Extra 1

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-Elijah, despierta..son las 7-
-Menuda mierda de vida- da igual cuantos años pasen este chico no cambia
-no es una mierda..pero hay que preparar a los niños-

Ced ya tiene 4 añazos, Katie tiene 13, y hace 6 meses tuve a nuestro segundo hijo, Harry, y otra vez es la viva imagen de su padre, al menos esta vez no se desmayó en la sala de partos, y aquí seguimos intentando tener una niña, aunque si al tercero no se da, nos plantearemos otra opciones como adoptar, yo que en mi último embarazo tuve muchos problemas de salud.

Ahora teníamos que vestirnos, dejar a Ced en el cole, a Harry en la guardería, y Katie iba caminando con sus amigas al instituto, ya que estaba bastante cerca.
Por ahora le va muy bien en clase, pero cabe resaltar lo bien que pinta y toca el piano, a parte de la fotografía
que sigue siendo su gran Hobbie.

Nosotros debíamos ir a trabajar, yo a la fundación y Eli a la empresa, tenía bastantes reuniones hoy, suerte que tenemos dos coches, él se lleva a Ced y yo a Harry, ya que a él le pilla más de camino el cole, y a mi la guardería.

Nos va muy bien en nuestro trabajo, Elijah nació para hacer esto, y la fundación es tal y como la imaginábamos, le pusimos el nombre de mi primer libro, nos pareció buena idea.
He seguido escribiendo, mi segundo libro también a sido un gran éxito, número 1 en las listan de ventas, en este cuento todo sobre como conocí a Elijah, todo lo que tuvimos que aprender juntos, bueno este está co-escrito con mi marido, lo que lo hace aún más especial, porque se pueden ver dos puntos de vista de un mismo problema.
Gracias a la fama que he ido cosechando a lo largo de los años hemos conseguido todavía más donaciones para la fundación, yo me encargaba de organizar los programas, los grupos de terapia, organizar eventos, y Elijah de la parte de número que tanto odio, al final si fue buena idea trabajar juntos.

-Tu preparas a Harry y yo a Ced, y bajamos a desayunar- dijo Elijah levantándose
-Okey-

Me levante y me dirigí a la habitación de nuestro bebé, una parte de que solo queramos tener otro hijo más, quizás dos, sea que sólo queda una habitación grande, la cual sería muy fácil de dividir en dos, pero no queremos meternos en obras y construir de cero una habitación nueva.

Harry aún dormía, así que con cuidado lo desperté, aunque por mucho cuidado que tuviera es normal que empezara a llorar, todavía quería dormir un poco más.
Lo cogí entre mis brazos y lo acune hasta que se relajó, hay lo pude empezar a vestir, hacia bastante frío así que el pobre llevaría más capas de ropa que una cebolla.
Una vez estuvo listo salimos de la habitación, Elijah seguía preparando a Ced, es muy difícil despertarlo, se parece a su padre, cuando entré en la habitación, mi marido estaba ayudándole a ponerse el uniforme, nos gusta que los niños vayan a un colegio que tenga uniforme, lo hace todo mucho más sencillo.
-Buenos días cariño-
-Tengo sueño mami-
-Lo sé amor, pero venga que tienes una día super divertido por delante-
-¿Puedo desayunar tostadas con Nutella?-
-Claro cariño- en esto se aparece a mi, en eso y en sus ojos azules, después era completamente igual a su padre, al igual que Harry, solo que este tenía los ojos verdes, como los de su padre también, pero que si tenemos una niña se parezca a mi, después de lo que sufro para traerlos al mundo. 
Una vez Ced estuvo listo bajamos rápidamente a la cocina, yo dejé a Harry en su trona, Ced se sentó en su silla y mientras yo hacía café, Elijah preparaba tostadas para todos. Le serví un vaso de leche fría a Ced, ya que le encanta así, para tomar con las tostadas, y le puse un platito con leche y un poco de avena a Harry.
Le serví en café a Elijah, y este me lo agradeció con un beso mientras miraba sus correos
Entre los dos ayudamos a los niños a desayunar, y a lavar los dientes, una vez estuvieron listos, dejamos a Harry en el parque de juegos, y a Ced viendo la tele a su lado y subimos a vestirnos.
Elijah se puso su típico traje negro, y yo una falda de tubo con una blusa color mortaza con volantes, ambos nos la amos los dientes, nos peinados y ya estábamos listos para un nuevo día.
-Estas preciosa-
-Te quiero- dije antes de darle un beso y salir de la habitación.

Elijah #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora