PasadoHarry y Zayn llegaron al aeropuerto de Chicago al siguiente día después de que atardeciera. La madre de Harry los encontró en la puerta de llegadas nacionales y corrió a abrazar a su hijo tan pronto como apareció entre la multitud.
Anne, quién estaba tan emocionada como nunca, lo abrazó con fuerza y comenzó a examinarlo nerviosamente, como si estuviera herido o sólo para comprobar que estuviera completamente ileso. Fue un poco extraño, pero Harry no podía culpar a nadie, él también había echado de menos a su mamá. (Y es que ella no se despegó del alfa durante siete minutos y luego envolvió en un abrazo igual de caluroso a Zayn.)
Anne, estaba feliz de verlos, con sus interminables sonrisas y ojos brillantes; los acompañó a recoger su equipaje y luego se subió en su auto, con Harry en el copiloto y Zayn en la parte trasera.
Estar de vuelta en Chicago era como si estuviera soñando y no tenía sentido, porque había vivido casi toda su vida ahí, y solo había estado en Nueva York por unos meses, pero se sentía como un extraño entre las calles que lo vieron crecer. Pasaron por la cuidad de manera rápida, con su madre contándole cómo han ido las cosas sin él. Cómo está su padre y Gemma. Así que charlaron sobre cómo tuvieron que comprar un nuevo microondas y cómo es que fueron a clubes de lectura para pasar el rato. Zayn bromeando junto a ella (eso siempre se le dió mejor a él.) al mismo tiempo que sonreía por los cumplidos de la madre del alfa por sus fotos en aquella campaña de ropa. Le mencionó que vió las propagandas en los centros comerciales del centro, así que eso significaba que en su ciudad natal todos ya debían de saber que ahora era famoso.
Sin embargo, nadie mencionó a la familia del omega, incluso Anne, quién estudiaba sus frases antes de decirlas en voz alta para evitar herir a Zayn. Aunque era inevitable no mencionarlos cuando pasaron por su casa, y ella solo dijo que estaban bien y que continuaban con la misma vida de siempre aunque ellos ya no le dirigían la palabra a la familia Styles, por eso de haber ayudado a su hijo a escapar.
Nadie dijo nada después de eso.
La casa de Harry era grande y pintada en verde pardo. Olvidó cuánto extrañaba el aire libre hasta que estaba de vuelta frente a su cochera y con la tenue brisa del otoño remover las hojas de su abeto frente a la ventana de su cuarto. Sonrió al ver el viejo buzón y al subir el mismo escalón del pórtico que rechinaba desde que tenía memoria. Al entrar a casa, entre sus maletas y abrigos, Harry se encontró respirando hondo y recibiendo el delicado aroma de una vida entera que se había adherido a las paredes de ese lugar.
—No hay lugar como el hogar. —Zayn bromeó y subió junto a Harry a lo que anteriormente era su habitación.
Le calmó saber que todo estaba en su sitio. (Bueno, dentro de lo que cabe. Era la típica habitación de chico, con posters en las paredes y toneladas de libros por todas partes, y un escritorio repleto de artilugios que había recolectado toda su vida; todo estaba sorpresivamente limpio, sabía que su madre lo había mantenido así. Encendió las luces para cuando Zayn y el entraron, las series de navidad se iluminaron al igual que la lámpara de su escritorio. Aún tenía sus carpetas llenas de notas, sus recordatorios pegados a la pared y una chaqueta de mezclilla que olvidó meter a la maleta antes de marcharse.
Está era su casa, pero no se sentía como tal. Harry se sentía como si estuviera hospedándose en otra vida, pero aún así, suspiró con calma.
—Tu madre nos ha pedido que le ayudemos con la cena, vamos, no quiero hacerla esperar. Esta demasiado feliz. —Zayn lo tomó del brazo y lo jaló consigo de vuelta a las escaleras.
(...)
Su padre llegó para cuando Zayn y su madre decoraban pastelillos en la cocina. Harry intentó ayudar, pero era demasiado fuerte y falto de delicadeza como para hacer flores de betún sobre unos pastelitos.
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New York (l.s.)
FanfictionHarry Styles es un joven alfa que vive su vida un día a la vez, aún cursando el último año de su universidad y enfrentándose a una nueva ciudad que está apunto de ponerle en el camino aventuras, sorpresa y sobre todo de plantarle de frente a un omeg...