¿ Otra vez aquí Commie?

Capítulo 1

Era un día soleado, pero a pesar de eso ninguno de los cuatro chicos que vivía en aquella casa tenía planeado salir al sol.

Edd se encontraba en su habitación dibujando, Matt apreciando su hermoso rostro en uno de sus espejos, Tord estaba leyendo una de sus amadas revistas hentai y Tom... el simplemente estaba encerrado en su habitación. Desde que el noruego había vuelto, se encerró en su cuarto.
No salía para comer, ni beber, ni para ir al baño... para nada.

Edd estaba preocupado pero sabía de sobra que todo era un berrinche por aceptar a Tord otra vez. Tom lo odiaba con todas sus fuerzas y el simple hecho de tener que volver a compartir casa con él no le hacía ni pizca de gracia.
El problema era que él británico ya llevaba 3 semanas con el berrinche.

Edd decidió salir de su habitación para ir a junto de Tom.
Tocó la puerta una vez. No hubo respuesta. Volvió a tocar. El mismo silencio de antes.

- Tom soy yo Edd- dijo el de sudadera verde-¿ Puedo pasar?

Después de esperar unos minutos y no recibir respuesta ninguna, el dibujante se dispuso a marcharse, pero antes devolver a su habitación vio como la puerta de Tom se habría.

Entró y lo primero que vio fue al de sudadera azul viendo por la venta.

-Tom- empezó Edd a hablar- ya hemos discutido esto un millón de veces.

- Lo sé, y me da igual. No pienso haceptar a ese COMMIE- dijo el de cuencas/ojos negras resaltando la última palabra.

Mientras que Edd y Tom se encontraba hablando, a bajo, en el salón, Tord Y Matt mantenían también una conversación.

- Entonces deja que me aclare- dijo el de dos cuernos en el pelo- ¿tú y Edd sois pareja? ¿Cuándo? ¿Cómo?¿Dónde?

- Verás te explico. Después de todo lo ocurrido Edd empezó a ser más cariñoso conmigo. Al principio no sospeché nada, pero después de un tiempo lo tuve muy claro. Además, el a mí también me gustaba, fue por eso por lo que le pedí que fuera mi pareja, y él aceptó con gusto.- dijo el narcisista con orgullo.

- Wow- fué lo único que salió de la boca de Tord.

De repente en la silenciosa casa se escuchó un golpe, y seguido de el, él noruego y el pelinaranja pudieron observar a Edd bajando las escaleras tirando de Tom.