Amor de Laboratorio •TERMINADA•

T R E S

 1. Del por qué este libro ha sido publicado.  

Al llegar a esa etapa de mi vida en la que noté que la soledad no era precisamente la mejor amiga de una persona como todos me decían, mi necesidad de compañía se acentuó en mi cerebro. Lo malo era que al parecer mis habilidades sociales no eran suficientes para conseguir compañía; los aforismos generales con que las personas crecemos muchas veces se orientan hacia la certeza de que la belleza interior es la que siempre importa y la que debemos buscar y perseguir para nosotros mismos. Infortunadamente, seguir esa idea de belleza interior solo es completamente válida para los que de hecho solo podemos depender de ella porque la apariencia externa no nos ayuda.

La gente que es bonita exteriormente —siempre con excepciones—, muchas veces buscan lo mismo en las personas que los rodean y realmente es comprensible y más aún cuando de personas jóvenes hablamos pues es un hecho que entre mayores las personas, menor es la superficialidad —siempre con excepciones también—.

Comento todo esto, querido lector, porque escribo esta introducción con una mente madura ahora (aunque solo hayan pasado dos años), luego de que las experiencias me empujaron a crecer, pero los siguientes capítulos que vas a leer, son en parte una copia casi exacta del diario que llevaba en aquellas épocas de juventud cuando creía que podía valerme completamente de mí mismo y de mi inteligencia. Y digo casi exacta porque si bien es una transcripción de mis palabras escritas a mano, le he agregado las opiniones de mi yo más adulto en varias secciones —además de arreglarle la ortografía— en un intento de brindar la información o el consuelo que necesites que te llevó a leer mi historia.

Siendo honesto, no soy precisamente creyente de las casualidades, así que si estás leyendo esto, probablemente lo necesites, sea ahora o sea después. En cualquiera de los casos, querido lector, te pido de corazón que no abandones la lectura a la mitad o que saques conclusiones apresuradas.

Lee esto hasta el final para que sea más comprensible, una sola pieza de un rompecabezas puede hacer que la imagen se vea terrible, así que no te saltes ningún punto pues cada uno es necesario.

En cierto punto esta historia te parecerá mera ficción inventada por un joven por una tuerca floja y si bien es cierto que tengo varias tuercas flojas —mi esposa lo dice con frecuencia—, nada de lo acá consignado es mentira.

Abre tu mente, querido lector, aunque tu inteligencia y lógica te digan que es imposible y si al final no me crees absolutamente nada, está bien también, pero no me abandones antes de terminar.

Sin más qué decirte, querido lector, disfruta de esta aventura.

Jonathan Davis.