Capítulo 7

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Una bocina me alertó de que ya Ash estaba aquí. Miré por la ventana y estaba abajo vestida con un pantalón corto y una camisa de manguillos, su cabello castaño se veía increíblemente brillante. Me paré frente al espejo y visualizé mi aspecto, llevaba un pantalón corto de cuero negro, una camisa negra y mis botas militares con tacón.

Después de varios intentos porque mi cabello quedará bien, terminé optando por una cola de caballo alta. No me maquillé ya que mi vagancia superaba mi plan de verme bien.

Tomé mi celular y mi cartera.

Bajé al vestíbulo del edificio y saludé al nuevo recepcionista. Era un chico muy amable y simpático.

—Buenas noches Seth—sus ojos azules me escanearon y una sonrisa cruzó su rostro.

—Buenas noches Samantha, te ves muy bonita hoy—se veía apenado.

—Gracias, de vez en cuando hay que bañarse—su risa se escuchó fuerte.

—Eres íncreible.

—Bueno ya me voy, que tengas un buen turno Seth—él levantó su pulgar.

—Y tú una buena noche—eso esperaba.

Salí y me encontré a Ash hablando con el guardia del edificio y al percatarse de mi presencia, cruzó la distancia y me dió un abrazo.

—Bueno amiga hoy será nuestra noche.

—Eso mismo dijiste la otra vez y casi acabamos muertos— ella rió y me guiñó.

La seguí hasta su auto y me subí en él. El camino fue relajante ya que Ash y yo hablamos de cosas muy triviales.
Unos pocos minutos después Ash condujó por un camino muy solitario. Me preocupe de a donde me llevaría. Sabía que era mi amiga pero siempre era cuidadosa con las personas.

—¿A dónde vamos?—pregunté y a lo lejos pudé visualizar unas luces.

—Es una carrera clandestina—mis ojos se abrieron y mi pánico se hizó presente.

—No puedo ir— afirmé y Ash hizó un puchero. Además me dijiste que era algo sencillo sin problemas.

—Ya estamos aquí, podemos estar un rato.

—No me gustan las carreras ilegales—no era verdad pero ella no se enteraría.

—Un rato y te prometó que nos iremos a otro lugar— su sonrisa se ensanchó. Mi vena ardía por volver a donde tanto me había gustado. Las carreras.

Ash siguió hasta dar con un estacionamiento improvisado cerca de una gasolinera. Ella logró dar con hueco donde su "bebé" como ella le decía a su auto, no se viera "lastimado".
Nos bajamos del auto y rápido mis fosas nasales detectaron el aroma a humo y cigarro.

Caminamos hasta dar con un montón de autos de todos los colores y marcas. Una sonrisa brilló en mi rostro. Podía distinguir muchos de los carros que habían aquí. Sentí la vena palpitar por los recuerdos. Ash se acercó a un grupo de chicos y los saludó y luego se dirigió a mí.

—Chicos ella es Samantha mi amiga— todos pusieron sus ojos en mí y me analizaron.

—Mucho gusto, soy Damon— un chico de cabello negro y ojos verdes me dió su mano.

—Mucho gusto—observé su auto, un Mazda color rojo— tienes un lindo auto—lo señalé y él se voltió para tocarlo.

—Si lo es—tomó una pausa escrudiñandome con la mirada— ¿y tú conduces?

—Algo—sabía que estaba mintiendo.

—Miren chicos por ahí viene Rilex— cerré los ojos pidiendo que realmente fuera una imaginación al escuchar ese nombre. Todos voltearon a ver y empezaron los pitidos y gritos. Al parecer eran respetados aquí.

Sentí el calor de alguien a mis espaldas y todo mi cuerpo reaccionó muy bien para ser exacta, ya sabía quien era.

—Impresionante encontrarte por aquí— algunas personas miraban con interés la escena frente a ellos. Giré para enfrentarlo y quedé hipnotizada con sus ojos verdes oscuros.

—Si hubiese sabido que vendrías me hubiese tirado desde un puente—le mostré mi dedo medio y él me obsequió una sonrisa de lado mostrando un hoyuelo.

—A veces pienso que buscas lugares donde crees que puedes toparte conmigo—movió sus cejas insinuantemente.

—No eres la gran cosa así que bajale— una chica cerca de nosotros nos miraba enfurecida—oh, tienes a alguien que está esperando por ti.

Él se voltió y bufó.

—No pretendía estar con nadie más, ahora tengo nuevos planes—sus ojos se oscurecieron al mirarme de cabeza a pies. Un sensación electrizante se extendió por mi cuerpo—te ves hermosa.

Un nerviosismo se apoderó de mi y yo intenté evitarlo a toda costa. A lo lejos se escuchaban los ruidos de los carros y la gente apostando. Un tiempo atrás está era mi vida y lo amaba. El recuerdo de sonidos de ambulancias llenaron mi mente.

—Eres rara—su voz me sacó de mis pensamientos— y misteriosa—sus ojos verdes me escanearon.

—¡Necesitamos un corredor más!—se escuchó un grito y sentí la necesidad de gritar mi nombre pero me controlé y al contrario miré a Cronos a mi lado.

—Tengo ganas de aumentar la adrenalina en mi cuerpo—tomó una pausa y luego gritó— Voy a competir y ya tengo a mi acompañante—se giró a verme y mis ojos casi se salen de órbita.

—¡El mejor, el más rápido!— el hombre gritaba halagos— el demonio de la pista ¡Cronos!

Cronos se giró y se acercó a mi desafiante.

—Ven conmigo— su voz sonaba tentadora.

—¿Y si no quisiera?— lo miré desafiante y él pasó su mano por su mandíbula acercándose a mí peligrosamente.

—Hagamos una apuesta—mis ojos brillaron por la curiosidad, sabía que esto no traería nada bueno pero amaba los retos.

—¿Qué ganó?— él me sonrió.

—Tú dime—su olor varonil me embriagó y me hubiese gustado decirle que realmente quería pero no aumentaría su ego.

—Si pierdes está carrera, tendrás que dejar de intentar conocerme y escarbar en mi vida—mi mirada fue seria y lo decía enserio.

—¿Y si ganó?—él preguntó y yo tragué saliva.

—Tú decides—él lo pensó y habló seductoramente.

—Quiero besarte—acercó su rostro al mío y mi cuerpo comenzó a temblar. Mis ojos se cerraron automáticamente.

—No ganarás—dije tratando de sonar segura y fallando en el intento.

—Créeme que lo haré—su voz sonaba a una promesa que tenía intención de cumplir.

Lo seguí mientras caminaba a su auto. Era un audi R8 negro. Miré fascinada cada detalle del mismo y él miraba cada uno de mis movimientos.

—Si sigues mirando de esa manera mi auto te voy a hacer mía en la capota de él—señaló la capota. Sus ojos destilaban lujuría y un cosquilleo se instaló en mi vientre al escucharlo.

—No gracias—abrí la puerta del pasajero y me senté en el asiento de cuero.

Cronos se adentró en el auto y encendió el motor. El ruido hizó que mordiera mis labios de la emoción, Cronos miró mis labios y se removió en su asiento.

—¿Estás lista mi diabla?—Cronos me mostró su sonrisa más brillante y yo correspondí.

Ya estabamos en la salida y sentía que volvía a hacer yo. Ilisa tenía razón, podía intentar huir de todo pero mi pasado siempre estaría persiguiendome.


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Hola lobitos🧡
Les tengo el nuevo capítulo.
¿Será que Cronos se está enamorando de la chica misteriosa?
O
¿Solo será un caprichoso de él?
¿Les gustaría que subierá el booktrailer del libro?
Recuerden comentar y dar una estrellita🌟

Los quiero🤗

Mi DiablaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora