{XVIII} Cosa 12: El novio de Yulia.

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"Querido Diario: El bebé del tio Arman ya cumplió cuatro meses, esta muy grande y gordo, tiene los ojos como su papá pero de color gris, se llama Serik Yue y es super tierno, el tío esta muy feliz con él y su novio también.
Mami y papi pasaron su celo juntos, así que nos quedamos con los abuelos Yuuri y Vitya ese tiempo, cuando volvimos a casa ambos (papi y mami) estaban llenos de marcas de amor.
En la escuela empecé a salir con Iván, somos muy amigos y él es muy lindo, así que lo vamos a intentar como novios. Por ahora todo va bien y soy muy feliz."

-¿Entiendes lo que pasa papi?- dijo Albek mirando seriamente a su papá.

Otabek tenía el rostro sombrío y sostenía entre sus manos el cuaderno de su hija, ese que ella había decorado con un montón de patines y ositos cuando apenas tenía cinco años, y recientemente había vuelto a usar. Cerró el "diario" y miro a su hijo con una sonrisa maligna.

-Cuéntame todo sobre ese tal Iván, Al.

El niño asintió, él había descubierto la relación de su hermana con ese chico un año mayor que ellos, y le había disgustado a sobremanera, sentía una basurita en el corazón cada vez que los veía juntos, no sabía bien como nombrar ese sentimiento, pero por el momento lo llamaba instinto de protección, aunque claramente eran unos celos de niños.

-Iván tiene dos mamás, tiene nueve años y va a quinto grado, le gusta tocar la guitarra y leer libros aburridos, era amigo de los dos, pero simpre tuvo más cosas en común con Yulia.

-Es mayor que ustedes, eso no me gusta.

-¿Tu no eres mayor que mami?

-¡¡Eso es diiferente!!- muy diferente tomando en cuenta que estaba hablando de su bebita, era apenas una cachorra de ocho añitos, una criaturita frágil y hermosa que no tenía que tener pareja hasta cumplir los veinte años o cuarenta.

-Esta bien- dijo el niño mirándolo- ¿Tienes algún plan en mente?

-Mañana yo iré a buscarlos e invitaremos a venir a Iván, así podremos "conocerlo" mejor.

- Me gusta esa idea- dijo el omega fregando sus manitos como había visto hacer a muchos villanos de películas.

Y mientras ellos planeaban las cosas que harían para molestar a la visita, Yuri y Yulia hablaban tranquilamente en la habitación del mayor.

-¿Vas a ir al doctor?

-No lo se- acepta el rubio abrazando a su cachorrita.

Le encanta su hija, era la persona más centrada de la casa en algunas ocaciones (como cuando Beka de olvida de comprar cereales en el super, o cuando Albek llora porque se muere su personaje favorito y ninguno de los adultos sabe que decir) y se había convertido en su mejor amiga, a la cual le contaba todo lo que no podía contarle al resto -claramente dejando de lado lo que se podría considerar no apto para todo público, de eso se encargaba Mila-, y al mismo tiempo su hija lo tenía como mayor ejemplo, y también le contaba todo.

Así se había enterado de la relación que su hija llevaba medio a escondidas, y aunque en el momento sintio muchas ganas de prohibirle salir con cualquiera hasta los cuarenta, decidió que, si ella se lo había contado, lo mínimo que podía hacer era apoyarla en todo, igual a como ella solía hacer con él. Además era una relación de niños, lo más probable era que no durará mucho.

-Yo creo que debes ir a un doctor mami, solo para asegurar que no es una infección estomacal.

-Estoy seguro de que es un bebé- dijo el rubio besando los cachetes de su niña-. Siento lo mismo que sentía al principio de tu embarazo.

-¿Se lo dirás a papi?

- No aún, esperare a estar seguro.

-Y para eso tienes que ir al doctor- dijo la pequeña mirándolo sería.

Diario de la familia Altin-PlisetskiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora