Capitulo 57. Cuidaré de ella.

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Narra Lia.

-Estais listos, chicos?- dice mi madre bajando su maleta.

Izan y yo asentimos con la cabeza y recojo mi bolso y mi maleta.

-Te va a encantar París.- digo besando la mejilla de Izan.- Mis amigas están un poco, como decirlo...

-Locas.- dice mi madre desde detrás de la barra.

Izan y yo reimos.

Después de que mi padre y mi hermano bajen, salimos de la casa y entramos en el coche.

Mi padre es quien conduce durante media hora, cuando llegamos al aeropuerto esperamos como unos diez minutos y entramos en el avión. Izan y yo iríamos juntos, mi madre con Austin y mi padre con un hombre calvo de unos cuarenta años.

-Preparados para París?- dice mi madre desde el asiento de detrás.

-El que más ganas tiene es Austin. A que sí, pequeñajo?- digo girándome en el asiento.

-Voy a ver a Lucas otra vez!- dice el pequeño de la familia.

Izan, mi madre y yo reimos y nos colocamos en nuestros asientos ya que el avión no tardaría en despegar.

Horas más tarde...

Narra Lia.

Mi padre estaciona el coche que habíamos alquilado delante de la casa de mi tia Sofi, era una casa grande y lujosa, no había cambiado nada desde entonces salvo que dentro de cuatro días se casaría.

Una mujer de unos treinta años de piel muy blanca y cabello castaño abre la puerta de la casa. Dejamos todas las maletas al lado de las escaleras de madera en caracol y una mujer no muy alta, de piel blanca, con el pelo largo castaño, ojos azules y que viste con un pantalón rosa, unos botines de aguja color crema y una blusa de manga corta blanca sale del salón.

-Chicos!- dice mi tia Sofi.

La mujer abraza primero a mi madre, después a mi padre y después a Austin.

-Lia, estás preciosa.- dice abrazándome. Sonrío y nos separamos.- No nos presentas?- dice mi tia apartando su pelo a un lado mientras observa a Izan.

Izan y yo reimos.- Claro, este es Izan, mi novio. Izan, está es mi tia Sofi.

-Encantado.- dice Izan con una sonrísa tímida. Mi tia Sofi deposita dos besos en las mejillas de Izan y mi madre me guiña un ojo.

-Igualmente, cariño. Estais en vuestra casa.

Todos asentimos y subimos a las que serían durante esta semana nuestras habitaciones.

Izan y yo entramos en la que era mi habitación desde pequeña. Las paredes eran rosa, tenía un techo alto blanco y una pared tenía dos grandes puestas de cristal que daban a la terraza. En el centro de la habitación había una cama de matrimonio con cojines blancos, un armario grande blanco hacía esquina en la habitación y al lado de unas escaleras de madera en caracol había un baño.

-Te gusta?- digo dejando las maletas a un lado.

-Si.- dice Izan observando todo.- Y esas escaleras a donde dan?

Cojo a Izan de la mano y subimos las escaleras dejando ver un sofá grande blanco sobre una alfombra que ocupa parte del suelo de madera y una televisión grande sobre un mueble blanco.

-Te gusta?- digo tumbándome en el sofá.

-Waow. Eres rica o que?- dice Izan sentándose a mi lado.

Suelto una carcajada.- Que yo sepa no, pero mi tía se puede decir que si.

A la mañana siguiente...

¿Enamorada de él?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora